1.2 - La guerra civil y la dictadura de Sila
Lucio Cornelio Sila pertenecía a una familia decaída y arruinada de la aristocracia. Recibió una buena formación, pero transcurrió su juventud de forma disoluta. Su vida cambió cuando asumió el cargo de cuestor en la guerra de Numidia bajo el mando de Mario, donde demostró grandes capacidades no sólo como estratega sino también como negociador. También tuvo el mérito de acabar con la guerra social, un contienda que enfrentó a los Romanos con los socii itálicos (socii = "aliados").
Los itálicos eran habitantes de Italia que no tenían el derecho de ciudadanía romana; sin embargo, tenían obligaciones parecidas a las de los ciudadanos de Roma, como la obligación de servir en el ejército. En el 91 a.n.e. se propuso una nueva reforma agraria para otorgar tierras y la ciudadanía romana a los itálicos, pero el Senado se opuso: los terratenientes veían con sospecha esta reforma, ya que iba en contra de sus intereses. A partir de este momento estalló la guerra entre Roma y sus aliados, que tomó el nombre de Guerra Social. Era un enfrentamiento lleno de insidias, pues los itálicos constituían las mejores tropas del ejército romano y conocían perfectamente su organización y tácticas. Esta guerra se resolvió con la concesión de la ciudadanía a los habitantes de Italia, que los igualaba jurídicamente a los romanos, y con el nombramiento de Sila a cónsul.
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Sila Imagen de Bibi Saint-Pol en Wikimedia. Dominio público |
La quimera de Arretium. Arte etrusco Imagen en Wikimedia. Dominio público |
En este periodo los romanos tuvieron más problemas en otros lugares de su territorio. Sila en ese momento había asumido el gobierno de la provincia de Asia, una región cercana al reino del Ponto, cuyo rey Mitrídates intentaba frenar el avance romano hacia Oriente. Sila se tendría que haber enfrentado a este enemigo, pero los populares se lo impidieron dándole el encargo a Mario. Ante esto, Sila volvió a Roma, entró con su ejército y revocó la orden exiliando a Mario, que tuvo que huir a África. A pesar de esto, los enfrentamientos siguieron: mientras Sila estaba de nuevo en Asia, Mario se aprovechó de la situación y entró a su vez con su ejército en Roma, vengándose así de sus enemigos. Como vemos, los ejércitos de Roma se mostraban fieles sólo a su propio general y se transformaron en instrumentos para alcanzar el poder de forma violenta.
Sila consiguió ganar a Mitrídates y reconquistar Grecia. Cuando volvió a Italia con su ejército comenzó la Guerra Civil entre sus partidarios y los de Mario. En el 82 a.n.e. Sila consiguió tomar nuevamente Roma y se hizo nombrar dictador, magistratura de carácter extraordinario que sólo podía otorgar el Senado. En la República era la primera vez que un simple ciudadano se autonombraba dictador, colocándose por encima de todas la magistraturas de Roma. Durante este periodo se publicaron las denominadas "tablas de proscripción", es decir, una lista de personas no gratas a Sila que, tras la denuncia normalmente anónima, eran eliminadas sin consecuencias penales y sus bienes confiscados. Durante la dictadura de Sila, Roma vivió un clima de auténtico terror, pues nadie podía vivir seguro, cualquier palabra podía ser comprometedora y costar la vida. En el año 79 a.n.e., Sila abandonó la política renunciando a la dictadura y se retiró a la vida privada. Murió al año siguiente.

Curiosidad
Anécdotas sobre la personalidad de L. Cornelio Sila
Para comprender el carácter de Sila, merece la pena citar un par de anécdotas.
El mismo día en el que Sila abandonó el poder, al volver a casa, la gente que se cruzaba con él seguía mirándole con temor y en silencio; sólo un ciudadano empezó a increparle con gestos groseros siguiéndole hasta la puerta de casa. Sila no se dignó a mirarlo, pero a los que le acompañaban les comentó: "¡Qué imbécil! Después de ese gesto, no habrá dictador en el mundo que esté dispuesto a abandonar el poder".
También podemos recordar el epitafio de su tumba, que revelaba su carácter vengativo: "Ningún amigo me hizo favores, ningún enemigo me ocasionó agravios, que yo no haya devuelto con creces".

AV - Pregunta de Elección Múltiple

AV - Pregunta Verdadero-Falso
Retroalimentación
Falso
Tras la victoria de Sila, Mario tuvo que huir.Retroalimentación
Verdadero
Sila fue el primer ciudadano que se autonombró dictador. La dictadura era una magistratura especial que sólo podía conceder el Senado, en momentos especialmente críticos para Roma.Retroalimentación
Falso
Con las "tablas de proscripción" se legalizó la caza de los enemigos políticos de Sila.