3.1 - La evolución de los numerales latinos
En castellano prácticamente los numerales se han mantenido sin muchos cambios. Analicemos algunos de ellos:
Cardinales
- Del 1 al 15 se mantuvieron en castellano con los cambios fonéticos correspondientes:
- Encontramos la diptongación de la vocal tónica: sex > seis (y por simplificación del grupo x= ks);
- En los numerales quinque y quattuor se cambia la grafía -q- por -c-. En quattuor > cuatro se produce una metátesis, o cambio de posición de la -r-.
- Encontramos la caída de las consonantes sonoras: quin(de)cim > quince
- En los numerales del 16 al 19 el castellano usó la forma más simple de sumar la unidad y diez: diez + seis: dieciséis...
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Biga: carro tirado por dos caballos El prefijo bi- indica "dos" |
- En los numerales de las decenas del 20 al 90 se mantuvieron los latinos con los cambios fonéticos esperados: el sufijo -ginta latino ha evolucionado a -enta por caída de la -g intervocálica y apertura de la -i tónica en -e: cuarenta, cincuenta, sesenta.
- Las centenas se forman en castellano con el numeral de las unidades y el numeral centum en su forma declinada centi -ae -a: doscientos, trescientos, ochocientos, manteniendo el cambio de género y el número plural (doscientos-doscientas).
Ordinales
- El numeral primus se sustituyó por primarius -a -um > "primero".
- El numeral tertius se sustituyó por terciarius -a -um > "tercero".
- El numeral nonus se sustituyó por novenus -a -um > "noveno".
- El resto de los adjetivos mantienen la forma latina. Sólo hemos sistematizado las formas como: 18: décimo octavo en lugar de duodevigésimo; 39 :trigésimo noveno en lugar de undecuadragésimo.
Distributivos
Los adjetivos distributivos latinos prácticamente han desaprecido y usamos las expresiones "de dos en dos, de tres en tres...", aunque mantenemos los restos de algunas formas: terna, numero binario. El único adjetivo que se puede considerar distributivo en castellano es sendos/-as, que significa que "hay un objeto para cada una de las personas o cosas". Por ejemplo: "Mi hermano y su amigo vinieron con sendas bicicletas" (una bicicleta para cada uno). No lo confundas con "dos" o "ambas" (por ejemplo, "Lo cogió con ambas manos" y no "lo cogió con sendas manos").
Multiplicativos
Se mantienen en castellano las forma doble, triple, cuádruple,... heredadas del latín.

Curiosidad
El origen del sustantivo castellano "siesta" proviene del numeral sexta usado en la expresión sexta hora. Los romanos contaban las horas del día (prima hora, secunda hora...) a partir de la salida de sol. Aunque dependía de la estación del año, solía ser alrededor de las seis de la madrugada. Por tanto, la sexta hora coincidía aproximadamente con la hora de mediodía en la que se solía tomar un tentempié para almorzar. Con posterioridad, se extendió la costumbre de echar una cabezada después de la comida y acabó por designarse con el nombre de la hora (sexta > siesta) a la actividad que se hacía en ella.
El verbo diezmar provienen del verbo decimare que a su vez deriva del numeral decimus. Se tenía la costumbre, sobre todo en el ejército, de que, cuando no se sabía el culpable de una falta o se quería dar un castigo ejemplar, se mataba a uno de cada diez soldados o a uno de cada diez prisioneros. Este sistema se conservó durante la Edad Media. Actualmente este verbo se utiliza para indicar "la reducción del número por una gran mortandad, producida normalmente por una guerra, epidemia o catástrofe" (Ej: La Segunda Guerra Mundial diezmó enormemente la población europea).
El sustantivo diezmo, derivado también del numeral ordinal decimus, hace referencia a un impuesto que corresponde al diez por ciento del valor de la mercancía. En los primeros tiempos del cristianismo los fieles daban a la Iglesia la décima parte de los frutos obtenidos en la cosecha. Esta práctica, en un principio voluntaria, acabó convirtiéndose en obligatoria.

AV - Actividad de Espacios en Blanco
