2. El dominio del clima atlántico u oceánico
En la siguiente imagen podemos ver en diferentes tonos de azul, las zonas de España con clima atlántico.
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Imagen (extracto) de Galjundi7 en Wikipedia. Licencia CC |
Galicia, y también el norte de Portugal, quedan bajo el radio de acción de este dominio climático, aunque por su especial configuración, más maciza y por tanto también más al interior, en las zonas gallegas más alejadas de la costa se puede dar una variante de este mismo clima con unas características más continentalizadas.
Las principales características que tiene este dominio climático podríamos resumirlas en la abundancia de sus precipitaciones y la suavidad de sus temperaturas.
En el siguiente video musical, extraído de youtube, podemos observar algunas características del clima atlántico tanto en el texto de la canción como en las imágenes.
Video subido por nachovegaweb en Youtube |
Unas lluvias abundantes
La característica más significativa del dominio climático oceánico es que las precipitaciones son abundantes y relativamente constantes a lo largo del año. Aunque las cantidades son muy variables, este dominio suele tener unas precipitaciones totales anuales en torno a los 1.000 mm de media. Pero este valor fluctúa mucho según las zonas, ya que mientras en las zonas costeras las lluvias rondan los 800 mm o incluso algo menos, como sucede en La Coruña, en determinadas zonas del interior de la montaña cantábrica o del macizo Galaico, como en Arruazu (Navarra) o en el embalse de Eume (Galicia), las precipitaciones pueden alcanzar incluso los 3.000 milímetros. Pero la intensidad de las lluvias en la cornisa cantábrica y en Galicia no solo se debe a la habitual humedad propia del clima oceánico. Hay otro factor muy importante que entra también en juego. Se trata de, las ya vistas en el tema anterior, lluvias orográficas o de relieve, que recordamos que son las producidas al enfriarse las nubes que llegan del Atlántico cargadas de humedad y tienen que elevarse al encontrarse con los numerosos sistemas montañosos de la franja cantábrica.
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San Sebastián: ciudad española con menos horas de sol anuales Imagen de Iokin en flickr. Licencia CC |
La lluvia en la España atlántica es además muy regular, ya que está prácticamente lloviendo todo el año. Solo en la estación veraniega las lluvias disminuyen ligeramente a consecuencia de la influencia de los anticiclones procedentes del sur, pero aún así, siguen siendo zonas muy lluviosas durante todo este período. Esto provoca también que la nubosidad sea muy abundante y que la insolación sea por tanto menor. De esta manera, una ciudad como San Sebastián tiene recogidas el menor número de horas de sol al año de España.
Unas temperaturas suaves
El dominio del clima oceánico se caracteriza por unas temperaturas que en general son bastante suaves durante todo el año. La proximidad a la gran masa de agua del océano Atlántico provoca que la influencia del mismo impida tanto un calor muy elevado, como un frío muy intenso. De ahí que la oscilación térmica en las zonas que poseen este clima sea muy pequeña, comparativamente hablando con el resto de los climas de España.
La temperatura media de estas regiones suele rondar los 12 o 13 grados. Es raro que los meses de verano superen los 20 grados, mientras que en invierno no suele ser habitual que el termómetro marque menos de seis o siete grados, sobre todo en las zonas costeras. En los lugares situados más al interior estos valores pueden ascender ligeramente, pero si algo caracteriza a las zonas de clima oceánico es que normalmente este se suele dar en las costas próximas al mar.
Existen algunas excepciones a las características antes mencionadas, como sucede en algunas zonas del interior de Galicia, como el caso de Orense, donde en algunos meses de verano se han llegado a alcanzar temperaturas máximas en torno a los 46 grados, pero son olas de calor poco frecuentes siendo lo normal unas temperaturas que no son tan extremas.
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En Orense se puede alcanzar temperaturas cercanas a los 46 grados Imagen de Víctor Hermida en Fliclr. Licencia CC |
Fuertes vientos en la cornisa cantábrica
La cornisa cantábrica se caracteriza por la presencia de fuertes vientos a los que, en determinados lugares, se les denomina galernas. Estos vendavales han sido los causantes de numerosos accidentes marinos en los barcos que navegan por sus costas. Pero no solo sus efectos se han dejado sentir sobre los navegantes, también en ocasiones las fuertes ráfagas de viento han tenido consecuencias catastróficas para las poblaciones próximas al mar Cantábrico.
Un ejemplo de esto fue el famoso incendio que se produjo en Santander en 1941, y que se extendío rápidísimamente por todo el casco histórico de la ciudad a causa de los fortísimos vientos de hasta 140 km/h que asolaban la ciudad por esos días, destruyendo casi todo vestigio de la época medieval de la capital cántabra.
Un clima diferenciador
La confluencia de contar tanto con un relieve abrupto, como con una climatología diferente de la del resto de la España peninsular, ha provocado que en esta zona de España exista cierta conciencia de tener un carácter diferente al del resto de los territorios españoles. Esto es algo en lo que el clima ha colaborado bastante, y que se puede ver en numerosos episodios a lo largo de la historia de España. No es casual que estas regiones fueran las últimas de Hispania en incorporarse a la dominación romana, o que a los ejércitos árabes no les interesara penetrar en estos territorios para culminar la dominación islámica de toda la Península.

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Pregunta de Elección Múltiple

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Los climogramas
Un climograma, climodiagrama o diagrama ombrotérmico es una representación gráfica muy útil en la que se reflejan las temperaturas y las precipitaciones de un lugar a lo largo de un año. Las temperaturas se manifiestan mediante una línea que une las diferentes temperaturas medias que se han producido cada mes, mientras que las precipitaciones se expresan mediante una barra por cada mes del año.
Para comentar un climograma tenemos que analizar en primer lugar las características de las temperaturas (máxima, mínima, amplitud térmica y media anual) y de las precipitaciones (precipitaciones totales, características, máximas, mínimas y si hay estación seca). Una vez hecho esto, debemos señalar y razonar el tipo de clima ante el que creemos estar, y, finalmente, intentar localizar geográficamente el clima en cuestión estableciendo sus principales factores geográficos y atmosféricos.
Si quieres saber más acerca de cómo realizar y comentar un climograma, entra en esta página del Instituto Geográfico Nacional. Vamos ahora a poner un ejemplo de un climograma propio de del clima Atlántico. Se trata de la ciudad de Bilbao.
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Imagen en Instituto Geográfico Nacional bajo uso educativo
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Como vemos, se trata de un ejemplo muy claro de clima oceánico, ya que podemos observar claramente la suavidad de sus temperaturas medias, su reducida amplitud térmica y la elevada pluviosidad.

Pregunta Verdadero-Falso
Retroalimentación
Verdadero
Las temperaturas de las regiones bajo el dominio atlántico u oceánico suelen ser suaves, ya que no hay ni frío extremo ni un calor muy elevado.
Retroalimentación
Falso
A pesar de que su litoral está situado junto al oceáno Atlántico, el clima de estos territorios es de carácter mediterráneo.
Retroalimentación
Falso
Aunque el clima oceánico suele ser suave, hay zonas en el interior de Galicia que alcanzan en verano hasta 46 ºC, como ocurre en el caso de Orense.