2.2. La música de la Edad Moderna: Francisco Guerrero

 

Guadalupe, una de las poquísimas vihuelas que se conservan en el mundo.
Imagen de Matthias Gruber en Wikipedia. Lic. CC.
Cristóbal Morales.
Imagen de Angelo Rossi en Wikimedia Commons. Dominio público.
Francisco Guerrero.
Imagen en Wikipedia. Dominio público.
EL SIGLO XVI

El XVI está considerado como el siglo de oro de la cultura española en general y de la música en particular. Andalucía juega un papel determinante en este hecho. La Reconquista y el descubrimiento del Nuevo Mundo propiciaron un florecimiento económico que resultaría clave para la construcción de nuevos templos y catedrales, los cuales demandarían una buena cantidad de profesionales encargados de la música en los cultos y oficios religiosos. Además es el siglo de la expansión de la imprenta, lo cual favorecería enormemente la proliferación de bibliotecas. En este sentido es destacable la existencia de la Biblioteca Colombina de la catedral de Sevilla, recopilada por Hernando Colón, la cual contaba con la mayor colección de España de obras de teoría y práctica musical. 

La Iglesia, por tanto, se uniría a la corte y a los palacios como gran centro de producción musical. El dinero era abundante y los mejores  maestros, organistas, ministriles (instrumentistas, normalmente de viento) y niños cantores eran contratados por las principales catedrales andaluzas. Sevilla, centro del comercio americano, se convierte en una ciudad de una gran actividad musical y los eventos de su catedral compiten en calidad con las mejores de Europa. En este clima se consolidaría la llamada Escuela Sevillana, muy centrada en la polifonía sacra y cuyo fundador, Pedro Fernández de Castilleja, sería el maestro de dos de las figuras más importantes de la música andaluza de todos los tiempos:

  • Cristóbal de Morales. Este sevillano está considerado como el mejor compositor español de toda la primera mitad del siglo. Se formó como niño cantor de la catedral de Sevilla pero nunca llegó a ser su maestro. Su carrera profesional transcurrió por Toledo, Roma, Marchena y Málaga y su obra fue muy conocida en toda Europa durante siglos. Se dedicó, casi en exclusiva a la música vocal religiosa, sobre todo misas y motetes.
  • Francisco Guerrero. Es el máximo representante de la escuela sevillana del siglo de oro y el mayor maestro de la polifonía sacra de Andalucía. Fue alumno de Fernández de Castilleja y del propio Cristóbal de Morales. Tras su formación en la capital hispalense , marchó a Jaén, donde sería maestro de capilla de su catedral pero con tan solo 21 años volvería a Sevilla, desempeñando distintos cargos hasta que sucedió a Castilleja como maestro tras su fallecimiento. Su obra, formada principalmente por misas himnos y motetes,  es extensísima y entre ella podemos destacar las Canciones y villanescas espirituales, que tienen la particularidad de estar en lengua castellana.

Aparte de Sevilla, el otro punto interesante para la música religiosa andaluza de este siglo fue la Capilla Real de Granada, la cual estuvo brillantemente dirigida por maestros de la talla de Rodrigo de Ceballos o Ambrosio de Cotes. Esta capilla además fue pionera en ciertas prácticas, como la impresión de incunables musicales o la contratación de ministriles

En cuanto a la música profana, se beneficiaría mucho del humanismo que se extendió entre las casas nobiliarias. Cortes como la del duque de Arcos en Marchena, la del duque de Osuna o la del marqués de Medina Sidonia disfrutaban de sus propios servicios musicales. y en ellas se desarrollaban recitales, normalmente para laúd, viola o vihuela. Este último fue, sin duda, el instrumento estrella de este siglo. Para música vocal, podemos destacar la obra de Juan Vázquez o la serie de cancioneros manuscritos que se conservan, tales como el Cancionero musical de la casa de Medinaceli.  

 

Si nos huviera mirado Cristóbal de Morales (1500 - 1553).
Vídeo de Belarmo alojado en Youtube
Niño Dios d'amor herido - Francisco Guerrero (1528 - 1599)
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EL SIGLO XVII

Al igual que en el resto de disciplinas históricas, el siglo XVII supondría un cambio la práctica musical. En un contexto de decadencia económica, los logros artísticos continuarían, aunque con otros presupuestos. El Barroco llega y se mantendrá hasta la mitad del siglo siguiente. La polifonía es sustituida por la homofonía (aunque con uso de la policoralidad) y aparecen nuevas formas musicales como  la suite, la sonata, la cantata, el concerto grosso , la ópera, etc. No obstante, la llegada de estas no implicaría la desaparición de las anteriores, por lo que los compositores se verán obligados a dominar formas tradicionales y nuevas.

En lo religioso, los autores más importantes fueron el ursaonense Alonso Lobo (un compositor muy conocido en su época), Sebastían Durín,(autor de la primera zarzuela que se conoce completa) y, especialmente, el sevillano Francisco Correa de Arauxo, compositor y organista de la Catedral de Jaén, quien escribiría Facultad orgánica, una obra que le otorgaría la fama internacional y que está dividida en dos partes: una teórica y una práctica con 69 composiciones para órgano.

En cuanto a la música civil, son numerosos los compositores andaluces que aparecen en las publicaciones y recopilaciones manuscritas que nos han llegado, tales como Juan Hidalgo o Gabriel Díaz. Como curiosidad diremos que muchas obras del famoso poeta cordobés Luis de Góngora son adaptadas al canto por numerosos intérpretes.

Correa de Arauxo: Tiento de tiple de séptimo tono / Luis Antonio González, organ
Vídeo de LOSMVSICOSDESVALTEZA alojado en  Youtube 

Para saber más

Órgano
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EL ÓRGANO EN LA MÚSICA RELIGIOSA BARROCA DE ANDALUCÍA.

Ya hemos visto la importancia que tenía la música en la liturgia religiosa la música barroca. En esta época los templos se concebían como verdaderos espacios acústicos, en los que la música lo inundaba todo y era capaz de hacer vibrar al oyente. En esto jugaba un papel fundamental el rey de los instrumentos musicales, el órgano, quizás la más fascinante máquina de hacer sonidos que ha creado el hombre. Ningún otro instrumento es capaz de envolverte como lo hace el órgano, ya que se puede decir que forma parte de la arquitectura del edificio.

Introducido en el culto desde el siglo XI, la documentación conocida nos dice que existe en Andalucía desde principios del siglo XVII y que la mayor parte de las iglesias y monasterios de cierta importancia acabarían contando con uno. Sin embargo, desde que entró en desuso, este instrumento vivió mucho tiempo sin la atención ni de la historia del Arte, ni del Patrimonio Cultural. Ante esto, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía suscribió en 1991 un acuerdo con la Iglesia Católica en Andalucía que permitió llevar a cabo el inventario y catalogación de los órganos conservados en la comunidad. Así, quedaron catalogados en Andalucía unos 250 órganos, de los que había que darse por perdido un buen número de ellos a consecuencia de los acontecimientos socioeconómicos e históricos de la primera mitad del siglo XX.

Ante esto, y queriendo continuar con estas actuaciones, la Consejería, a través de su programa Andalucía Barroca 2007 puso en marcha un necesario Programa de Recuperación de la Organería Barroca. La actuación se saldó con la restauración de los órganos de diez importantes iglesias de Andalucía, estando representadas las ocho provincias de nuestra comunidad:

  • CÓRDOBA, Iglesia de San Hipólito.
  • CASTAÑO DEL ROBLEDO (Huelva), Iglesia de Santiago.
  • GRANADA, Iglesia de los Santos Justo y Pastor.
  • MARCHENA (Sevilla), Iglesia de San Juan Bautista.
  • ÉCIJA (Sevilla), Iglesia de La Concepción.
  • VÉLEZ-RUBIO (Almería), Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación.
  • ALCALÁ DE LOS GAZULES (Cádiz), Iglesia de San Jorge.
  • BAEZA (Jaén), Iglesia de Santa María del Alcázar y San Andrés.
  • CÁDIZ, Iglesia de San Lorenzo.
  • ANTEQUERA (Málaga), Colegiata de San Sebastián.

Este programa de recuperación, ya finalizado hace algunos años, tuvo su punto culminante con la puesta en valor de los órganos mediante un ciclo de conciertos realizados entre septiembre y diciembre de 2007.

Concierto barroco para órgano y trompeta en la Catedral
Vídeo de Diócesis de Córdoba alojado en Youtube 
SIGLO XVIII

Ya indicamos que la música barroca se mantendría en nuestro país hasta mediados del siglo  XVIII. No obstante, que desde el inicio del siglo empiezan a notarse actitudes diferentes, sobre todo en la música profana, que se acercará a los modelos italianos y tendrá una concepción más hedonista. Un ejemplo de esto será  la presencia en la corte sevillana de Felipe V del compositor Doménico Scarlatti, quien a pesar de su origen italiano, supo impregnar de la esencia andaluza muchas de sus creaciones.

En la música religiosa podemos destacar a Pedro Rabassa, un activo compositor y tratadista que fue maestro de la catedral de Sevilla; o Domingo Arquimbau, quien trabajó en Córdoba, Málaga, Granada y Sevilla. También es necesario indicar que la célebre obra sacra Las siete últimas palabras de nuestro salvador en la Cruz, del genial compositor austríaco Joseph Haydn, fue realizada por encargo del canónigo de Cádiz José Saénz de Santamaría para el Oratorio de la Santa Cueva de la capital gaditana.

Domenico Scarlatti. Fandango
Vídeo de Landereseuss alojado en Youtube

Comprueba lo aprendido

Indica si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas:

Pregunta 1

El XVI está considerado como el siglo de oro de la cultura española.

Pregunta 2

A la muerte de Pedro Fernández de Castilleja, sería nombrado maestro de capilla de la catedral de Sevilla su discípulo Cristobal Morales.

Pregunta 3

 Canciones y villanescas espirituales es una obra de Francisco Guerrero.

Pregunta 4

En la música profana del siglo XVI el instrumento musical por antonomasia era la vihuela.

Pregunta 5

La obra Facultad orgánica otorgó gran fama internacional a su autor, Pedro de Rabassa.

Importante

El siglo XVI está considerado como el siglo de oro de la música española. La Iglesia se une a la corte y a los palacios como gran centro de producción musical. El dinero era abundante y los mejores  maestros, organistas, ministriles y niños cantores eran contratados por las principales catedrales andaluzas. Sevilla se convierte en una ciudad de una gran actividad musical y los eventos de su catedral son de los mejores de Europa. Los principales representantes de esta escuela sevillana serán Pedro Fernández de Castilleja y, sobre todo, Cristóbal de Morales y Francisco Guerrero. Otro punto interesante para la música religiosa andaluza fue la Capilla Real de Granada, la cual estuvo brillantemente dirigida por maestros de la talla de Rodrigo de Ceballos o Ambrosio de Cotes. En cuanto a la música profana, bastantes cortes disfrutaban de sus propios servicios musicales. y en ellas se desarrollaban recitales, normalmente para laúd, viola o vihuela. Para música vocal podemos destacar la obra de Juan Vázquez o los cancioneros manuscritos que se conservan, tales como el Cancionero musical de la casa de Medinaceli.  

El siglo XVII supondría un cambio la práctica musical. El Barroco llega y se mantendrá hasta la mitad del siglo siguiente. La polifonía es sustituida por la homofonía y aparecen nuevas formas musicales como  la suite , la sonata, la cantata, el concerto grosso , la ópera, etc. No obstante, la llegada de estas no implicaría la desaparición de las anteriores. En lo religioso, el autor más importante fue Francisco Correa de Arauxo, compositor y organista de la Catedral de Jaén, quien escribiría Facultad orgánica, una obra que le otorgaría la fama internacional. Respecto a la música civil, son numerosos los compositores andaluces que aparecen en las publicaciones y recopilaciones manuscritas que nos han llegado, tales como Juan Hidalgo o Gabriel Díaz.

Pese a que la música barroca se mantendría hasta mediados del siglo  XVIII, desde el inicio de este siglo empezaron a notarse actitudes diferentes, sobre todo en la música profana, que se acercará a los modelos italianos. Un ejemplo de esto será  la presencia en la corte sevillana de Felipe V del italiano Doménico Scarlatti, quien impregna de esencia andaluza muchas de sus creaciones. En música religiosa podemos destacar a Pedro Rabassa o Domingo Arquimbau.