Descripción de la tarea
Un simposio celebrado bajo el título: Ser humano, bien y felicidad reúne a especialistas representantes de distintas corrientes éticas en una mesa redonda coordinada por un presentador. El público tiene la oportunidad de tomar la palabra y formular sus preguntas a los asistentes, si bien en algunos casos desde planteamientos sencillos e inmediatos.
En la tarea deberás reflejar esa ronda de preguntas y respuestas de los especialistas. Las preguntas podrán ir dirigidas a uno o a varios de los filósofos convocados. En aquellos casos en los que necesites evidenciar diferencias de criterio, podrás organizar una ronda de respuestas, reflejar pequeños debates, o poner en boca de uno de los contertulios el pensamiento de otros (yo sé que mi compañero socrático entiende que es el bien supremo para el ser humano es la sabiduría, yo sin embargo pienso que el conocimiento por sí solo no basta, pues sin el apoyo de unas condiciones materiales dichosas la sabiduría no puede colmarnos...)
|
En cualquiera de los casos, el conjunto de las intervenciones deberá servir para dibujar un cuadro más o menos completo sobre los siguientes aspectos:
Deberá quedar claro, en cada caso, a qué corriente pertenece cada participante (p.e. Filósofo aristotélico /Filósofo kantiano, etc.
|
Te proponemos algunas preguntas para encauzar la sesión, aunque puedes modificarlas a tu estilo o añadir las que estimes conveniente elaboradas por ti: |
Moderador: Por lo dicho hasta ahora, parece que todos ustedes comparten la idea de que una de las principales metas de la ética es definir un modelo de conducta que conduzca a una vida feliz, aunque entiendo que entre ustedes difieren a la hora de concretar cuál sería ese bien supremo cuya consecución nos haría felices, ¿no es así? F. Aristotélico. Así lo veo yo, y pienso que las principales diferencias entre nosotros están en la distinta forma de ponderar la importancia que para dicha felicidad tendrían, respectivamente, la sabiduría, el placer o la vida virtuosa. Desde mi punto de vista, siendo la sabiduría una condición necesaria, es preciso tener en cuenta que deben darse unas condiciones materiales mínimas como la ausencia de enfermedad, posesión de bienes que permitan una existencia digna, etc., y además debe darse la condición de la virtud, la capacidad para obrar con prudencia. Y en esto disiento de mi compañero F. Socrático: no basta conocer la virtud para ser virtuoso. debe darse además, una firme determinación y una puesta en práctica constante, esto es, un hábito de actuar con rectitud. La persona se hace virtuosa con el tiempo, cuando es constante en la rectitud. F. Kantiano: Entiendo que la búsqueda de la felicidad es natural y comprensible, ya que es algo a lo que en el fondo todos aspiramos, pero niego rotundamente que esta pueda proponerse como un condicionante de la moralidad. La persona que actúa moralmente se hace digna de ser feliz, pero su motivación no puede ser la felicidad, sino la actuación moral, me explico: hacer siempre lo que entiende que cualquiera debiera hacer, sin valorar el interés propio. Espectador: ¿Qué quiere decir con ello?, ¿puede ponernos un ejemplo? F. Kantiano: Por supuesto. Si yo me afano en una vida virtuosa porque he comprobado que eso me hace sentir plenamente realizado y dichoso, o porque creo que así me ganaré el cielo el cielo, por ejemplo, lo que estoy haciendo es en el fondo una conducta interesada, pero no estrictamente moral. Para mí la moralidad no puede determinarse por lo que uno hace, sino en por qué lo hace.... La autonomía moral significa una actuación puramente racional basada en la universalidad que nosotros otorgamos a una norma. Sí yo entiendo, por ejemplo, que es una norma universal que no se debe mentir, he de respetarla incluso cuando la verdad sea perjudicial para mis intereses ... |
Algunas propuestas de ampliación colaborativa:
El origen de la Ética occidental: Sócrates versus Sofistas. La búsqueda de la felicidad. La buena voluntad: Kant |