2. El proyecto de empresa
Una forma práctica de entender qué son y cómo funcionan las empresas es entender cómo se crean. Así que imagina que eres un emprendedor y que le andas dando vueltas en la cabeza a un proyecto empresarial. ¿Cómo lo harías?
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Imagen en Pixabay. Dominio público. |
El proyecto de empresa parte de un descubrimiento: has detectado una necesidad en el mercado y piensas que esa necesidad abre una oportunidad de negocio. ¿Cómo aprovechar esa oportunidad? Es en ese momento cuando surge la idea de negocio, que es la base de todo el proyecto de empresa.

Para saber más
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Imagen en Pixabay. Dominio público. |
A menudo esa idea de negocio viene de la propia experiencia del emprendedor en un sector, por ejemplo por haber trabajado en él por cuenta ajena. También puede venir de una afición, de un análisis sistemático del mercado, del conocimiento de otros mercados (por ejemplo, tras un viaje al extranjero) o sencillamente de una observación casual (una anécdota vivida, una noticia, etc). La idea misma puede consistir en cosas muy distintas. Aquí tienes tres ejemplos muy simples:
- Ofrecer un producto o servicio que no se está ofreciendo en una zona, por ejemplo abriendo una panadería en un barrio de nueva creación en el que aún no hay ninguna.
- Introducir en un mercado un producto que ya funciona bien en otros mercados, como está ocurriendo con muchos alimentos de otros países cuyo consumo se está popularizando en el nuestro.
- Ofrecer un producto ya existente a una nueva clientela, como ha ocurrido con la ampliación de la clientela de las consolas.
Los ejemplos podrían multiplicarse. Piensa, además, que la necesidad advertida en el mercado no tiene por qué corresponderse con una demanda real en el momento presente. A menudo el éxito del emprendedor consiste en percibir una tendencia del mercado y anticiparse a la evolución de la demanda.
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La idea de negocio debe poder dar respuesta a tres preguntas:
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Imagen en Pixabay. Dominio público. |

Importante
Una idea de negocio nace de la observación de que hay una necesidad en el mercado cuya satisfacción abre una oportunidad de negocio. La idea de negocio plantea qué actividad se va a realizar, por qué se espera que encuentre un mercado y cómo se pretende obtener beneficio de ella.
Ya tenemos una idea. Pero ¿es buena? La intuición no basta. Hay que desarrollar la idea y evaluar su viabilidad, es decir su potencial para formar la base de un negocio rentable. Necesitas analizar con objetividad sus puntos fuertes y débiles a fin de poder decidir cuáles serán las mejores estrategias para que el proyecto sea viable.

Para saber más
El análisis DAFO
Existen diversos instrumentos de análisis para examinar la viabilidad de un proyecto empresarial y plantear las estrategias para llevarlo a efecto. Hoy en día uno de los más populares es el análisis DAFO.
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Análisis DAFO Imagen de elaboración propia |
DAFO son las iniciales de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. El análisis consiste en analizar los puntos fuertes y débiles que tiene el proyecto desde dos perspectivas: por sí mismo (análisis interno) y en relación al entorno (análisis externo).
- Las fortalezas son los aspectos internos del proyecto que suponen una ventaja (disponibilidad de capital, conocimiento del sector por el emprendedor...).
- Las debilidades son los aspectos internos del proyecto que suponen una desventaja (falta de formación empresarial del emprendedor, desconocimiento del sector...).
- Las oportunidades son los elementos del entorno que pueden beneficiar al proyecto (poca competencia en ese sector, aumento de la demanda...).
- Las amenazas son los elementos del entorno que pueden perjudicar al proyecto (excesiva competencia, incertidumbre económica...)
Los distintos factores se anotan en la correspondiente casilla del diagrama. Tras examinar cuáles son los más determinantes se establecen las estrategias. Hay cuatro grandes tipos de estrategia, según los factores predominantes:
- Estrategias de supervivencia: en una situación marcada por las debilidades internas y las amenazas externas, se busca corregir las debilidades para poder afrontar las amenazas.
- Estrategias defensivas: en una situación marcada por las fortalezas internas y las amenazas externas, se busca mantener las fortalezas para afrontar las amenazas.
- Estrategias adaptativas: en una situación marcada por las debilidades internas y las oportunidades externas, se busca corregir las debilidades para explotar las oportunidades.
- Estrategias ofensivas: En una situación marcada por las fortalezas internas y las oportunidades externas, se busca mantener las fortalezas para explotar las oportunidades.
Por cierto, que el análisis DAFO también está siendo empleado para examinar los puntos fuertes y débiles en el perfil profesional de una persona que busca trabajo por cuenta ajena. El procedimiento es el mismo que hemos visto.
En este enlace puedes ver un ejemplo de análisis DAFO y acceder a esta herramienta si te interesa.
Una vez que has comprobado que efectivamente la idea de negocio tiene potencial, el siguiente paso es desarrollarla. Para ello hay que elaborar un plan de empresa.
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Imagen en Pixabay. Dominio público. |

Importante
Un plan de empresa o plan de negocio es un documento en el que se presenta una idea de negocio, se examina su viabilidad desde el punto de vista comercial, técnico, económico y financiero y se explica cómo se va a poner en marcha y gestionar.
Tiene una función doble:
- Permite analizar todas las variables de las que dependerá la viabilidad del proyecto.
- Sirve como carta de presentación del proyecto ante terceros para obtener colaboración, financiación...
El plan de empresa es esencial en la creación de empresas, pero también se elabora en muchas empresas que ya están operativas y que se plantean una reorientación en su actividad.
No vamos a entrar aquí en los aspectos técnicos de un plan de empresa, pero al menos vamos a repasar las principales preguntas que un emprendedor debería ser capaz de responder en él.
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Principales preguntas a las que responde un plan de empresa. Imagen de elaboración propia. |
1) ¿Qué actividad pretendes realizar? En otras palabras, ¿en qué consiste mi idea de negocio?
2) ¿Por qué consideras que eres la persona idónea para este proyecto? Se trata de presentar al emprendedor (o al equipo de emprendedores) y exponer cómo su trayectoria personal y profesional lo capacita para sacar adelante el proyecto que se plantea. Si son varios, sería necesario saber qué papel se espera que juegue cada uno de ellos.
3) ¿Quiénes serán tus clientes? Un elemento central en el proyecto de empresa es establecer a qué clientes va dirigido. De nada vale un magnífico producto si nadie quiere comprarlo, o si no se consigue que llegue a aquellos que podrían querer comprarlo. De entrada hay que establecer cuál es el perfil de tu clientela: ¿gente joven?, ¿familias?, ¿personas mayores?, ¿perfiles sociales modestos, medios o elevados? Sobre esa base hay que estimar cuál es el volumen potencial de mi clientela y si se estima que esta pueda evolucionar en un futuro próximo.
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Una típica calle comercial: la calle Larios en Málaga. Imagen de María Victoria Rodríguez en Flickr. Licencia CC. |
4) ¿Quiénes serán tus competidores? Esa es otra gran cuestión. En un mercado saturado de competidores tendrás que tener una ventaja comparativa para poder ganar una cuota de mercado: vender más barato, dar facilidades de pago, vender por internet, aportar un valor añadido a tus productos (por ejemplo, productos ecológicos, productos dietéticos...), etc. O a lo mejor tu estrategia consiste en cubrir un mercado poco abastecido.
Clientes y competidores nos llevan a otro elemento importante: la localización. Si estamos pensando en una empresa que solo opera por internet esta es una cuestión menos acuciante. Pero en general hay que valorar muy bien los pros y los contras de cada localización. Por ejemplo:
- Pros: una calle muy transitada; buenas comunicaciones; abundancia de negocios que no te hacen la competencia; ausencia de negocios que te hacen la competencia; alquileres baratos; fácil acceso a proveedores...
- Contras: una calle poco transitada; malas comunicaciones; falta de aparcamientos; presencia de negocios que te hacen la competencia; alquileres caros; difícil acceso a proveedores...
Una vez establecido lo anterior, ya podrías responder a la siguiente pregunta:
5) ¿Cuál va a ser tu estrategia comercial? Eso implica decidir cómo piensas dar a conocer tu producto; cómo quieres que el cliente lo perciba frente al producto de tus competidores; cómo vas a hacerlo llegar a tus clientes; qué precio podrías fijar a tu producto de forma que sea competitivo y a la vez te deje un margen de beneficio aceptable; cuánto calculas que podrías llegar a vender en un determinado horizonte temporal (el primer año, los primeros tres años...). Estimar el volumen de ventas al que apuntas es fundamental, ya que va a definir el tamaño de la empresa que estás proyectando.
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Imagen en Pixabay. Dominio público. |
6) ¿Cómo se va a organizar la empresa? En este punto tendrás que establecer cómo vas a organizar el proceso productivo, cómo vas a coordinarlo y a controlarlo. Tendrás que establecer el organigrama de la empresa, es decir, su estructura organizativa. Y eso incluye sus recursos humanos: qué puestos de trabajo habrá dentro de la empresa, qué funciones y responsabilidades tendrán, con qué criterios se contratará al personal, qué salarios deberían percibir si queremos buscar un equilibrio entre la atracción de candidatos idóneos y la motivación del personal, por un lado, y la reducción de costes por el otro. Y los costes nos llevan a la siguiente pregunta:
7) ¿Qué recursos necesitas para afrontar el negocio? En este punto tienes que analizar los recursos que necesitas para para lograr que el proyecto funcione, estimar sus costes de funcionamiento y establecer cuáles van a ser tus fuentes de financiación. Sobre esto volveremos con más detalle en otro apartado.
8) ¿Es rentable el proyecto? Como es lógico, esta es la pregunta que justifica si el proyecto merece ser emprendido. Tienes que estimar las necesidades iniciales de capital, los ingresos que esperas obtener por ventas en los primeros años y el margen de beneficio que te quedará después de restar a los ingresos los gastos. Tienes que hacer una estimación de cuándo piensas que vas a empezar a recibir beneficios. Son predicciones de futuro, que se realizan mediante proyecciones financieras. Se suelen construir varios modelos alternativos, incluyendo escenarios económicos más optimistas y más pesimistas.
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Aquí tienes un ejemplo de los principales apartados de los que podría constar un plan de empresa. Imagen de elaboración propia. |
A lo largo del proyecto de empresa habrás ido perfilando qué tipo de empresa es el que mejor se ajusta a tus necesidades. Una vez finalizado el proyecto empresarial y elegido el tipo de empresa, solo quedará iniciar los trámites para constituirla y ponerla en marcha, contando en todo momento con todo el asesoramiento posible y teniendo muy en cuenta las ayudas e incentivos de los que podrías beneficiarte.
Pero para profundizar un poco más en ello, vamos a detenernos en el próximo apartado en conocer cuáles son los principales tipos de empresa.

Actividad desplegable
Lee y completa las siguientes frases: