3. Estructura sociodemográfica de la población. Factores, evolución, cambios y resultados. Índices de medida.

La relación entre hombres y mujeres

La relación que existe en una población entre el número de mujeres y el número de hombres se denomina sex ratio o proporción entre sexos. Antiguamente se empleaba también el término índice de masculinidad, pero este está en desuso ya que es una denominación con connotaciones machistas. En cualquier caso, la sex ratio mide el número de hombres que existe en una población, comparándolo con el valor de cien mujeres. De esta forma, aunque el nombre haya evolucionado, el valor en sí no deja de ser un tanto subjetivo y en cierta manera le da más importancia a la medición de los varones que a las hembras.

Actualmente, esta relación en España es de 97 hombres por cada cien mujeres. Es decir, hay un número ligeramente superior de mujeres en relación con el de hombres. En el mundo, sin embargo, los varones superan ligeramente al número de mujeres, unos 100.1 por cada cien, pero a grandes rasgos, existe el mismo número de personas de ambos sexos, prácticamente.


Al igual que sucede en España, en la mayor parte de los países del mundo desarrollado
predominan más las mujeres (en color rojo), que los hombres (en color azul).
Imagen en Wikimedia Commons de CIA bajo CC

La composición de la población por su estado civil: solteros, casados, separados, divorciados, viudos, etc.

Aunque quizás la importancia que este valor tiene ahora mismo haya disminuido en relación con épocas pasadas, una forma de conocer el comportamiento demográfico de la población es analizarla según la composición de la misma por su estado civil.

Los censos distinguen en la información que ofrecen entre solteros, casados, separados, divorciados o viudos. Sin bien es verdad que esta clasificación, tal y como mencionamos en el tema anterior, está perdiendo cada vez más importancia ante el surgimiento de nuevas formas sociales de relación entre las parejas (parejas de hecho, uniones libres, matrimonios entre personas de un mismo sexo, etc.).

El Registro Civil es el organismo encargado de recoger el estado de la población española en cuanto a su situación legalmente reconocida. Los nacimientos, y en consecuencia el número de solteros; los matrimonios, y por tanto el paso de solteros a casados; y las defunciones, y con ello las personas que pierden su pareja y se convierten en viudas o viudos, son anotados por este departamento de la estadística del Estado.

La tasa de nupcialidad ha ido descendiendo progresivamente
en España durante las últimas décadas
Imagen en Wikimedia Commons de Xavier bajo dominio público

La composición de la población por su nivel educativo y cultural

Con frecuencia aparecen noticias en los informativos sobre el bajo nivel educativo que posee la población española. Esta afirmación puede calificarse como una verdad a medias, porque si bien es cierto que comparativamente hablando con otros sistemas de enseñanza España ocupa un lugar que ciertamente no es privilegiado, en lo referido al nivel de estudios global de la población no puede decirse exactamente lo mismo.

Casi la mitad de los alumnos españoles alcanzan a estudiar la enseñanza primaria, pero solo uno de cada tres llega a la secundaria y solo uno de cada cinco a la Universidad o cursa estudios superiores. En este sentido, nuestro país no se aleja demasiado del resto de los países de su entorno.

El problema se halla en que muchas de esas personas no finalizan el nivel educativo que han comenzado, por lo que el denominado "fracaso escolar" es más elevado que en otros lugares. Otro problema de la educación en España es que los licenciados universitarios tienen muchas dificultades para acceder al mundo laboral cuando acaban sus estudios, en particular en determinadas carreras universitarias.

Sin embargo, es justo reconocer que en las últimas décadas, la situación cultural o educativa española ha mejorado sensiblemente con respecto a la existente en tiempos pasados no demasiado lejanos. El analfabetismo, por ejemplo, es ya casi un recuerdo del pasado, y solo las personas muy mayores o en las áreas de mayor marginalidad, es posible encontrar actualmente personas que no sepan ni leer ni escribir.

El analfabetismo se ha ido reduciendo en España conforme
la educación se ha ido haciendo extensiva a todas las clases sociales
Imagen en Wikimedia Commons de Zpz bajo CC

La composición de la población por grupos de edades y su evolución a lo largo del tiempo

Para conocer a grandes rasgos cómo es la estructura demográfica de un país por edades, se emplea la división de la población en tres grandes grupos: jóvenes, adultos y ancianos. En función del grupo predominante se dice que la población es joven, madura o envejecida. España, como veremos, ha ido atravesando a lo largo del último siglo esas tres etapas, y en la actualidad, comienza a acercarse al modelo de población envejecida, aunque todavía no puede calificarse de esa forma.

Actualmente la estructura demográfica por edades muestra las huellas de estos profundos cambios. Hoy día, pese a un ligero rejuvenecimiento gracias a la inmigración, el número de jóvenes ha descendido hasta representar solo un 15 %, es decir, menos de la mitad de lo que tenía este grupo hace un siglo. El de adultos ha ido creciendo ligeramente, hasta ser cercano al 70 %, y el de ancianos ha experimentado un espectacular aumento hasta situarse aproximadamente en un 17 %. España, sin duda, está envejeciendo.

 
Envejecimiento de la población española por provincias en el año 2005
Imagen en Wikimedia Commons de Rodriguillo bajo dominio público

La representación gráfica de la estructura de la población por sexos y edades de la población. Las "pirámides" de población.

Para conocer de la forma más rigurosa y completa cómo es la estructura de la población española (o de cualquier otra) es preciso analizar cuál es la composición de la misma por sexo y edades.

Los datos del conjunto de la población agrupados por mujeres y hombres y acumulados en grupos de edad anuales o de cinco en cinco años, permiten construir la denominada pirámide de población. Este es su nombre más conocido, aunque realmente no es el más acertado.

La pirámide permite conocer de manera clara y concisa cómo es la estructura demográfica de un país. Es un método comúnmente utilizado y que quizás conozcas de casos anteriores, pero en este en particular, lo vamos a aplicar para conocer mejor cómo es la composición de la población española y cuál ha sido su evolución a lo largo de la Historia.

 


A comienzos del siglo XX,
la representación gráfica de la estructura demográfica española
presentaba esta forma de triángulo equilatero
Imagen en Wikimedia Commons de Rodriguillo bajo dominio público

La estructura actual. Una población con una clara tendencia al envejecimiento.

En esta ocasión completamos nuestro recorrido por la Historia demográfica española con el estudio de la pirámide de 2009 y, en consecuencia, con la estructura de la población española hoy día.

Para ello vamos a comentar la siguiente pirámide que corresponde a dicho año:


Estructura de la población española por sexos y edades en el año 2009
Autora: María Luísa de Lázaro y Torres. Fuente (INE)

Viendo esta imagen, no sería todavía justo decir que la pirámide de población española presenta una forma claramente convexa, es decir, envejecida. Pero sí que es posible afirmar que, si se sigue manteniendo esa misma evolución, en pocas décadas España se habrá convertido en un país con una población con una edad media muy elevada.

Existe dos claves para interpretar esta evolución. Por un lado la que probablemente es la más importante, el radical descenso que ha experimentado la natalidad en las últimas décadas. Observa como los grupos de edad comienzan a reducir sus efectivos a partir de los 25 - 29 años. Es decir, a los nacidos entre 1980 y 1984. Hasta ese momento, los grupos demuestran una gran regularidad, ya que van descendiendo paulatinamente sin que apenas se experimenten sobresaltos. Pero desde el lustro anteriormente mencionado, la reducción de los efectivos es verdaderamente espectacular.

Ese estrechamiento de la pirámide llega a su punto máximo entre aquellos niños que tienen entre 10 y 14 años. Esto es, en los nacidos entre 1995 y 1999, momento en el que la población española alcanzó las tasas más bajas de natalidad.

Curiosamente, se puede apreciar como en los dos grupos de la base la tendencia está empezando a cambiar. La natalidad se ha recuperado y nacen más niños. La explicación a este hecho radica, no tanto en un cambio de la mentalidad de los españoles y sobre todo de las españolas, sino a la llegada de varios millones de inmigrantes entre los cuales, las mujeres, poseen una mentalidad muy distinta de la de las españolas. Ello las lleva a mantener una tasa de natalidad mucho más alta que la de estas.

La llegada de inmigrantes en las últimas décadas
ha permitido un cierto rejuvenecimiento de la población
Imagen en Wikimedia Commons de R. K: Singam bajo dominio público

Importante

  • Estructura demográfica: Composición de una población por sexos y edades. Se suele representar mediante la denominada "pirámide" de población.
  • Pirámide de población: Representación gráfica de la estructura de la población mediante un doble histograma de frecuencias. En la base de la misma (eje de abcisas) se sitúa el número de personas, y en la vertical (eje de ordenadas), los diferentes grupos de edades.
  • Población activa: Es aquella que se encuentra en edad de trabajar (en España entre 16 y 64 años) y desea hacerlo, lo que la diferencia de la potencialmente activa en la que se incluyen todas las personas entre las dos edades anteriores. la población activa se divide entre la que está trabajando y la que está desempleada.
  • Sex ratio: También denominada proporción entre sexos o, antiguamente, índice de masculinidad. Es la relación que existe en una población entre mujeres y hombres. Normalmente se toma como número índice el de cien mujeres, mientras que el de hombres se relaciona con el de mujeres.
  • Tasa de dependencia: Es la relación que existe entre las personas que están en edad activa y las que no lo están, es decir, los jóvenes menores de 16 años, y los ancianos mayores de 65, divididos entre los que tienen de 16 a 64 años de edad. 
  • Tasa de nupcialidad: Es la relación existente entre el número de matrimonios que se contraen en un año y la población total entre la que tienen lugar esos matrimonios.

Actividad de lectura

Ana Palomares. Madrid 25/01/2019 - 13:32 El economista.es

La sostenibilidad del sistema público de pensiones lleva años siendo objeto de debate entre los actores públicos y también los privados del sistema. Todos coinciden en que es vital rediseñarlo, que no eliminarlo, para convertirlo en sostenible en un contexto socioeconómico de envejecimiento de la población, desaceleración económica y reducción de las cotizaciones laborales. Una reforma integral que con el paso de los días se vuelve cada vez más complicada.

Óscar Arce, director de economía y estadística del Banco de España, ha explicado esta mañana en un Semanario de Pensiones organizado por Inverco, por qué urge llevar a cabo reformas con celeridad apoyándose en dos datos clave. Por una parte está la tasa de dependencia o, lo que es lo mismo, la proporción de personas dependientes (menores de 16 años o mayores de 65) sobre la población en edad de trabajar. "La tasa de dependencia es lo que más está impactando en el gasto de pensiones y sigue ascendiendo porque además se incorporan pensionistas con pensiones elevadas y superiores a la pensión media actual, lo que presiona el gasto del sistema", afirma Arce – de hecho, la Seguridad Social ha destinado en enero la cifra récord de 9.535,5 millones de euros al pago de las pensiones contributivas, un 7,08% más que en el mismo mes de 2018, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social- . Y esa presión irá a más ya que desde el Banco de España calculan que se situará en niveles superiores al 50% tan pronto como en año 2030.

Solo con esto lo previsible es que la tasa de sustitución (el porcentaje que cubre la pensión pública sobre el último salario) tienda a la baja y por tanto a igualarse con la media de la UE, que se sitúa en niveles del 40%, frente a la media española del 70%. El problema es que esa rebaja en la tasa de sustitución tiene que ir acompañada de unas reformas integrales del sistema que cada vez será más complicado que se produzcan. Y todo por un tema demográfico. "Cada vez será más difícil implementar reformas en el sistema de pensiones porque hay que tener en cuenta que la edad media del votante seguirá creciendo", apunta Arce. De acuerdo con los datos del INE, la edad media del votante en España está hoy entre los 45 y los 50 años pero se calcula atendiendo a las previsiones demográficas que esa media alcance los 55 años a partir del año 2045 (ver gráfico). Y a los votantes más mayores es más difícil convencerlos de la necesidad de una pensión pública a la baja para garantizar la sostenibilidad del sistema y la equidad intergeneracional.

Realiza un comentario en el que relaciones esta situación con la estructura actual de la población española. ¿Qué soluciones podrían barajarse?