3.4. Analítica trascendental

Let us first divide cognition into rational analysis
and sensory perception (which Descartes considered valueless).
Now reason gives us concepts which are true but tautological;
sensation gives us images whose content is phenomenal.

Whatever greets our senses must exist in space and time
for else it would be nowhere and nowhen and therefore slime;
the space and time we presuppose before we sense reality
must have innate subjective transcendental ideality.

Thus space and time
are forms of our perception
whereby sensation’s synthesized in orderly array;
the same must hold
for rational conception:
in everything we think, the laws of logic must hold sway.

But a problem here arises with respect to natural science:
while empirical in method, on pure thought it lays reliance.
Although for Newton’s findings we to Newton give the glory
Newton never could have found them if they weren’t known a priori.

We know that nature governed is by principles immutable
but how we come to know this is inherently inscrutable;
that thought requires logic is a standpoint unassailable
but for objects of our senses explanations aren’t available.

So let's attempt
to vivisect cognition
by critical analysis in hope that we may find
the link between
pure thought and intuition:
a deduction transcendental will shed light upon the mind.

You may recall that space and time are forms of apprehension
and therefore what we sense has spatiotemporal extension;
whatever is extended is composed of a plurality
but through an act of synthesis we form a commonality.

If we are to be conscious of a single concrete entity
each part of its extension must be given independently
combining in a transcendental apperceptive unity
to which I may ascribe the term “self-conscious” with impunity.

The order of
our various sensations
arises from connections not beheld in sense alone;
our self creates
the rules of their relations
and of this combination it is conscious as its own.

While these rules correspond to scientific causal laws
the question of their constancy remains to give us pause;
but once we recollect the source of our self-conscious mind,
to this perverse dilemma a solution we may find.

The self is nothing but its act of synthesis sublime;
this act must be the same to be self-conscious over time.
The rules for combination of its selfhood form the ground
so what we perceive tomorrow by today’s laws must be bound.

These constant laws
whereby we shape experience
are simply those which regulate our reason: that is plain.
So don’t ask why
the stars display invariance:
the Cosmos is produced by your disoriented brain

Dividamos primero la cognición en análisis racional
y percepción sensorial (a la que Descartes no le concede valor alguno).
La razón nos dará conceptos que son verdaderos pero tautológicos;
la sensación imágenes cuyo contenido es fenoménico

Cualquier cosa que percibamos debe existir en el espacio y en el tiempo
de otro modo, no estaría en ningún lugar ni en ningún sitio, no sería nada;
el espacio y tiempo que presuponemos antes de detectar la realidad
deben tener una idealidad trascendental subjetiva innata

De este modo espacio y tiempo
son formas de nuestra percepción
a través de las cuales las sensaciones son agrupadas con posterioridad;
lo mismo debe mantenerse
para nuestra concepción racional:
todo lo que pensamos debe estar bajo el dominio de las leyes de la lógica.

Pero aquí surge un problema surge en relación con la ciencia natural
que aunque es empírica en el método, depende del puro pensamiento.
Aunque damos la gloria a Newton por sus descubrimientos
él nunca hubiera dado con ellos si no se hubiesen conocido a priori

Sabemos que la naturaleza está gobernada por principios inmutables
pero es intrínsecamente indescifrable cómo llegamos a conocerlos;
Es incontestable que el pensamiento requiere la lógica
pero no hay una explicación para los objetos de nuestros sentidos.

Así que intentemos
analizar el conocimiento
con un análisis crítico en la espera de que podamos encontrar
la conexión entre
el puro pensamiento y la intuición:
una deducción trascendental iluminará nuestra mente

Recuerda que el espacio y el tiempo son formas de la sensibilidad
y que por tanto lo que percibimos tiene una dimensión espacio – temporal;
todo lo que tiene extensión se encuentra compuesto de una pluralidad
que nosotros unimos mediante una síntesis

Si vamos a ser conscientes de una entidad concreta particular
cada parte de su extensión se nos debe dar de forma independiente
combinándose en una unidad perceptiva trascendental
que podríamos considerar con seguridad “auto consciente”.

El orden de
nuestras diferentes sensaciones
proviene de conexiones que no son dadas en simples sensaciones,
es no mismo el que crea
las reglas de sus relaciones
y tiene conciencia de ellas como de algo propio.

En la medida que esas reglas se corresponden con las leyes de la ciencia
podemos tener seguridad respecto al asunto de su constancia;
pero al recordar el origen de nuestra autoconciencia,
nos vemos obligados a solucionar el dilema

El yo no es sino un acto de síntesis sublime;
este acto debe ser el mismo que ser auto consciente a través del tiempo.
Las reglas propias para la combinación crean la base
de manera que nuestras percepciones futuras deben estar vinculadas a las actuales.

Esas leyes constantes
por medio de las cuales damos forma a la experiencia
está claro que son las mismas que regulan nuestra razón,
Así que no preguntes por qué
las estrellas se muestran invariables:
es nuestro desorientado cerebro el que produce el Cosmos