2.1 Metafísica

Actividad
Nietzsche critica el platonismo de la filosofía tradicional que afirma que la realidad está escindida en dos: un mundo "aparente" (cambiante, subjetivo y que percibimos por los sentidos) y otro "verdadero" (inmutable, objetivo y captado por la razón). El mundo aparente se relaciona con el cuerpo, la muerte y el mal, y el mundo verdadero con el alma, la eternidad y el bien.
Nietzsche considera que la creación de este mundo de las ideas supuestamente verdadero es debida a la necesidad de consuelo ante el miedo al único mundo existente, que es cambiante y donde hay tanto dolor como placer.
Esta metafísica desarrollada por Platón será recogida a lo largo de los siglos, tanto por el cristianismo como por toda la filosofía, incluido el idealismo, o el racionalismo -ya hemos visto a Descartes, Kant y Hegel-, a excepción de Heráclito, dirá Nietzsche.

Actividad de lectura
‘Heráclito tendrá eternamente razón al decir que el ser es una ficción vacía. El mundo «aparente» es el único: el mundo «verdadero» no es más que un añadido mentiroso’.
F. Nietzsche, Crepúsculo de los ídolos, Alianza, Madrid 1984, 7ª, p.46
Nietzsche llama platonismo a la creencia en dos mundos, uno aparente, mutable y sensible, y otro verdadero, eterno y racional. Esta metafísica, difundida por la religión judeocristiana y la mayor parte de la filosofía tradicional, es fruto del miedo ante el devenir, la muerte, el sin sentido y el dolor del mundo, del único mundo que hay: el que percibimos.

Conocimiento previo
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Imagen de colegiouniversaldeperiodismo en Flickr. Licencia CC |
‘El lobo estepario’, una de las obras maestras de Herman Hesse, tiene como una de sus influencias el vitalismo de Nietzsche y la crítica al dualismo entre mundo aparente y ‘mundo verdadero’.