2. La inversión: concepto y clases
La palabra inversión se utiliza de diversas formas y con significados distintos. Cuando una persona adquiere acciones en la bolsa o contrata un plan de pensiones, decimos que está realizando una inversión financiera. Si alguien adquiere una casa, nos referimos a esta compra como una inversión inmobiliaria. Cuando una empresa aprovechando una oferta adquiere materias primas necesarias en su proceso productivo está invirtiendo en stocks.
En todos los casos la inversión se llevará a cabo cuando el desembolso que genera, suponga algún rendimiento o rentabilidad para la persona o en nuestro caso particular, para la empresa.
![]() Invertir para producir Fotografía de jurvetson en Flickr. Licencia CC |
El término inversión tiene dos acepciones, inversión económica e inversión financiera. Como sabes, la empresa necesita adquirir una serie de elementos o factores de producción para llevar a cabo su actividad. Realizar estas adquisiciones, supondrá emplear una serie de recursos. En un sentido extrictamente económico, invertir es utilizar fondos financieros para adquirir los bienes y servicios necesarios en la producción de bienes y servicios.
El término inversión suele reservarse a aquellas adquisiciones de bienes que componen el activo no corriente, esto es, bienes que van a permanecer en la empresa durante varios ejercicios y que normalmente suponen un desembolso importante de dinero.
En un sentido amplio, si nos referimos a la inversión en términos económico-financieros, esta no se limita a la adquisición de bienes para producir. El término se extiende a todo empleo de recursos cuyo objeto sea la obtención de una rentabilidad futura. Junto a las inversiones económicas están las inversiones financieras, que consisten en ofrecer fondos a otras empresas. Un ejemplo de inversión financiera es un préstamo que se realiza a otra entidad o la adquisición de acciones de otra compañía.

Importante
En un sentido extrictamente económico, invertir es utilizar fondos financieros para adquirir los bienes y servicios necesarios en la producción de bienes y servicios.
Por último, en un sentido aún más amplio, invertir es renunciar a una satisfacción inmediata y cierta con la esperanza de obtener una satisfacción mayor en el futuro y de la cual el bien invertido es el soporte. En la vida ordinaria, fuera del ámbito estrictamente empresarial podemos encontrar ejemplos de este concepto de inversión, como el del estudiante que decide continuar su formación, invirtiendo tiempo, esfuerzo y dinero con la esperanza de conseguir acceder en el futuro a mejores puestos de trabajo.
Dentro de la empresa encontramos múltiples ejemplos de este concepto. Así, se habla de invertir en capital humano en relación con las actividades de formación o selección de trabajadores con alta cualificación que se realizan en la empresa. Se trata de asumir un coste presente con la esperanza de ver una recompensa futura. Otra inversión muy importante es la que se realiza en I+D+i, las empresas realizan inversiones en investigación con el objetivo de conseguir productos novedosos que les proporcionen ventajas competitivas.
A continuación, veremos con mayor detenimiento las distintas formas de clasificar una inversión en función de diversos criterios.