2.3. Andalucía, escenario de la ópera

Representación de la ópera Carmen.
Imagen de Sb2s3 en Wikimedia Commons. Lic. CC.

Aunque quizás no hayáis nunca asistido a ninguna, seguro que sabéis qué es una ópera. Podemos definirla como una composición dramática y musical en la que un texto dialogado se canta y se escenifica con acompañamiento de orquesta. En ella, por tanto, confluye la música, el canto, la poesía, la danza, las artes plásticas y las escenográficas, formando toda una mezcla que genera un acontecimiento extraordinario que se disfruta con todos sus sentidos. El género nació en Italia en el siglo XVII y de él han derivado una gran cantidad de subgéneros de teatro musical, tales como la opereta, el musical o la zarzuela española.

Curiosamente, cerca de 150 óperas y centenares de zarzuelas están ambientadas en tierras andaluzas. Y no hablamos únicamente de composiciones creadas por autores de la tierra. Casi todos los grandes genios de la ópera como Mozart, Bizet, Rossini, Verdi, Beethoven o Donizetti han elegido Andalucía como el lugar donde se desarrolle la trama de alguna de sus obras. De hecho, tres de las 10 óperas más representadas en el mundo transcurren en la ciudad de Sevilla.

¿Qué explicación tiene esto? Pues que en el siglo XVIII y XIX, en pleno Romanticismo, Andalucía comienza a ejercer una gran fascinación en el exterior, especialmente en Europa. Nuestros bailes, nuestras fiestas, nuestros paisajes y monumentos, los toreros, los bandoleros, el mito de don Juan Tenorio, el pasado andalusí...todo ello se pone tan de moda en el viejo continente que los grandes autores recurren a nuestra comunidad para ambientar sus obras y así favorecer un buen recibimiento por parte de público y crítica. De todas las provincias andaluzas, sin duda Sevilla será la elegida para este hecho.

Escultura de Fígaro del artista francés Amy.
Imagen en Wikipedia. Dominio público.
LA TRILOGÍA DE FÍGARO

Uno de los responsables de que muchas óperas europeas se hayan ambientado  en Andalucía poco tiene que ver con la música. Nos referimos a Pierre- Augustine de Beaumarchais un dramaturgo francés del siglo XVIII que fue el autor de una trilogía de obras teatrales que contaban las andanzas de Fígaro, un personaje ficticio localizado en Sevilla. El éxito de estas obras provocaría que las tres partes fueran adaptadas a la ópera. Curiosamente, Beaumarchais nunca pisó la capital andaluza, aunque si vivió en Madrid por un tiempo. Él solo le limitó a transmitir la imagen que tenía de la ciudad en su cabeza, cómo se la imaginaba, un lugar misterioso y de ensueño. Las tres óperas son:

  • El barbero de Sevilla. Es la primera parte de la trilogía. La historia cuenta como Fígaro, un joven barbero de Sevilla ayuda al Conde de Almaviva a conquistar a su amada, la joven huérfana Rosina. Dos famosísimas óperas de carácter cómico están inspiradas en esta obra. La  primera fue creada por el compositor de la corte de Catalina la Grande Giovanni Paisello, y se estrenó con gran éxito en San Petersburgo en el año 1782, siendo bastante representada por toda Europa en los años posteriores. No obstante, en 1816 Gioachinno Rossini realizó una nueva versión de la misma obra. En los primeros años de convivencia de ambas, la ópera de Paisello  tuvo una mayor aceptación que la de Rossini pero, con el tiempo, la nueva adaptación acabaría por imponerse, hasta el punto de casi desaparecer de los teatros la predecesora. 
  • Las bodas de Fígaro. De adaptar la segunda parte de la trilogía se encargaría Wolfang Amadeus Mozart, seguramente el mayor genio musical de la historia de la humanidad. La ópera se estrenó en Viena en el año 1786 y ahora, con el conde y Rosina ya casados, lo que se narraba era el no fácil casamiento del propio Fígaro con Susanna. Curiosamente Mozart, que como veremos ambientó más obras suyas en la capital hispalense, tampoco estuvo nunca en Sevilla. Las bodas de Fígaro está considerada como una de las óperas más importantes de la historia de la música y suele estar cada año en el top 5 de las más representadas en el planeta.
  • La madre culpable. De la trilogía de Beaumarchais, esta es la obra de menor relevancia. El encargado de adaptarla a la ópera fue Darius Milhaud, que lo hizo en el año 1966. En ella se cuentan los amores entre la Condesa y el personaje de Cherubino.

Pese a que Beamarchais únicamente escribió tres obras en las que aparecía Fígaro, el personaje fue tan popular que a lo largo de los años se compusieron otras muchas óperas en los que aparece el barbero sevillano. Son obras estas de una importancia menor a las anteriores pero podemos citar algunos los ejemplos como Los dos Fígaros (1826) de Saverio Mercadante o Fígaro se divorcia (1963) de  Gieselher Klebe.

El Barbero de Sevilla. Aria de Fígaro.
Vídeo de El cerandero alojado en Youtube
Cartel de la ópera Carmen.
Imagen de Maksim en Wikipedia. Dominio público.
OTRAS GRANDES ÓPERAS EUROPEAS

Dejando a Fígaro a un lado, otras grandes óperas de carácter internacional que están ambientadas en Andalucía son:

  • Don Giovanni. Es un drama jocoso en dos actos compuesto por Mozart. Está considerada como una de las tres mejores óperas de este autor (junto a La flauta mágica y El barbero de Sevilla) y es una de las 10 más representadas de la historia. Se trata de una interpretación del mito de Don Juan, que estaba muy arraigado en toda Europa desde la publicación de El burlador de Sevilla a comienzos del XVII. La ópera fue estrenada en el año 1787 y en ella se narran las andanzas de Giovanni (Juan), un joven noble, arrogante y promiscuo de la Sevilla del XVII, que trata con desprecio a todo mundo. La verdad es que Mozart no deja en buen lugar la catadura moral de los habitantes de nuestra tierra, si bien es cierto que también reconoce el carácter apasionado del mismo.
  • Fidelio. Es la única ópera que compuso Beethoven. Está ambientada en una cárcel de Sevilla y nos cuenta cómo Leonora, disfrazada de guardia de la prisión (Fidelio), logra sacar de la misma a su marido condenado a muerte por razones políticas. En su estreno (1805), la obra no tuvo demasiada buena acogida, por lo que el genio alemán se vería obligado a acortarla y revisarla en varias ocasiones hasta lograr el éxito.
  • La Favorita. Compuesta por Gaetano Donizettitranscurre en 1340, cuando Castilla y Portugal se unieron para luchar contra los musulmanes. La historia, ambientada en Santiago de Compostela y en Sevilla, narra los líos amorosos entre Alfonso XI de Castilla, su amante Leonor de Guzmán (la favorita) y el amante de esta. Se estrenó en 1840 y sufrió bastantes problemas con la censura, por lo que el autor tuvo que retocarla.
  • La fuerza del destino. El célebre compositor italiano Giuseppe Verdi siempre tuvo bastante inclinación por los temas españoles, así que en el año 1862 decidió adaptar la obra teatral Don Álvaro o la fuerza del sino, del autor español Ángel de Saavedra. La trama, ambientada tanto en España como en Italia, transcurre en algunos lugares andaluces como Sevilla u Hornachuelos. 
  • Carmen. Es una ópera dramática en cuatro actos de Georges Bizet basada en la novela de Mérimée del mismo nombre. La historia se desarrolla en la Andalucía de alrededor de 1820. La temperamental y bella gitana Carmen, seduce al soldado don José, iniciándose una tumultuosa relación que dará lugar a numerosas peripecias por distintos lugares de la geografía andaluza. El tema fundamental es el de la mujer fatal y la imagen que los románticos europeos tenían de Andalucía, una tierra que consideraban muy atractiva y misteriosa por su historia y por no estar todavía demasiado civilizada. El estreno en 1875 de la obra fue un fracaso total, hasta el punto de que se dice que Bizet moriría meses en parte a causa del disgusto. Pero poco después de su fallecimiento cambiaría la percepción de la obra, convirtiéndose en una de las obras clave en la historia de la ópera.
Escena del Comendador, perteneciente a la ópera Don Giovanni de Mozart.
Vídeo de General Kefka Palazzo alojado en Youtube 

Curiosidad

Cartel de la obra, de Charles Lecoq.
Imagen en Wikipedia. Dominio público.
LA VIGÉSIMOCUARTA ÓPERA DE VERDI.

Con este nombre llaman algunos a La fuerza del destino, una de las óperas ambientadas en Andalucía que hemos visto anteriormente. Otros prefieren referirse a ella como la innombrable y también hay quienes la citan como  aquella ópera de San Petersburgo. Como veis, todo muy inquietante. El motivo es la leyenda de que a esta obra le acompaña la mala suerte. La gente del teatro y la ópera siempre han tenido fama de supersticiosos pero, en este caso, un poquito de razón sí tienen. 

En diciembre de 1860 Verdi recibió una oferta proveniente del Teatro Imperial de San Petersburgo para estrenar allí una ópera y desde entonces se enfrascó con su letrista, Francesco Maria Piave, en hacer el libreto. El texto daría muchísimos problemas pero, cuando por fin estuvo listo, Verdi se puso a componer la música y en unas semanas marchó a San Petersburgo para el estreno. Aquí volverían a surgir los inconvenientes y, una vez todo preparado, la soprano protagonista caería enferma. Esto, junto al descontento de Verdi por cómo había quedado la ópera, provocaría que el estreno se retrasase todo un año (noviembre de 1862).

Para colmo, poco después del estreno Piave sufriría una apoplejía que lo dejaría en estado vegetal hasta su muerte unos años después. Esta fue, por tanto, su última obra. Verdi tendría que recurrir a otro letrista para los cambios que introdujo en el texto de cara a su presentación en Italia.

Pero aquí no acaba la cosa. Todavía nos falta por conocer el acontecimiento definitivo que marca a esta obra como gafe. En el año 1960, mientras se representaba en el Metropolitan Opera House de Nueva York, el barítono Leonard Warren caerá muerto sobre las tablas mientras interpretaba el papel de don Carlos de Vargas ante un público horrorizado. Al parecer, el artista fue víctima de un infarto de miocardio justo después de recitar su aria Morir, tremenda cosa.

Como puedes observar, no son pocas las desgracias que han acompañado a esta ópera a lo largo de su historia. Sin embargo, se trata de una obra bastante apreciada por el público, por lo que sigue representándose habitualmente. Pese al resquemor que despierta en los artistas, actualmente está en el top 100 de las óperas más programadas y en el número 64 de las favoritas del público.

Actividad de lectura

Tienes arriba un artículo titulado Una ciudad de ópera. Fue publicado por el diario El Mundo en el año 2011. Léelo con atención e intenta responder a las siguientes cuestiones:

  1. ¿Quién escribió el libreto en las ópera de Mozart Las bodas de Fígaro?
  2. ¿En qué ciudad se estrenó Fidelio?
  3. ¿Qué trajo a Beaumarchais a venir a Sevilla?
  4. ¿De qué corte era compositor Paseillo?
LA ÓPERA NACIONAL.

La imagen de Andalucía no solo aparece en óperas extranjeras, sino que también estará presente en numerosas obras de autores nacionales. Así, el valenciano José Melchor Gomís, como buen romántico, no pudo evitar sentirse atraído por el embrujo de Sevilla y en el año 1831 estrenaría en Paris la ópera Le diable à Séville, una obra musicalmente bastante destacable pero a la que le falla el libreto.

Granada fue igualmente bastante usada como escenario en las composiciones de los románticos españoles. De hecho, existió una corriente conocida como alhambrismo que sentía una gran fascinación por el carácter oriental y a la vez gitano de la capital granadina. En este sentido, podemos citar como ejemplos Boabdil, el último rey de Granada (1844), de Baltasar Saldoni; La conquista de Granada (1850), de Emilio Arrieta; o Fantasía morisca (1879), de Ruperto Chapí. Tampoco nos podemos olvidar de La vida breve, obra del gran Manuel de Falla que, aunque fue compuesta en castellano, se estrenaría en lengua francesa en la ciudad de Niza en el año 1913.

Cádiz también se haya bastante presente, tanto en la ópera, como en la zarzuela española, sobre todo a partir del siglo XIX. En este caso, lo que suele atraer de esta ciudad a los autores son el desparpajo, la gracia y la forma de vivir de sus habitantes. La exitosa zarzuela Cádiz (1886), de Federico Chueca, ambientada en el asedio de 1812, es una buena muestra de esto. Lo mismo ocurre con El baile de Luis Alonso y La boda de Luis Alonso, ambas compuestas por Gerónimo Giménez a finales del siglo XIX.

Otra serie de óperas ambientadas en Andalucía que también pueden resultar interesantes son la adaptación a la ópera que hizo Albéniz de la novela de Juan Valera Pepita Jiménez, El contrabandista (compuesta por Basilio Basili) o El tío caniyitas (1849), de Mariano Soriano Fuertes.

Zarzuela Cádiz, ¡Vaya jarana! Introducción y diana
Vídeo de Francisco Alonso alojado en  Youtube

Importante

Una ópera es una composición dramática y musical en la que un texto dialogado se canta y se escenifica con acompañamiento de orquesta.  El género nació en Italia en el siglo XVII y de él han derivado una gran cantidad de subgéneros de teatro musical, tales como la opereta, el musical o la zarzuela española. Curiosamente, cerca de 150 óperas y centenares de zarzuelas están ambientadas en tierras andaluzas. Esto se debe a que durante el Romanticismo, nuestra tierra comenzó a ejercer una gran fascinación en Europa. Se puso tan de moda que los grandes autores recurrirán a ella para ambientar sus obras y así favorecer un buen recibimiento por parte de público y crítica. 

 Un responsable de que tantas óperas europeas se hayan ambientado  en Andalucía es Beaumarchais, un dramaturgo francés del siglo XVIII  autor de una trilogía de obras teatrales que cuentan las andanzas de Fígaro, un personaje ficticio localizado en Sevilla. El éxito de estas obras provocaría que las tres partes fueran adaptadas a la ópera: El barbero de Sevilla, que realizaron tanto Paisello como Rossini, Las bodas de Fígaro de Mozart y La madre culpable de Milhaud. Aparte de las de Fígaro, hubo otras muchas óperas europeas ambientadas en Andalucía. Entre ellas podemos destacar Fidelio (Beethoven), La fuerza del destino (Verdi), La favorita (Donizetti), Don Giovanni (Mozart) o Carmen (Bizet).

Pero la imagen de Andalucía no solo aparece en óperas extranjeras. Granada será bastante usada como escenario en las composiciones de los románticos españoles. De hecho, existió una corriente conocida como alhambrismo que sentía una gran fascinación por el carácter oriental y a la vez gitano de la capital granadina. En este sentido, podemos citar Boabdil, el último rey de Granada (Saldoni), La conquista de Granada (Arrieta) o La vida breve (Manuel de Falla). Cádiz, por su parte, está bastante presente tanto en la ópera como en la zarzuela española, sobre todo a partir del siglo XIX. Lo que suele atraer de esta ciudad es el desparpajo, la gracia y la forma de vivir de sus habitantes. La exitosa zarzuela Cádiz (1886), de Federico Chueca es buena muestra de esto. Lo mismo ocurre con El baile de Luis Alonso o La boda de Luis Alonso (ambas de Gerónimo Giménez). Otra serie de óperas ambientadas en Andalucía muy interesantes son la adaptación que hizo Albéniz de la novela Pepita JiménezEl contrabandista (Basili) o El tío caniyitas (Soriano Fuertes).