3.1. El Califato Abbasí
![]() Bandera de la dinastía Abbasí, con el negro como símbolo |
La Revuelta Abbasí
Pese al éxito de la expansión territorial y religiosa del Islam, el periodo gobernado por la dinastía Omeya había seguido siendo una etapa marcada por los conflictos políticos internos. Por un lado, se había formado un potente grupo disidente formado por los partidarios de la familia de Alí, por otro lado, se veía cierta incapacidad de los gobernantes omeyas a la hora de introducir reformas administrativas suficientes para mantener el control de los nuevos territorios conquistados. Todo este ambiente generó un clima de descontento que acabaría en una sublevación, encabezada por Abbas al Saffar, que terminaría en el año 750 con la dinastía Omeya.
Los Omeyas no eran demasiado bien vistos desde algunos ámbitos de la sociedad musulmana sobre todo por el hecho de no contar con la sangre de Mahoma. De esta forma, a mediados del siglo VIII ya existía una fuerte oposición a la dinastía de Damasco en torno a la familia de los Abbasidas, que eran descendientes de Abbas ibn Abd al-Muttanid, un tío del profeta de conversión tardía que vivía apartado de la política en la aldea siria de Humayma. La conspiración empezó a tejerse en Kufa, Irak, pero pronto se dieron cuenta que era mejor desplazarla al Jurasán, una zona fronteriza menos controlada y llena de musulmanes descontentos. Los conspiradores enviaron allí a Abu Muslim para que difundiera el mensaje antiomeya, el cual caló rápidamente entre esclavos, fugitivos, mawalís y árabes que se sentían desplazados, lo que facilitaría la organización de un ejército lo suficientemente potente para acabar con los Omeyas.
Junto a esto hay que añadir que la situación en Damasco era bastante caótica por el relajamiento de los califas omeyas, lo que favoreció que los sublevados se hicieran fácilmente con todo el Jurasán hacia el 748, entrando en Kufa al año siguiente, en cuya mezquita fue proclamado califa Abbas al Saffar, cuya primera tarea fue iniciar una brutal persecución para borrar del mapa a todos los miembros de la familia Omeya. Los pocos que se salvaron de ella se marcharían a Al-Andalus, donde fundarían el Califato de Córdoba.
![]() Emisarios bizantinos son recibidos por Al-Mutasim |
Desarrollo de la Dinastía
Pese a que el primer califa abbasí fue Abbas al Saffar, se suele considerar como verdadero fundador de esta dinastía a su sucesor, Al-Mansur (754-775), quien se centró en primer lugar en desprenderse de todo aquel que pudiera hacerle sombra (Abu Muslim entre ellos). Al Mansur crearía las nuevas bases del imperio apoyado en tropas auxiliares persas. En el 762 trasladó la capital a Bagdag, terminando con la supremacía árabe y otorgando más poder a los persas, entre los que destacarían la familia de los Barmakíes quienes, gobernando como visires, controlarían gran parte de la burocracia estatal hasta que en el año 803, Harum al-Rashid (786-809, el soberano inmortalizado porLas Mil y una Noches), ante el enorme poder que estaban adquiriendo, acabara con ellos.
Al-Rashid marcaría el apogeo cultural y económico de la época abbasí. A su muerte en el 809, sus hijos lucharían por la sucesión y paulatinamente la dinastía iría perdiendo poder. En primer lugar al-Mamum, quien gobernaría entre el 813 y el 833, continuando en cierta medida con el esplendor de su padre y manteniendo la capital en Bagdag. Sería con su hermano y sucesor Mutasim (833-842) , cuando se hizo evidente el desmoronamiento del Califato, hasta que ya a mediados del siglo IX las sublevaciones, la inseguridad y la corrupción que asolaban Bagdad hicieron la situación tan insostenible que el califa decidió rodearse de mercenarios turcos para su protección y trasladar la capital de Bagdad a Samarra. Los califas vivirán desde entonces cada vez más aislados y dependientes de su guardia, lo que provocará que finalmente sea la guardia turca quien acabe imponiendo y deponiendo a los califas, sobre todo después de la muerte de Mutawakkil, califa que fue asesinado por uno de sus guardias turcos en el 861.
![]() El Califato Abbasí hacia el año 850 |

AV - Reflexión
Responde correctamente a estas preguntas:
- ¿De qué familiar de Mahoma descienden los abbasidas?
- ¿Quién fue el primer califa abbasí?
- ¿Cuáles fueron las capitales del Califato Abbasí?
Funcionamiento del Estado.
Los Abbasíes, para justificar su conspiración, siempre insistieron en que su victoria fue ante un estado no musulmán. Consideraban que los Omeyas se habían olvidado de la religión y, quizás por ello, los califas de esta dinastía adoptaron el sobrenombre de imán, un título eminentemente religioso. El califa es el imán, es decir, el soberano es también el jefe religioso y está por encima de los mortales por el simple hecho de ser el representante de Dios en La Tierra. Los califas abbasíes no se dejaban apenas ver y se rodearon de todo un ceremonial de origen persa y bizantino que buscaba reforzar esta apariencia de condición sobrehumana.
Pese a que fue una de las razones por la que se enfrentaron a los Omeyas, los abbasidas continuaron con la sucesión hereditaria del título califal, si bien es cierto que intentaron legitimarla mediante la aprobación del califa por parte, tanto de un consejo de sabios y notables, como de la muchedumbre. A decir verdad, al-Mansur y al-Mamum fueron los únicos califas que verdaderamente gobernaron, ya que el resto delegaron en el visir esta responsabilidad y se dedicaron más a asuntos religiosos.
![]() Al-Mamun, a la izquierda del todo en esta miniatura, fue de los pocos califas abbasidas que realmente gobernaron |
La administración siguió de forma similar a la época anterior pero con un mayor perfeccionamiento y centralización, con el diwan como eje de todas las oficinas. El ejército pasó de ser conquistador a un instrumento destinado a cumplir con los intereses de la dinastía gobernante.La paralización de la expansión territorial dio lugar a una reforma fiscal que, en cierta medida, aumentaría la carga fiscal sobre la población y la exhaustividad en el cobro de impuestos, pero que también buscaba el desarrollo agrícola a través de la explotación de tierras sin cultivar.
Se puede decir que, si socialmente en la época anterior principalmente se distinguía entre fieles e infieles, ahora se abogaría más por la división entre la Jassa (aristocracia) y la amma (resto), lo cual no impide que en este periodo se termine finalmente con las consideraciones de tipo étnico que quedaban, ya que se eliminarán todos los privilegios que tenían los árabes sobre el resto de musulmanes. Solo los abbasíes y los alidas (descendientes de Alí) son considerados nobles. La sociedad era mayoritariamente rural y con una gran mezcla de etnias, lo cual no significa que no hubiera desigualdades entre la población. Sin embargo, la jassa realmente era un grupo abierto en la que casi cualquiera podía ingresar si mostraba la capacidad necesaria. La componían los ricos y los que gobernaban, y en su cúspide estaba la familia del califa y los altos cargos de la administración. Más abajo encontraríamos a la aristocracia militar y provincial y, por último, a los intelectuales laicos y religiosos. La Amma, por su parte, la componían los campesinos, los artesanos y demás habitantes pertenecientes al pueblo llano.
Además debemos resaltar que, aunque la población fuera eminentemente rural, nos encontramos ante un momento de expansión de la vida urbana y comercial, especialmente en ciudades como Bagdag, principal encrucijada del mundo, que conectaba las rutas comerciales entre Oriente y Occidente.

Importante
El Califato abbasí se inició con la llegada al poder de al-Saffar tras la revuelta contra los Omeyas, pero, sin embargo, el verdadero organizador y padre de la dinastía fue su sucesor al-Mansur. En cuanto al momento de mayor apogeo abbasí, este se da con el reinado de al-Mamum aunque sea tras su muerte cuando el califato empezará a desmoronarse. Al siglo IX se llega con la necesidad de que los califas sean protegidos por mercenarios turcos. Este hecho provocaría más adelante que finalmente sean los turcos quienes acaben dominando el gobierno de la civilización musulmana.
Los califas abbasidas adoptaron el nombre de imán, acentuando su papel de líderes religiosos además de políticos. La sociedad de esta época estaba marcada por la división entre la aristocracia y el pueblo llano. Sin embargo, la pertenencia a la aristocracia era un sistema bastante abierto y dependía, en bastante medida, de los méritos personales.
