1. La democracia ateniense
Varios gobernantes anteriores a Pericles fueron poniendo las bases de la democracia en Atenas, favoreciendo que el pueblo tuviera una participación cada vez mayor en la vida pública de la ciudad, en detrimento del poder político de los aristócratas, primero, y de los tiranos, en segundo lugar.
Pericles |
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Ctesilas: Pericles (copia romana) |
Dracón a finales del siglo VII a.n.e., recopiló las leyes tradicionales. Entonces Atenas era escenario de continuas luchas por el poder. Al establecer que fuese el Estado quien dirimiera las disputas, acabó con las venganzas familiares.
Solón fue elegido arconte en el año 594 a.n.e. Implantó una nueva Constitución, condonó las deudas de los campesinos y abolió la esclavitud por endeudamiento. Creó un Consejo de 400 miembros.
Pisístrato fue el primer tirano de Atenas (561 a.n.e.). Consolidó las reformas de Solón e intentó mejorar las condiciones de vida de los campesinos.
Clístenes participó, en el año 510 a.n.e. participó en la rebelión que derrocó al tirano Hipias, hijo de Pisístrato. Hizo desaparecer muchos privilegios hereditarios e instauró la Isonomía, igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Creó un Consejo de 500 miembros.
Pericles fue el primer magistrado de Atenas a partir del año 461 a.n.e. La Democracia, o más bien Isonomía (igualdad de los ciudadanos ante la ley) ateniense, ya llevaba varios años vigente. A Pericles se le considera su culminador, puesto que derogó las prerrogativas que aún tenía el Areópago (en manos de los aristócratas) en beneficio de instituciones como la ecclesia y la boulé; hizo posible que ciudadanos de diferentes clases sociales tuvieran acceso a las altas magistraturas; intituyó el pago de dietas para los ciudadanos que ejercieran como jurados o miembros del consejo, lo que permitía que todos sin distinción pudieran ejercer sus derechos políticos.
Cierto que esta democracia era limitada, ya que los ciudadanos solo eran una parte minoritaria de la población. Las mujeres, aun siendo ciudadanas, no tenían derecho a participar en la vida pública y, por supuesto, los esclavos estaban también excluidos. Los extranjeros residentes en la ciudad, llamados metecos, se dedicaban preferentemente al comercio y a la industria y eran parte fundamental en la economía de la ciudad. Sin embargo, carecían de derechos políticos.
El gobierno de la ciudad en tiempos de Pericles
En Atenas el órgano supremo de gobierno era la ecclesia, asamblea de ciudadanos varones mayores de edad. Estos eran unos cincuenta mil, aunque no llegaban a reunirse en su totalidad, por supuesto. El lugar de encuentro estaba situado en la colina de la Pnyx, y era una especie de auditorio al aire libre, cuya capacidad máxima era de unos seis mil hombres. Si había un quórum mayor, la asamblea se tenía que trasladar al ágora. Pero era una situación excepcional: campesinos y marineros no solían trasladarse a la ciudad salvo en ocasiones muy contadas, aun teniendo en cuenta que el estado les pagaba dietas.
No existían los partidos políticos. Los mejores oradores solían hablar por boca de los ciudadanos que compartían sus ideas, y normalmente el que mejor hablaba era el que se ganaba la voluntad y el voto de la mayoría. Esta facultad la poseía en grado máximo Pericles, que durante quince años logró liderar la Asamblea y ser nombrado στρατηγός αὐτοκράτωρ, cargo que ponía en sus manos la política interior y exterior de Atenas.
Según la constitución de Atenas, la ecclesia debía reunirse de ordinario cuatro veces al mes. El orden del día venía preparado por el segundo de los órganos de gobierno, la boulé o consejo de los 500, compuesto de diez grupos de cincuenta ciudadanos, representantes de cada una de las diez tribus en que se dividía la población del Ática. Estos cargos se desempeñaban por espacio de un año y estaban remunerados.
También seguía existiendo el Areópago, reliquia de los tiempos de la aristocracia. Todos sus miembros habían sido arcontes (magistrados anuales, según la constitución de Solón, que se elegían de acuerdo a su posición económica). Pero sus funciones estaban reducidas a las de mero tribunal de justicia en determinados casos: asesinato, incendio intencionado, sacrilegios... Claro que el cargo de arconte vestía mucho y era muy codiciado: el arconte epónimo, por ejemplo, daba su nombre al año en curso.
Comprueba lo aprendido
Completa la siguiente tabla con los nombres que correspondan a las definiciones que te ofrecemos: