La actividad económica y la iniciativa emprendedora: El Estado y la economía

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La actividad económica y la iniciativa emprendedora: El Estado y la economía

Acueducto de Segovia. Mediante sus grandes obras públicas el Estado romano daba a sus ciudadanos servicios (en este caso agua) y trabajo. Imagen de 23Agata en Wikimedia Commons. Licencia CC.

Ya sabes que el Estado es uno de los principales agentes económicos, junto a las familias y las empresas. Lo ha sido desde los orígenes de la civilización. De hecho, todas las economías complejas se han dado en sociedades con estados y el desarrollo económico siempre se ha asociado al desarrollo del Estado. Así que es evidente que el Estado ha jugado siempre un papel esencial en la economía. Eso sí, ese papel ha cambiado mucho según han ido cambiando la estructura económica y el sistema político.

Antes de la revolución industrial veríamos enormes diferencias entre los grandes imperios antiguos, medievales y modernos: el Imperio romano, el Imperio Bizantino, el Imperio Islámico, los sucesivos imperios chinos, el Imperio Turco, la monarquía hispánica, las monarquías absolutistas de los siglos XVII-XVIII... Y aún mayores diferencias entre estas grandes unidades políticas y otras mucho más pequeñas o débiles, como las ciudades-estado, los reinos germánicos de la Alta Edad Media o los débiles estados feudales.

Stalin dirige la economía en un poster soviético (1934) Imagen en Wikimedia Commons. Dominio público.

Después de la revolución industrial, has tenido ocasión de ver en este curso la existencia de formas completamente diferentes de entender la relación del Estado con la economía. Dentro de los estados liberales, las tendencias han ido evolucionando con el tiempo:

1) Hasta la crisis del 29 predominó el liberalismo clásico, que defiende la menor intervención posible del Estado en la economía de mercado.

2) A partir de la crisis del 29 la mayoría de los estados liberales buscaron un compromiso entre el liberalismo y la intervención estatal en la economía, a fin de aliviar los efectos de las crisis y de corregir las desigualdades sociales. Las doctrinas keynesianas son el principal modelo teórico de este compromiso y el modelo de Estado del Bienestar de la Europa de la guerra fría su mejor ejemplo.

3) Desde la crisis del petróleo de 1973 ha tomado fuerza un retorno a los principios del liberalismo puro, que defiende una reducción de la intervención estatal. Sus principales defensores son la escuela económica monetarista y el movimiento político comúnmente conocido como neoliberalismo. Hoy en día las políticas económicas oscilan entre esta posición y la de los partidarios de una mayor intervención del Estado.

A estas distintas tendencias dentro del liberalismo político hay que sumar las alternativas planteadas por movimientos políticos opuestos a él:

• La economía planificada por el Estado de los regímenes comunistas.
• La economía dirigida por el Estado, pero manteniendo formas económicas capitalistas, que defendían los regímenes fascistas y las dictaduras próximas a ellos.

Si nos centramos en las posiciones que hoy predominan en los países desarrollados de tradición liberal (como es el nuestro), diríamos que el Estado interviene en la economía por una serie de razones:

a) Establece el marco legal que regula la actividad económica y es el responsable de garantizar que esas reglas del juego sean respetadas.

b) Ofrece bienes y servicios que las empresas privadas no ofrecen o no lo hacen en la cantidad suficiente (o a un precio que permita su consumo generalizado). Se trata sobre todo de bienes y servicios que son poco rentables, implican una gran inversión y benefician a todos: seguridad, vías de transporte, alumbrado público, sanidad, educación... Son los bienes y servicios públicos: bienes y servicios que a una sola persona le costaría mucho ofrecer o conseguir pero que podemos producir de forma colectiva poniendo parte de nuestros recursos en común.

c) Establece políticas redistributivas para paliar los efectos de la desigual distribución de la renta.

d) Corrige los desequilibrios creados en el mercado por la existencia de condiciones de competencia imperfecta: monopolios, oligopolios...

e) Contribuye a estabilizar la economía, corrigiendo los efectos económicos negativos de los ciclos económicos, es decir, la alternancia de períodos de crecimiento y períodos de crisis que es típica de las economías industrializadas.

f) Incentiva la modernización de la economía mediante políticas que tratan de estimular la innovación.

g) Limita los efectos negativos que a menudo la actividad económica tiene sobre personas que no se benefician de ella (piensa por ejemplo en ruidos u olores que puede emitir una fábrica sobre sus vecinos) y muy en especial sobre el medio ambiente: contaminación, destrucción de ecosistemas...

Dos ejemplos de las razones por las que el Estado interviene en la economía: ofrecer servicios públicos como la seguridad y limitar los efectos perjudiciales de la actividad económica, como la contaminación.
Imagen de Contando Estrelas en Wikimedia Commons. Licencia CC.	Imagen de Informatica e Informatica en Wikimedia Commons. Licencia CC.