2.1 Características y técnicas.

Las venus son figuras de pequeño tamaño (entre 4 y 25 centímetros) hechas en diferentes materiales, fundamentalmente en hueso, asta, piedra y marfil. La imagen que solemos tener de las venus se  corresponde al tipo de la más famosa, la venus de Willendorf (que tiene unos once centímetros de alto): esteatopigia, esquematismo de los brazos y de las piernas, rostro sólo esbozado o cubierto (¿peinado de trenzas? ¿corona?). Sin embargo, hay otras venus más estilizadas, aunque todas tienen en común el desarrollo de las características sexuales relacionadas con la fertilidad: senos, caderas, vientre… Algunas venus parecen representar con claridad un embarazo; todo esto debemos tenerlo presente a la hora de interpretar su significado.

La inmensa mayoría son estatuillas de bulto redondo; pero también encontramos algunas de tipo parietal, en bajorrelieve mediante incisiones lineales en la piedra para resaltar la figura; por ejemplo, la venus de Laussel (de unos cuarenta y cinco centímetros, encontrada en Dordogne, Francia), aunque parece que también era transportada. Encontramos, por tanto, dos técnicas: la predominante es la de talla (se elimina, por decirlo así, “lo que sobra” del material para realizar la escultura) y el relieve (rebajamiento de la superficie de piedra circundante a la imagen). Sin duda, se utilizaron para hacerlas buriles (de piedra) y lascas afiladas; quizás en una época más tardía (el solutrense) pudieron usarse otros materiales como el hueso en la labor de tallado.

Por los restos de pigmentos encontrados (ocre rojo) en algunas de ellas, podemos suponer que estaban pintadas lo cual contribuye a relacionarlas con la fertilidad.

 

Venus de Laussel Iimagen en Wikimedia Commons. Dominio público.