3.1. La erosión eólica y sus formas de relieve
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Elaboración propia |

Importante
Las principales características de la erosión en los sistemas árido y subárido son:
- El agua de arroyada, los wadis y las ramblas producen erosión hídrica destruyendo importantes masas de roca que transportan en intensos y esporádicos flujos de agua, dando lugar a cárcavas, barrancos, cañones...
- La meteorización es básicamente física y se produce principalmente por termoclastia (con oscilaciones térmicas diurnas > 50 ºC). La disgregación da lugar a la descamación de rocas y a los ventifactos o dreikanter. La precipitación sobre las rocas de metales disueltos por la humedad al condensar forma barnices que tiñen las rocas de oscuro. Si precipitan sales, disueltas en el agua que asciende por evapotranspiración, se originan caliches (carbonatos) y costras (yesos o sílices).
- La acción de soplo del viento sobre las rocas se llama deflación, y a veces tiene suficiente fuerza como para realizar un arranque o trabajo erosivo. Este viento, cargado de partículas de arena, limo y polvo, transporta estos materiales, que al incidir sobre la superficie de rocas, realiza otro trabajo erosivo llamado corrasión o erosión eólica, que da lugar a tafoni y rocas fungiformes.
Aunque esta división en tres grandes grupos de modalidades de erosión sea clarificadora, en realidad, las formas de relieve suelen ser mixtas y participar de dos o tres de esas causas a la vez. Así se generan otras formas erosivas como las hamadas (llanuras rocosas desnudas), los reg o desiertos de piedras, los pavimentos del desierto y los inselberg o cerros aislados por erosión diferencial.
