El acento musical hace alusión al énfasis sobre ciertos pulsos, notas o acordes en una composición para resaltar su importancia rítmica o expresiva. Puede aplicarse de diversas maneras y aunque habitualmente afecta a la intensidad de las notas, la duración de las mismas también puede verse modificada. A continuación se explican algunos aspectos clave:

• Acento rítmico, métrico o natural: se relaciona con la colocación del énfasis en un pulso específico dentro de un compás.  Si entendemos por compás una agrupación regular de pulsos (el compás se trabajará más detalladamente en la situación de aprendizaje 2) es muy común que el primer tiempo o pulso de un compás tienda a recibir un acento más fuerte que los pulsos restantes. En muchos compases, especialmente en aquellos con denominador 4 (como un 4/4), el primer tiempo suele recibir un acento más fuerte que los tiempos subsiguientes. Este acento en el primer tiempo se conoce como "acento del pulso fuerte" y es una característica común en la música occidental.

• En relación con el acento métrico, hay que tratar dos conceptos importantes como son la síncopa y el contratiempo. El primero implica colocar el acento en un tiempo débil o en un espacio entre los pulsos regulares agregando interés y complejidad rítmica a una composición. Por otro lado, el contratiempo es similar a la síncopa pero ocurre cuando el acento se coloca en un tiempo débil entre los tiempos fuertes del compás. En la música popular y el jazz, el uso deliberado de contratiempos es común.

• Acento dinámico: el acento dinámico implica aplicar más intensidad (volumen) a una nota o un conjunto de notas para destacarlas dentro de una frase musical. Este tipo de acento puede variar en intensidad y puede utilizarse para dotar de mayor expresividad a la música. En notación musical se representa con el siguiente símbolo > situado encima o debajo de una determinada nota musical. 

• Acento de articulación: la forma en que una nota se ataca o se libera puede afectar su acento. Por ejemplo, un staccato indica que una nota debe ser tocada de manera corta y puntiaguda, mientras que un legato sugiere que las notas deben ser conectadas de manera fluida.