5. La caída de la Monarquía y el auge del Republicanismo (enero 1930-abril 1931)

La monarquía había quedado muy desprestigiada tras el apoyo de ésta a la Dictadura de Primo de Rivera. Consciente de la gravedad del momento y falto de apoyos, Alfonso XIII manda formar gobierno al General Dámaso Berenguer. Veamos en este documental los acontecimientos:

 

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Vídeo de Auxiliadora de la Torre Cárdenas alojado en Youtube.

Como has escuchado en el documental, la oposición política ilegalizada durante la Dictadura, firmó el Pacto de San Sebastián (1930). El Pacto implicó la creación de un comité revolucionario, compuesto por Alcalá Zamora (que lo presidía), Miguel Maura, Marcelino Domingo, Indalecio Prieto, Manuel Azaña, Claudio Albornoz y Fernando de los Ríos. Este sería a la postre el primer gobierno provisional de la II República. Lo acordado era apoyar un pronunciamiento militar a favor de la República. Sin embargo, la fecha acordada se vio adelantada inesperadamente por la Sublevación de Jaca (el 12 de diciembre de 1930, Fermín Galán y García Hernández). Este levantamiento fracasó siendo fusilados sus dirigentes.

El sentimiento republicano se hacía cada vez mayor, los antiguos partidos políticos que habían quedado deshechos tras la dictadura primorriverista estaban reactivándose y el movimiento obrero respiraba después de años de represión.

Los intentos de Berenguer de convocar elecciones, desoídos por los partidos políticos más afines, no dieron resultado. La jefatura de gobierno pasó a manos del almirante Aznar en febrero de 1931 quien convoca elecciones municipales para el 12 de abril: los resultados daban la victoria a los partidos republicanos en las principales capitales de provincias. Las elecciones se convertían así en un plebiscito popular a favor de la república y en contra de la monarquía. Alfonso XIII cesó en sus funciones y salió hacia el exilio desde el puerto de Cartagena. El 14 de abril de 1931 se proclamaba la IIª República.

 

 

Actividad de Lectura

Las elecciones celebradas el domingo, me revelan claramente que no tengo el amor de mi pueblo. Mi conciencia me dice que ese desvío no será definitivo, porque procuré siempre servir a España, puesto el único afán en el interés público hasta en las más críticas coyunturas. Un Rey puede equivocarse y sin duda erré yo alguna vez, pero sé bien que nuestra patria se mostró siempre generosa ante las culpas sin malicia. Soy el Rey de todos los españoles y también un español. Hallaría medios sobrados para mantener mis regias prerrogativas en eficaz forcejeo contra los que las combaten; pero resueltamente quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro, en fratricida guerra civil.

No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósitos acumulados por la Historia de cuya custodia me han de pedir un día cuenta rigurosa. Espero conocer la auténtica expresión de la conciencia colectiva. Mientras habla la nación suspendo deliberadamente el ejercicio del Poder Real reconociéndola como única señora de sus destinos.

También quiero cumplir ahora el deber que me dicta el amor de la Patria. Pido a Dios que también como yo lo sientan y lo cumplan todos los españoles.-

14 de abril de 1931


Alfonso, Rey.

 

1. Vuelve a leer el texto de Alfonso XIII del punto 4. ¿Hay diferencia en el tono de ambas declaraciones de Alfonso XIII?

2. Lee de nuevo las siguientes frases: "quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro en fratricida guerra civil. No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósito acumulado de la Historia". ¿Qué significan? ¿Eran premonitorias de lo que iba a ocurrir después?