1.2. El gran momento inglés

En Inglaterra la sociedad elegante del momento encargaba cuadros a artistas con cierto renombre en el extranjero,  se enorgullecían de ser coleccionistas  aunque poseían obras de admirables maestros del pasado, también encomendaron muchas tareas a los pintores de su tiempo. 

Uno de los pintores que satisfizo a la sociedad fue sir Joshua Reynolds (1723-1792) quien estuvo en Italia asimilando las obras de los pintores renacentistas, los grandes maestros. Una vez en Inglaterra se afianzó con nombre propio y llegó a ser presidente de la Real Academia de Arte donde expuso buena parte de sus conocimientos en una serie de Discursos donde señalaba la importancia de enseñar a los alumnos de los maestros italianos. Aunque Reynolds era un intelectual, también se codeaba con los ricos y poderosos, siendo consciente de la importancia del retrato en estos momentos. Eso sí, a la hora de hacer retratos Reynolds intentaba añadir interés adicional a ellos como podemos ver en Mr James Bourdieu.

Mr James Bordieu Imagen de Joshua Reynolds  en Wikipedia.  Dominio público

Thomas Lawrence (1769-1830) también es uno de los mejores retratistas ingleses. Comenzó desde muy joven siendo alumno de la Real Academia inglesa, más tarde fue nombrado miembro y sustituto de Reynolds como pintor del rey Jorge III. Lógicamente Lawrence tuvo gran influencia de su predecesor, aunque dio un paso más hacia el romanticismo, siendo por ello, muchas veces rechazado. La elegancia y el dominio técnico marcan sus obras como podemos ver en Alexander Mackenzie.

Alexander Mackenzie Imagen de Feydey en Wikipedia. Dominio público

George Romney se centró también en los retratos, aunque aprendió de su padre que era ebanista y de un artista llamado Cumberland. Viajó a Italia para aprender arte clásico, para volver a Inglaterra y retomar los retratos. Destacan los retratos que le hizo a Emma Hamilton que se convirtió en su musa. 

Lady Hamilton como bacante Imagen de George Romney en Wikipedia. Dominio público