1. ¿Puede existir música sin ritmo?

Cualquier obra musical se compone de tres estratos o capas: melodía, armonía y ritmo. Haciendo una analogía con una tarta, podríamos decir que este último elemento, el ritmo, es equiparable a la base sólida de una tarta puesto que es el encargado de proporcionar estabilidad, estructura y fundamento a la composición musical.
En ese sentido, puedes imaginar el ritmo como la masa firme y bien horneada que sostiene todo el peso de la creación musical. Es la plataforma sobre la cual se sustenta la siguiente capa musical llamada armonía (o acompañamiento), que a su vez se fusiona con el ritmo para crear lo que conocemos como ritmo armónico.
Por otro lado tenemos la melodía, que podría ser el recubrimiento que adorna y da forma al conjunto, elevando la experiencia auditiva a nuevas alturas y que, al igual que el topping, puede variar en color, densidad, sabor, etc. Eso si, no podemos olvidar que si eliminamos la estructura rítmica y armónica subyacente, poco puede hacer esa melodía más allá de sonar un poco "desnuda".
Por último tenemos la letra, que la podemos comparar con la guinda del pastel porque aporta ese toque final a la composición musical pero que puede o no estar presente. Al igual que algunas tartas llevan ese dulce como adorno y otras no, algunas composiciones musicales incorporan letras que añaden significado y profundidad, mientras que otras se apoyan únicamente en la combinación de ritmo, armonía y melodía.
Como ya vas intuyendo, a lo largo de esta situación de aprendizaje vamos a poner el foco en el componente rítmico, dando así continuidad a lo que trabajamos en la situación de aprendizaje 1.1, donde aprendimos que el ritmo es innato al ser humano y, en mayor o menor medida, todos y todas tenemos sentido rítmico. Tanto es así, que la mayoría del público que asiste un concierto notaría si se produce algún fallo en el ritmo, mientras que es mucho más complicado darse cuenta de que un músico se ha equivocado en una nota o acorde.
Por ello, te invito a que te adentres de lleno en esta situación de aprendizaje en la que descubrirás y comprenderás que el ritmo, sin lugar a duda, se revela como la piedra angular de la creación musical. Además, tendrás la oportunidad de demostrar que has interiorizado todos los conceptos teóricos y saberes básicos que abordaremos en los diferentes apartados. Para ello se ha propuesto un reto en el que deberás interpretar unos patrones rítmicos que luego combinarás para crear una increíble composición rítmica usando la app BandLab.