1.2. La escultura clásica y el siglo IV
El siglo V a.C es considerado como el inicio del clasicismo en Grecia. Señalamos más arriba que las esculturas se van acercando a la idea de perfección: la figura humana está más conseguida (en el sentido naturalista), se abandona la frontalidad, se intenta un acercamiento hacia la armonía y la naturalidad en los ropajes o pliegues de los mismos. Los escultores de esta época consiguen llegar a la idea belleza que la cultura griega parecía estar buscando durante los siglos anteriores.
Siglo V a.C
Consideramos que el período inicial de esta etapa, que algunos historiadores han venido a llamar estilo severo, tiene lugar sobre el 480 a.C. El ejemplo más representativo de este momento es el Auriga de Delfos, realizado en bronce sobre el 474 a.C. Al parecer la figura era parte de un grupo más amplio que no se ha conservado (debemos recordar que ésta es una de las pocas esculturas griegas originales que se han conservado, la mayoría son copias romanas) y conmemoraba la victoria de un conductor de carros en los Juegos Píticos*. Aquí todavía se intuyen algunos rasgos de la escultura arcaica, como la frontalidad, pero también se aprecian algunos cambios o, si se prefiere avances: un leve movimiento y una expresión más centrada.
Auriga de Delfos Foto de David.Monniaux en Wikipedia . Licencia CC |
Existe un transición de este estilo severo al clasicismo puro que viene de la mano de Mirón, un gran escultor y autor de una de las figuras más conocidas de la historia de la escultura griega: el Discóbolo. En esta obra el movimiento adquiere mucha más importancia, pues la tensión muscular representada consigue no sólo que experimentemos la sensación de movimiento, sino también que el espacio que rodea a la obra quede integrado en ésta.
En el siglo V a.C destacan otros dos grandes escultores griegos: Fidias y Policleto.
Fidias fue un artista reconocido en su tiempo, mano derecha de Pericles, quien le encargó el proyecto iconográfico del Partenón. En este templo, dedicado a la diosa patrona de Atenas, Fidias realiza un despliegue de sensibilidad y belleza, por ejemplo, con el maravilloso friso de las Panateneas; aunque su obra más conocida es la gran Atenea Parthenos, figura crisoelefantina (hablamos de ella en el tema anterior y en el glosario) situada en la naos o cella del Partenón.
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Friso de las Panateneas. |
Policleto se centra en la figura masculina desnuda con su canon, pues su mayor preocupación era la armonía, y para ello tomo con módulo para representar el sistema de proporciones ideales del cuerpo humano, la cabeza. De tal manera que su obra más conocida, el Doríforo ya está dentro de esa proporción de siete cabezas. Sin duda, Policleto tiene una forma diferente de modelar en la que se presta una gran atención a los detalles. Él, como Fidias, fue de los primeros maestros que tuvo una escuela de seguidores.
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Siglo IV a. C
En el siglo IV a. C comienza una nueva etapa, Atenas deja de ser el centro político después de la Guerra del Peloponeso, y este cambio también se ve en la esculturas. Las figuras tienen rasgos individuales y se llega a cierta expresión de los sentimientos que anuncian la llegada de la siguiente etapa, el Helenismo.
Fundamentalmente destacan tres artistas: Praxíteles, Scopas y Lisipo. Los tres tiene rasgos específicos que los hacen interesantes. Praxíteles es conocido por el movimiento que aporta a sus figuras, por la línea sinuosa de la cadera (llamada curva praxiteliana) del Hermes de Olimpia, una de sus obras más conocidas.
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Scopas aumenta el movimiento, la naturalidad y la expresión de los sentimientos, algo que también se expresa en la torsión del cuerpo y en los pliegues de sus ropajes. La Ménade danzante es una representación de todos estos rasgos y una exaltación del pathos.
Lisipo lleva a la escultura griega hacia una mayor estilización, pues con su canon establece la medida ideal en ocho cabezas, algo que podemos observar en el Apoxiomeno, otro atleta, ya menos heroico y más natural.
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Apoxiomeno |
Curiosidad
Los Juegos Píticos eran uno de los Juegos Panhelénicos junto con los Juegos Olímpicos, Nemeos e Ístmicos. Los Píticos eran juegos de carácter poético, se celebraban en Delfos y estaban dedicado a Apolo y las Musas. Como hemos dicho algo más arriba, en estos juegos se incluían las carreras de carros. El Auriga de Delfos fue vencedor de uno de ellos.
Importante
- El siglo V a. C es considerado como el inicio del clasicismo en Grecia.
- Se consigue una aproximación a la belleza y a la perfección.
- El período inicial es conocido como "el estilo severo" cuyo mayor representante es el Auriga de Delfos.
- En el siglo V a.C destacan Fidias, Mirón y Policleto.
- En el siglo IV a.C se aprecia una mayor expresión de los sentimientos. Los escultores que destacan son Praxíteles, Scopas y Lisipo.
Actividad de lectura
"La excavaciones realizadas en Olimpia han descubierto una gran cantidad de pedestales sobre los que se hallaban las estatuas, pero estas han desaparecido.En su mayoría eran de bronce y probablemente fueron fundidas de nuevo cuando el metal escaseó en la Edad Media. Sólo en Delfos fue hallada una de estas estatuas, la figura de un auriga [...]. Difiere sorprendentemente de la idea general que uno puede haberse formado fácilmente del arte griego cuando sólo se han visto reproducciones. Los ojos que parecen tan a menudo vacuos e inexpresivos en las estatuas de mármol, o que están vacíos en la cabezas de bronce, se hallan marcados por puedas coloreadas, como sucedía siempre en aquella época. Los cabellos, ojos y labios, estaban ligeramente sobredorados, enriqueciendo y avivando el conjunto del rostro, sin que una cabeza semejante pareciera nunca chillona o vulgar. Observamos que el artista no trata de imitiar una cabeza real con todas sus imperfecciones, si no que la obtuvo de su conocimiento de la forma humana. Ignoramos si la estatua del auriga se parecía su modelo; probablemente no se "pareció" en el sentido que nosotros damos a esta palabra, pero constituye una imagen convincente de un ser humano, de simplicidad y belleza maravillosa"Obras como esta no mencionadas si quiera por los escritores clásicos griegos, nos hacen pensar en cuántas de las más famosas de esas estatuas de atletas habremos perdido, tal como la del "lanzador de disco" del escultor ateniense Mirón, que perteneció probablemente a la misma generación de Fidias." E. H. Gombrich. Historia del arte. Barcelona, Editorial Garriga 1995. |
Después de leer el texto, responde a la siguientes preguntas:
- ¿Se han conservado la mayor parte de las obras del periodo clásico?
- ¿Eran los rostros inexpresivos?
- ¿Se parecían las esculturas a sus modelos?