Hemos visto previamente que los signos y los síntomas nos pueden dar información acerca de cómo se encuentra la persona accidentada. A continuación, y tal y como establece el protocolo de actuación de Cruz Roja Española, vamos a establecer los parámetros más adecuados para conocer la situación real del afectado. Esta composición podrá llevarse a cabo gracias al conocimiento de las constantes vitales.
Debido a la falta de instrumentos que nos podemos encontrar, las constantes con las que vamos a trabajar son aquellas que resulten más fáciles de reconocer.
- Conciencia: se verifica sometiendo al accidentado a distintos estímulos y viendo su respuesta: consciente (responde a todos los estímulos); grado 1 (inconsciente pero responde a ruidos); grado 2 (no responde a ruidos pero sí al dolor); grado 3 (no responde a ningún estímulo).
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Respiración: se chequea oyendo y observando la circulación del aire en los pulmones (si es rítmica y regular). Valores a tener en cuenta:
- Cifras normales: 12 a 20 respiraciones por minuto (rpm).
- Taquipnea: respiración rápida y superficial (insuficiencia respiratoria).
- Bradipnea: respiración lenta (hipotermia, intoxicación…).
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Pulso: tomar el pulso se corresponde con medir la frecuencia cardiaca. Se mide en pulsaciones por minuto (ppm).
- Cifras normales: una persona sana y en reposo son de 60-100 ppm.
- Taquicardia: más de 100 ppm. Puede ser por hemorragias, lipotimias…
- Bradicardia: menos de 60 ppm. El corazón trabaja demasiado lento, con lo cual se envía poca sangre al cuerpo, aunque una persona entrenada puede tener menos sin que ello implique enfermedad.
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Temperatura: se debe tomar con un termómetro en la axila o en el tímpano. Las cifras normales son varias: en la axial (36,5 grados), en el interior de la boca (37 grados). Por encima o por debajo se dan las siguientes circunstancias:
- Hipertermia: temperatura superior a la normal. Hay peligro cuando rebasa los 41-42 grados. La temperatura sube en casos de infección o exposición al sol de forma excesiva.
- Hipotermia: temperatura demasiado baja. Peligrosa cuando es inferior a los 34,5 grados. La temperatura alcanza estas cifras por una larga exposición al frío.
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Tensión arterial por palpación: es el dato que mide la presión con la que circula la sangre en las arterias (la fuerza de impulso del corazón). Se obtiene dos cifras en la medición:
- Tensión mínima: cuando el corazón se encuentra relajado.
- Tensión máxima: cuando el corazón se contrae enviando la sangre a las arterias.
- Relleno capilar: nos da a conocer si la sangre llega a la periferia de nuestro cuerpo. Para realizar la valoración presionaremos la yema de un dedo, de modo que soltar se recupera la coloración de esa zona rápidamente (<2 segundos) la irrigación es correcta.
Bajada significativa de la temperatura corporal. Menos de 34.5 grados.