Ritmo
- El ritmo está relacionado con la duración del sonido, una de sus cualidades junto al timbre, altura e intensidad.
- Es la ordenación de los sonidos y silencios a lo largo del tiempo.
- El pulso es la unidad básica para medir el tiempo.
- En música, la duración del sonido la representamos mediante las figuras rítmicas, utilizando distintos símbolos (ligadura y puntillo) y grupos de valoración especial, dando lugar a multitud de combinaciones.
Compás
- Como en el lenguaje, utilizamos acentos para estructura e interpretar ideas musicales.
- El uso regular de los acentos da lugar al compás, el cual divide el tiempo en partes iguales para incluir las distintas unidades de tiempo o figuras.
- Encontramos dos formas de clasificar los compases:
- Por el nº de pulsos de cada compás, tenemos compases binarios, ternarios y cuaternarios.
- Según las partes en las que se divide cada pulso, tenemos compases de subdivisión binaria (simples) y ternaria (compuestos). También podemos encontrar los irregulares.
- Para romper la acentuación natural de los compases, utilizamos recursos que refuerzan tiempos débiles como la síncopa o el contratiempo.
Célula y ostinato rítmico
- Una célula es el elemento musical más pequeño analizable. Es el germen que va a dar coherencia a nuestra obra y nos va a permitir desarrollarla añadiendo otros elementos.
- El ostinato rítmico es el motivo rítmico que se repite de forma insistente a lo largo de la obra.
Tempo
- El tempo, aire o movimiento de una pieza musical hace referencia a la velocidad a la que se debe interpretar.
- Lo podemos encontrar o señalar mediante indicaciones metronómicas o términos (principalmente, adjetivos en italiano), que indican de forma aproximada la velocidad a la que se debe interpretar.
- Utilizamos las equivalencias indicar si queremos mantener o no la misma velocidad cuando cambiamos de compás a lo largo de la obra.