2.1. Falacias materiales
Los griegos distinguían entre los paralogismos y los sofismas. Ambos serían tipos de falacias, pero mientras que en los primeros el razonamiento es incorrecto por error o ignorancia (falacia proviene de "fallo"), en los segundos hay una intención inequívoca de engañar a nuestro interlocutor.
Dentro de las falacias podemos distinguir también entre las llamadas falacias formales y las falacias informales o materiales. Llamamos falacias formales a aquellas en las que lo que falla es la forma del razonamiento, que parece correcta, pero no lo es. Mientras que las falacias informales (o materiales) serían argumentos convincentes pero intencionadamente incorrectos (por defectos de expresión o por la constitución misma del razonamiento).
Vamos a ver algunos ejemplos de falacias materiales:
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Falacia ad verecundiam: consiste en defender una conclusión simplemente porque alguien a quien se considera una autoridad ha dicho lo mismo (es el llamado "argumento de autoridad"). Por ejemplo: La Tierra no se mueve porque lo dijo Aristóteles (o la Biblia) -se decía durante la Edad Media-.
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Falacia ad hominem: ataca no el argumento de nuestro adversario, sino directamente a la persona, desacreditándola (es una falacia "dirigida a la persona"). Por ejemplo: no puede ser cierto lo que dice, porque ese no tiene ni idea de lo que habla (y además es un...).
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Falacia ad populum: apela a los sentimientos o prejuicios de la mayoría ("del pueblo") para que nos apoyen. También es llamada falacia demagógica o sofisma patético. Un ejemplo: los inmigrantes nos quitan los puestos de trabajo, luego hay que expulsarlos a todos (claro, a nadie le gusta que le quiten el trabajo, ¿no?).
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Falacia ad ignorantiam: algo es verdadero porque no se puede demostrar lo contrario. Ejemplo: los extraterrestres tienen que existir necesariamente, ya que nadie ha demostrado todavía que no existan (puedes cambiar el sujeto de la frase y poner lo que quieras en su lugar: duendes, hadas, brujas...). Pero es evidente que la falta de pruebas no prueba nada.
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Falacia ad baculum: muy común, tanto entre personas como entre países (significa "por la fuerza" o a bastonazos). Mejor que me hagas caso porque o si no... Podríamos decir que, más que un argumento, es una amenaza.
Otros tipos de falacias informales serían:
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Clown Talk por postaletrice en Wikimedia Commons, |
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Falacia circular o petición de principio ("petitio principii"): se da por supuesta alguna de las premisas, que en realidad es lo que se quiere demostrar (es el llamado "círculo vicioso"). Ejemplo: Si eres supersticioso, entonces tendrás mala suerte. ¿Y por qué? Porque ser supersticioso trae mala suerte.
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Falacia por generalización indebida (o precipitada): consiste en la aplicación del principio de inducción a partir de pocos casos (o incluso un único caso). Por ejemplo, si alguien de un país (o región o ciudad) te ha tratado mal, pues ya consideras que todos los habitantes de ese país son todos iguales.
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Falacia de falsa causa: no hay que confundir algo que siempre acompaña a otro evento o circunstancia con su causa. Por ejemplo, si considero que aprobé un examen o gané un partido porque llevaba puesta tal cosa, entonces creo que siempre será así.
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Falacia semántica: cuando juego con conceptos equívocos o con doble significado. Por ejemplo: con un gato se puede levantar un coche (aunque no con cualquier gato, claro).
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Falacia del "tu quoque" o "anda que tú": discusiones familiares. No se argumenta, se devuelve el mismo argumento, descalificando de paso al adversario.
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Falacia de eludir la cuestión ("ignoratio elenchi"):o irse por la tangente (o por los cerros de Úbeda). Muy típica de los filósofos. Tú me preguntas una cosa y yo te contesto con otra pregunta.