3. El S.XX.

Ivan_Pavlov_LIFE Por LIFE En Wikimedia  (Dominio público)

Ya en el S. XX nos encontramos con pensadores como el estadounidense John B.Watson que entiende que de lo único que puede tratar la psicología es del estudio de la conducta ya que es lo único observable.

De tal modo que cuestiones como el estudio de la mente y sus partes es absurdo puesto que la mente es algo intangible e ilocalizable en el cerebro. Parte de los estudios del fisiólogo ruso Ivan Pavlov para fundar la escuela conductista. 

El pilar de tal escuela es entender que toda conducta es una respuesta a un estímulo ambiental. Las teorías conductistas fueron ampliadas por Burrhus F. Skinner y el desarrollo de lo que definió como "conductismo operante", en el que se introducen factores como el refuerzo, la recompensa y el castigo.

Rubin2 Por John smithson 2007 En Wikimedia(Dominio público)

En Alemania surge de la mano de psicólogos como Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka un movimiento que va a continuar la línea marcada por el funcionalismo y que se va a denominar la escuela de la Gestalt (en alemán gestalt significa “forma” o “todo”).

Va a estudiar el proceso perceptivo al preguntarse cosas como: "¿por qué percibimos movimiento en una película cuando en realidad lo que vemos es una sucesión de imágenes fijas que cambian a una velocidad constante?"

Quieren demostrar que lo que nuestra mente percibe es distinto a lo que realmente debería percibir si solo nos ciñéramos a los estímulos externos.  La mente configura mediante principios propios los estímulos que le llegan a través de las sensaciones o de la memoria. Es por eso que cuando vemos un árbol lo vemos en conjunto, completo (de ahí el nombre de la escuela) y no vemos sus partes por separado: unas raíces que salen de la tierra que se unen a un tronco del que salen ramas que están cubiertas de hojas.

Matrix Reloadesd - Neo Por Sudhee En Flickr  (CC)

En la década de 1960, también en Alemania, Ulric G. Neisser crea la escuela cognitiva.

Esta escuela estudia la forma en la que elaboramos y usamos nuestro pensamiento, es decir, el modo en que percibimos la información, la configuramos, la interpretamos, la almacenamos y, finalmente, la recuperamos. Todo ello para explicar cuestiones como: la toma de decisiones, elaboración de juicios, aparición y modificación de sentimientos, cambios en la conducta... 

A diferencia de los conductistas, los cognoscitivistas no se fijan tanto en los modelos de conducta observable, sino en las estructuras mentales internas, estructuras que determinan el modo en que el individuo recibe y organiza mentalmente la información. 

Face Imagen de geralt en Pixabay (CCO)

Una de las perspectivas psicológicas fundamentales que están en vigor actualmente es la neurobiología . Esta corriente entiende que el cerebro es el centro y origen de todos los procesos mentales: la percepción, la recepción, codificación y decodificación de la información, los sentimientos, las emociones y la imaginación.

Para estudiar al cerebro, al ser un músculo más del cuerpo, se le estudiará desde una dimensión puramente física, así se dividirá en regiones dependiendo de las distintas funciones que estas desempeñen, se estudiará su interconexión con otros órganos y músculos, así como el hecho de que dependa de ciertas sustancias químicas que segrega nuestro cuerpo para funcionar.

Entre las últimas incorporaciones al campo de la psicología citar dos perspectivas como la evolucionista y la jurídica.

La evolucionista estudia desde un punto de vista biológico aquellos patrones de conducta que conforman al ser humano (altruismo, celos, humor, violencia…), sus funciones y características.

Su método de estudio consiste en ir comparando distintas épocas para ver cómo estos han ido apareciendo y qué factores los han ido modificando, estos pueden ser: catástrofes naturales, guerras, cambios de hábitos, factores ambientales…

Sus estudios van muy unidos a los avances que se hacen en ramas como la genética.

Dorothy_Phillips_dramatic_moods Imagen de Wikimedia (Dominio público)

La jurídica, como su nombre indica, es la aplicación de la psicología al ámbito jurídico. Esto supone un amplio radio de acción que va desde el análisis del impacto que puede suponer elementos como: la implantación de nuevas leyes en la sociedad, la intervención en juicios para entender el estado mental tanto de la víctima como del acusado y el asesoramiento directo a los presos en sus centros de reclusión.

La principal rama de la psicología jurídica es la psicología forense.