1.4. La arcilla

La arcilla

Si hay un material escultórico por excelencia ése es la arcilla, lo que  popularmente denominamos como "barro" para  la práctica del modelado y para la alfarería. Es además una  de las primeras materias que nuestros antepasados aprendieron a manejar para fabricar distintos objetos y piezas de arte. En esta ocasión nos centraremos en el estudio pormenorizado del material en sí y en sus muchas variedades y usos.

La arcilla se forma de manera natural a partir del desgaste de las rocas, sobre todo las compuestas por silicato y feldespato. Es un material de grano fino.

Extracción de arcilla de una mina de arcilla seca. Esta arcilla se formó en el periodo Cuaternario.

Lic. CC. En Wikipedia de Clay_SS_2005

Al combinarse con agua se convierte en un material maleable, al que se le puede dar forma y luego, se endurece al secar o al ser sometida al calor. Por esas propiedades, la arcilla es ampliamente utilizada para realizar objetos cerámicos. La arcilla es uno de los materiales más utilizados por el hombre. Se usa desde la Prehistoria y hasta la actialidad, bien como material para recipientes o en la construcción en forma de adobe (sin cocer mezclada con paja y secada al sol) o de ladrillo. La cuenca del Guadalquivir es un territorio muy arcilloso, siempre ha producido industrias relacionadas con la manufactura de la arcilla.

Clases de arcilla

Según su formación, podemos hablar de dos tipos de arcilla: primarias y secundarias

Las arcillas primarias son las que se encuentran en el mismo lugar donde se han formado, como el caolín, o arcillas que apenas tienen uso.

Las arcillas secundarias son las que se formaron por la sedimentación del material arrastrado a lo largo del tiempo, en lugares a veces muy lejanos al de procedencia de la materia transportada. Suelen ser las que utilizan los ceramistas y escultores. Existe gran variedad de ellas, con diferentes colores y ductibilidad.

Según su utilización las podemos hablar de arcillas de alfarería y arcillas para loza

Las que usa el alfarero tienen un color rojizo o tendiendo al amarillo, es porosa, y se conocen como terracota o arcilla de alfarería.
Las tres más utilizadas para loza son: la loza en sí misma, el gres y la porcelana.

La arcilla según su plasticidad y pureza

Cuando utilizamos la arcilla, casi nunca lo hacemos en el estado puro tal y como se encuentra en la naturaleza, sino que va mezclada con otras o con alguna carga como tierra, arena o chamota (cerámica triturada y convertida en polvo).

	¿Qué es la chamota? En la foto vemos un proceso de fabricación de chamota primitivo. El alfarero está moliendo ladrillos con una piedra de moler sobre un yunque metálico. La chamota es polvo de ladrillo que se vuelve a mezclar con agua y produce una arcilla refractaria, o sea, mucho más resistente al calor. También se usa como carga para arcillas demasiado grasas.
Lic. CC. En Flickr de Rafa2010

Cuando una arcilla tiene un aspecto brillante es que es una arcilla grasa, y decimos que es muy plástica; por el contrario, las arcillas poco grasas son menos brillantes, y les faltan plasticidad. A las primeras se les añaden chamota para hacerlas menos grasas, las segundas se mezclan con otras arcillas más grasas para que alcancen un punto adecuado para el trabajo al que se destinan.

Las arcillas más conocidas de este grupo son:

La arcilla roja

Su característico color rojo es originado por el hierro que contiene. Es muy abundante en Andalucía. Resulta una arcilla demasiado grasa. Cuando se extrae contiene muchas impurezas que hay que eliminar por medio un lavado y decantado en depósitos especiales para ello.

Arcilla roja

Lic. CC. En Flickr de landahlauts

La arcilla azul

Su alto contenido en cal le da un color característico azulado o grisáceo, aunque una vez cocida adquiera un color amarillento o blanquecino. Es la que se ha utilizado siempre en la fabricación de los botijos.

Algunos artistas y artesanos trabajan mezclando las dos arcillas anteriores, aunque esto supone más delicadeza en el proceso de secado y cocción, ya que al comportarse de modo ligeramente distinto ante el calor se pueden romper.

Aparte de las arcillas mencionadas anteriormente, existen en el mercado especializado y artesanal otros tipos de arcillas como son la pasta cerámica para loza,  el gres y  la porcelana o caolín.

	En la foto vemos a un ceramista pintando la loza . Como ves la superficie de los cacharros sin pintar es blanca y mate.
Lic. CC. En flickr de Micheo

Gres

Es un material principalmente arcilloso, aunque con unas propiedades que lo hacen ideal para la fabricación de objetos compactos y de gran dureza. Su cocción requiere más de 1000º C. Este material varía mucho de tamaño una vez que seca, es decir, presenta una gran merma durante el secado o la pérdida de agua en el horno, lo que lo convierte en un material delicado y sensible a la rotura.

A este grupo pertenecen todas aquellas arcillas a las que se les añaden materias no plásticas, como por ejemplo la chamota, la arena, o el asperón (arena silícea triturada)... y tienen como características comunes:

Se usa en la fabricación de solerías y azulejos, aunque también  hay escultores que realizan algunas obras con este material, como  los ejemplos de más abajo.

Dos piezas escultoricas en gres E/P

La porcelana

Las porcelanas pertenecen al grupo de las arcillas para loza. Presentan una composición a base de caolín, feldespato y cuarzo. Después de cocerlas adquieren un color blanco y un aspecto vítreo. Tienen un bajo índice de contracción expuestas al calor.

Caolín de Peñausende (provincia de Zamora, España)

Lic. CC. En Wikimedia de Roinpa

El Caolín, también se conoce como "arcilla de China", pues los yacimientos primeros que se conocen, se sitúan en Kaoling, situados en la Provincia de Kiangsi (China).

Porcelana china. Dinastía Ming. S. XVI.

Lic. CC. En Wikimedia de Rowanwindwhistler