2.1. La nueva vida en las ciudades

 
Imagen de la zona de la estación de Atocha (Madrid) en 1915.
Archivo procedente de la web Memoria Republicana.
Un cambio radical en la sociedad no se produce de la noche a la mañana. Pero siempre hay elementos que nos indican que algo se está moviendo. Aunque pueda parece extraño, el estudio de los índices de población suele dejar una huella bastante precisa de cómo cambia una sociedad. En este caso, la transformación demográfica en la España del primer tercio de siglo es bastante significativa.
Hasta 1900, la mayoría de los datos poblacionales en España eran los típicos de una sociedad tradicional: alta natalidad, alta mortalidad y baja esperanza de vida. Hay que tener en cuenta que al iniciarse el siglo XX la esperanza de vida en España era de sólo 35 años, menor que la que puede tener hoy en día el país más pobre del mundo. Sin embargo, alrededor de 1930, la esperanza de vida ha subido hasta los 50 años, y las tasas de mortalidad han descendido de manera muy acusada. Las mejoras en la higiene, en la alimentación, en los servicios médicos... permiten a la sociedad española ir acercándose a los parámetros europeos; convertirse, poco a poco, en una sociedad moderna.
 
Los movimientos espaciales de la población también comienzan a asemejarse a lo que ha ocurrido en décadas anteriores en Europa. La gente empieza a abandonar el campo y a trasladarse a las ciudades. Aunque en la década de los 30 la mayoría de la población sigue siendo rural, los núcleos urbanos han crecido de forma ostensible: Madrid y Barcelona, por ejemplo, doblan su población entre 1900 y 1930; en esa fecha, Madrid supera el millón de habitantes y Barcelona casi los alcanza.  

Para saber más

Si quieres hacerte una idea de cómo eran la vida en las ciudades españolas de principios de siglo, aquí te dejamos unos vídeos en los que se muestra aquella época en Barcelona y Madrid.

 

 

AV - Reflexión

 

Densidad de población en España en 1930.
Archivo de wikimedia commons bajo licencia CC.

En esta imagen aparecen las densidades de población existentes en España en 1933. Fíjate bien en el mapa y responde a las siguientes preguntas:

a) ¿En qué zonas se concentra la población española?

b) ¿Se corresponde esta situación con la que tenemos hoy en día?

 

 

Piscina pública construida en Madrid en la época de la II república.
Archivo procedente de la web Memoria Republicana.

El cambio va mucho más allá del número: no se trata únicamente de que las ciudades aumenten de tamaño sino de que cambian su fisonomía y empiezan a configurar su aspecto contemporáneo. Muchas de las grandes innovaciones que caracterizan a las ciudades del siglo XX se desarrollan en la España de esta época:
  • La electricidad se generaliza en las ciudades y los hogares urbanos: bombillas, radios, agua corriente... se convierten en algo relativamente habitual en las ciudades españolas.
  • Las ciudades se llenan de tranvías y automóviles. Además, se inauguran las primeras líneas de metro: en Madrid en 1919 y en Barcelona en 1924.
  • El crecimiento poblacional desborda las ciudades: comienzan a construirse los extrarradios.

Curiosidad

Como ves, a inicios del siglo XX la transformación de las ciudades era constante. De hecho, en abril de 2010 se cumplió un siglo de vida de una de las calles más famosas de España: la Gran Vía de Madrid. Te dejamos este breve vídeo para que conozcas algo más sobre su construcción y desarrollo:

 

 

   

Cartel publicitario de 1900.

Archivo procedente del blog Pasa la vida. Imagen bajo licencia CC.

Cartel publicitario de 1920.

Archivo procedente del blog Pasa la vida. Imagen bajo licencia CC.

Pero no sólo es una cuestión de tamaño y nuevos adelantos técnicos. Si decimos que es a inicios del siglo XX cuando las ciudades españolas toman una fisonomía actual es, sobre todo, por los nuevos hábitos y costumbres de sus habitantes: el consumo, la publicidad, el disfrute del tiempo de ocio en cines, teatros, competiciones deportivas... Justo lo que hacemos hoy, ¿verdad? Pues eso, que ahora nos parece tan normal cambió de forma radical los hábitos sociales a principios de siglo XX.

Veamos algunos de estos cambios:

  • Se popularizan las grandes tiendas y centros comerciales, que se sitúan con enormes escaparates en el centro de la ciudad. 
  • Las ciudades y la prensa se llenan de anuncios. La publicidad comienza a establecer los nuevos modelos sociales y cánones de belleza.
  • Se populariza el deporte. No se trata sólo de la práctica deportiva en sí misma, sino que deportes como el fútbol o el ciclismo se convierten en espectáculos de masas.
  • El teatro alcanza una nueva dimensión: aunque existía desde hacía siglos, ahora logra una popularización sin precedentes, con actrices que se convierten en estrellas populares. Proliferan además las salas que dan cobijo al nuevo invento que revoluciona el ocio popular: el cine. De este nuevo medio, entre el negocio y el arte, hablaremos más adelante.

Curiosidad

El inicio de las grandes competiciones deportivas que hoy día conocemos en España se inicia en esta época. En fútbol, por ejemplo, la primera edición de la Copa del Rey se disputa en 1903 (el título es para el Athletic de Bilbao), mientras que la primera Liga se disputó en la temporada 1928-29 (el Barcelona se proclamó campeón).

El ciclismo también tuvo sus inicios en el primer tercio del siglo XX. Aunque el Tour de Francia se corrió por primera vez en 1903, la primera edición de la Vuelta Ciclista a España no tuvo lugar hasta 1935.

Curiosidad

María Guerrero (1867-1929) fue posiblemente la actriz más importante de su época. Su influencia fue tal que, en la actualidad, hay un teatro en Madrid que lleva su nombre. Además, inauguró una estirpe de actores y dramaturgos que ha tenido otros insignes representantes: era abuela del recientemente fallecido Fernando Fernán Gómez.

Algo más joven que ella aunque igualmente famosa en la época fue la actriz Margarita Xirgú (1888-1969), que alcanzó gran popularidad con sus interpretaciones en las obras de Federico García Lorca.

Importante

Los cambios en la sociedad española en el primer tercio del siglo XX comenzaron a plasmarse en el comportamiento de la población:

  • Aumentó la esperanza de vida y disminuyó la mortalidad.
  • Hubo una importante emigración del campo a la ciudad. Madrid y Barcelona duplicaron su población en apenas tres décadas. 

Las ciudades no sólo se hacen más grandes, sino que cambia su fisonomía y los hábitos sociales de sus habitantes. A inicios del siglo XX se desarrollan algunos de los hábitos de la sociedad contemporánea: el consumo, la publicidad, el ocio en cines, teatros y competiciones deportivas...