4.2. Bajo Renacimiento

 

 

Cuando hablamos de Bajo Renacimiento en España nos referimos fundamentalmente a la producción artística generada fundamentalmente en el último tercio del siglo XVI.

ARQUITECTURA

Este período viene marcado por la construcción del Monasterio del Escorial entre 1563 y 1583. Felipe II encargó su levantamiento a Juan Bautista de Toledo para conmemorar la victoria en la Batalla de San Quintín y su deseo era construir una edificación que fuera palacio, iglesia, monasterio y enterramiento al mismo tiempo. La temprana muerte de De Toledo hizo que el rey traspasara el encargo a su ayudante, Juan de Herrera (1530-1597), quien adaptó el proyecto inicial más al gusto renacentista, para lo que eliminó seis de las torres proyectadas e igualó la altura de todas las fachadas, optando también por una decoración exterior muy sobria basada fundamentalmente en elementos geométricos como esferas y pirámides. A esta forma de construir y de decorar se le llamará de aquí en adelante estilo herreriano, el cual será continuado por algunos arquitectos como, por ejemplo, Francisco de Mora, el autor del Convento de San Jorge de Ávila. Otros proyectos de Herrera de no tanta entidad como el Escorial fueron la Catedral de Valladolid o la Lonja de Sevilla.

 

Todo el Bajo Renacimiento español viene marcado por la construcción del Monasterio de San Lorenzo del Escorial, del que se encargó Juan de Herrera Imagen en Wikimedia Commons de AnTeMi bajo CC

ESCULTURA

El dramatismo y la tragedia que ya vimos en Berruguete y Juan de Juni continuará en España en la última parte del siglo XV de la mano de gente como Gaspar Becerra, autor del Retablo de la Catedral de Astorga. Además, al Escorial llegarán desde Italia León Leoni (considerado el mejor medallista del cinquecento) y su hijo Pompeyo Leoni para decorar esculturalmente el complejo. Entre ambos se encargaron de la estatua Carlos V dominando el furor, de varios grupos de sepulcros de la familia real y de la decoración escultórica del retablo de la iglesia del monasterio. Las estatuas de los reyes presentes en el patio son obra, sin embargo, del toledano Juan Bautista Monegro.

 

Retablo mayor de la catedral de Astorga, del miguelangelesco escultor Gaspar Becerra Imagen en Wikimedia Commons de Mattana bajo Dominio Público	Los Leoni son los autores de este Carlos V dominando el furor Imagen en Wikipedia de James Steakley bajo CC

PINTURA

La pintura en el Bajo Renacimiento continúa influenciada tanto por los grandes maestros italianos como por los nuevos preceptos manieristas. Fuera de la corte, se impondrá una pintura "musculosa" de aire miguelangelesco de cuya más claros exponentes pueden ser Campaña o Becerra, aunque sin duda el autor más importante de este género fue Luis de Morales, quien con su tenebrismo manierista, sus figuras alargadas y sus colores fríos puede verse como un antecedente del Barroco. Sus pinturas más conocidas son su Cristo atado a la columna o la Virgen con el niño.

Mientras, dentro de la Corte existían dos grupos bien diferenciados de pintores: los que trabajaban en el Escorial, como Navarrete (Adoración de los Pastores), Urbina, Carvajal, Tibaldi o Cambiasso; y los retratistas reales, que fundamentalmente fueron tres, Moro (María Tudor), Sánchez Coello (Felipe II, Don Carlos) y Pantoja de la Cruz (Felipe II, Felipe III).

Caso que merece atención aparte es el de otro de los genios universales de la pintura, El Greco (1541-1614). Nacido en Creta y prácticamente formado en Venecia y Roma, Doménico Theotocópoulos (ese era su nombre), se desplazó a España en el último tercio del siglo XVI quizás atraido por el deseo de trabajar en el Escorial, aunque pronto se llevó el revés de que su Martirio de San Mauricio para la iglesia del Monasterio del Escorial fue rechazado por el monarca por ser considerado demasiado innovador. Sin embargo, el autor no renegó de su obra y siguió trabajando en el perfeccionamiento de su estilo, una pintura sin apenas paisajes, colores fríos y figuras alargadas y etéreas, casi místicas. Los rostros, por lo general tristes y austeros son los que concentran toda la atención en sus cuadros y el tema religioso y el retrato ocuparán casi la totalidad de su repertorio.. Entre sus obras más españolas más destacadas podemos citar La Trinidad, El entierro del Conde de Orgaz, Las lágrimas de San Pedro, o el Caballero de la Mano en el Pecho, mientras que de su época italiana podemos citar a la Anunciación o a las primeras versiones del Expolio como ejemplos más importantes.

 

Luis de Morales es el autor de esta Venus con el Niño Imagen en Wikimedia Commons de The Yorck Project bajo Dominio Público	La Trinidad, una pintura muy típica del Greco Imagen en Wikimedia Commons de Vecellio bajo Dominio Público
Entierro del Conde Orgaz, seguramente la obra más conocida del Greco Imagen en Wikimedia Commons de Kaldari bajo CC	La versión definitiva de el Expolio está situada en la catedral de Toledo Imagen en Wikimedia Commons de Niplos bajo CC