3. Construcciones megalíticas.
Si la pintura rupestre constituye la primera muestra pictórica de la humanidad, los monumentos megalíticos pueden ser considerados como los primeros ejemplos arquitectónicos. El cambio de sociedades nómadas a sedentarias lleva consigo que a partir del Neolítico y durante la Edad de los Metales se construyan estas enormes fábricas de piedra. Pero no todas son iguales, vamos a ver algunas de sus tipologías:
• Menhir: es una gran losa de piedra colocada verticalmente. Estas pueden estar dispuestas unas detrás de otra creando un alineamiento; o en círculo, son los llamados crómlech.
Menhir Saint-Macaire-en-Mauges
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Alineamiento en Carnac.
Fotografía Myrabella en Wikimedia Commons. Licencia CC
Crómlech de Swinside
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• Dolmen: para su construcción se colocan dos losas de piedra verticales que soportan otra horizontal de enorme tamaño igualmente. Esta sería la versión más sencilla, que nos recuerda a una gigantesca mesa. Al igual que los menhires pueden instalarse circularmente.
Pero también los encontramos con un gran pasillo constituido por este mismo esquema constructivo que se alarga hasta desembocar en un espacio circular o cámara funeraria, en donde se depositaría el cuerpo del fallecido junto a su ajuar funerario. Se conocen con el nombre de dólmenes de corredor.
Es posible que conozcas alguno de estos monumentos cerca de la zona en donde vives, pues existen notables muestras en Andalucía: el dolmen de Soto en Trigueros (Huelva), los dólmenes de La Pastora y Matarrubilla en Valencina de la Concepción (Sevilla) o La Cueva de Menga y El Romeral en Antequera (Málaga).
Dolmen de Soto, Trigueros (Huelva).
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