4. Espiritualismo y materialismo. El origen de lo real.
Importante
Las principales diferencias entre el espiritualismo y el materialismo se encuentran en el diferente modo de concebir lo real: su limitación a lo físico o su ampliación mediante la afirmación de un ámbito inmaterial, y el modo de explicar la posible relación entre ambos órdenes. En el primer caso, sosteniendo la existencia de una realidad espiritual que es independiente del mundo material y posee unos rasgos propios. En el segundo, afirmando el carácter originario de la realidad física material y poniendo en el mismo el fundamento y la explicación última de cualquier fenómeno espiritual o de conciencia.
Con una visión visión dualista que distingue entre el mundo sensible y de las ideas y la proclamación de lo ideal como lo verdaderamente real, Platón (V - IV a.C.) sienta las bases del idealismo, una corriente filosófica que dota de realidad a lo ideal y funda en ello la entidad de los seres materiales. Partiendo de esta base, el espiritualismo sostiene la existencia de entidades inmateriales como el alma o como Dios.
Para saber más
Con un planteamiento racionalista, el filósofo Descartes (XVI - XVII) mantiene la convicción de la existencia de dos realidades distintas: la material y la ideal. Desarrolla una teoría de la sustancia que conduce a la afirmación del carácter propio e independiente del mundo del mundo del pensamiento. Siendo la sustancia un sujeto que posee existencia propia e independiente, entiende que en un sentido pleno el concepto sería aplicable exclusivamente a Dios, ya que solo Dios puede ser comprendido como realidad plenamente autosuficiente. Sin embargo, extiende el concepto de sustancia tanto a la realidad material como a la pensante, para subrayar su mutua independencia. Para Descartes, el mundo del espíritu se rige por la libertad, mientras que el corpóreo se encuentra determinado por leyes mecánicas. Uno de los problemas planteados en el contexto del racionalismo fue lograr una explicación satisfactoria de la interrelación entre dos realidades concebidas como sustancialemnte independientes: el mundo pensante y el mundo material.
Uno de los filósofos que lleva a su más alto nivel de desarrollo los planteamientos espiritualistas fue el alemán Hegel (XVIII - XIX), que elabora un complejo sistema filosófico en el que se funden racionalidad y realidad. La realidad no estaría dada de una vez ni tendría un carácter estático, sería una despliegue progresivo y dialéctico de lo ideal, materializado en el mundo natural y reconocido en la Filosofía. En su modelo, racionalidad y realidad coinciden, una vez que la propia realidad no es sino la expresión de la razón o el espíritu.
El materialismo, por su contra, es propio de aquellas doctrinas filosóficas que niegan la existencia de sustancias no materiales y, por lo tanto, de realidades de carácter ideal o espiritual independientes de la materia. La materia es la realidad fundamental, aquello que es de naturaleza inmaterial no existe por sí mismo y es reducible en su caso a propiedades de la propia realidad material.
Para saber más
Autores como Hobbes (XVI - XVII) negaron el dualismo de Descartes, entendiendo la realidad como un todo material en el que la conciencia estaría determinada por los movimientos mecánicos de la materia.
Marx (XIX) sigue a Hegel en su concepción dialéctica de la realidad, aunque negando el protagonismo de tal despliegue a la idea y haciendo protagonista del mismo a la materia, una realidad que se explicaría por si sola y no a partir de una realidad previa ideal o espiritual.
Importante
La pregunta por el origen de lo real ocupa, asimismo, un lugar central en el conjunto de temas abordados por la metafísica. Desde el espiritualismo suele interpretarse que la realidad material no proporciona por sí misma un fundamento de su propia existencia, por lo que requiere una explicación de carácter trascendental que justifique su origen. Valorando el mundo material como una realidad contingente que carece de razón de necesidad propia, suele postularse la existencia de un principio divino, permanente y ajeno al devenir temporal, como realidad último y fundamento de todo cuanto existe. El materialismo, por el contrario, interpreta el mundo material como una realidad originaria que no requiere de un principio explicativo anterior, descartando por lo tanto la pertinencia de postular una realidad previa no material que la justifique.
Comprueba lo aprendido
De acuerdo con las características más generales de las corrientes materialista y espiritualista, aplica cuál sería en cada caso la opción correcta: