2.1. Factores geográficos

Los factores geográficos tienen especial incidencia en la temperatura de cada territorio. Hemos dicho que los factores que inciden en los climas españoles son:

  • La latitud. Por lo general, suele hacer más calor cuanto más nos acerquemos al ecuador y más frío cuanto más cerca de los polos estemos. Este fenómeno se explica por el hecho de que la atmósfera es más gruesa en los círculos polares que en el ecuador, lo que hace que los rayos de sol pierdan más capacidad calorífica cuanto mayor grosor de la capa gaseosa tengan que atravesar.

    España se encuentra centrada en torno al paralelo 40º, en la zona templada del hemisferio norte, lo que conlleva que las temperaturas del norte sean más frías que las del sur y que se produzca la alternancia estacional propia de estas latitudes. Existen cuatro estaciones diferenciadas, dos claramente bien marcadas (invierno y verano) y otras dos de transición (primavera y otoño). En las islas Canarias hay menos contraste entre estaciones por su cercanía con el dominio intertropical.

 

Influencia en el clima de España
Situación geográfica de España
Imagen en Instituto Geográfico Nacional bajo uso educativo
  • La situación. La península ibérica se encuentra situada entre dos grandes masas de agua (Atlántico y Mediterráneo) y entre dos grandes masas continentales (África y Europa). Esta peculiar situación geográfica modifica algunas de las características que, por su latitud, le corresponderían, ya que la posición de la Península en el extremo del continente euroasiático permite la penetración, en invierno, de coladas de aire frío y seco procedentes del anticiclón de origen térmico que se instala en el interior de Siberia. En contraste, aunque con menor frecuencia, en verano, pueden afectar las masas de aire cálido y seco instaladas sobre el continente africano.

    En cuanto a los efectos relativos al hecho de estar entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo, mejor tratarlos en el posterior apartado del influjo marino.
Influencia del relieve en el clima
Influencia del relieve en el clima
Imagen en Instituto Geográfico Nacional bajo uso educativo
  • El relieve. Es también un factor bastante determinante en el clima tanto peninsular como insular, y su importancia se pone de manifiesto desde varios puntos de vista.

    Primeramente podemos referirnos a la particularidad de la disposición que adoptan las grandes unidades montañosas de la península. Esta disposición periférica, en la que las cadenas y cordilleras se sitúan en la parte externa de la península, obstaculiza la entrada de grandes masas nubosas hacia el interior, de ahí que las zonas costeras y montañosas sean más húmedas que el interior de la meseta. Estos sistemas montañosos, generalmente paralelos a la costa, también frenan la influencia del mar, que solo puede entrar por el valle del Guadalquivir. Además, la posición oeste/este de la mayoría de los sistemas provoca la penetración de masas de aire marítimas desde el oeste.

    En cuanto a la altitud, sabemos que España tiene una elevada altitud media (unos 650 m) y que, por la zona en que se encuentra, por cada 160 metros que ascendemos la temperatura desciende un grado centígrado, de ahí que haga mucho más frío en una zona alta de montaña que en una al nivel del mar. La altitud también es la responsable de las precipitaciones orográficas (lluvias producidas en las laderas de barlovento por el ascenso de una columna de aire húmedo al encontrarse con una montaña), de las lluvias horizontales (las nubes depositan el agua en la vegetación) y del rocío y la escarcha.

    Finalmente, tampoco podemos olvidarnos de que la orientación del relieve también crea contrastes climáticos, ya que se existen claras diferencias entre la solana, que es la zona del relieve donde el sol da de lleno, y la umbría, la parte que siempre está a la sombra.

Actividad

CONCEPTO: BARLOVENTO

Barlovento es la ladera del relieve montañoso que recibe directamente los vientos húmedos provenientes del mar. Las nubes vienen del mar cargadas de humedad y se encuentran con el relieve, con lo que se ven obligadas a elevarse para poder salvarlo, por lo que se enfrían y descargan en esta vertiente las conocidas como lluvias orográficas.

  • La influencia marina. Los contrastados comportamientos térmicos del Atlántico y el Mediterráneo explican la variedad de climas presentes en tierras próximas a una u otra masa marina. El mar en sí es un regulador de las temperaturas, es decir, tiende a suavizar las temperaturas de una zona, ya que el agua se calienta y enfría más difícilmente que la atmósfera. Por lo tanto, las tierras próximas a un litoral, sobre todo aquellas que se encuentran cerca de una gran masa oceánica, como es por ejemplo el Atlántico, suelen tener unas temperaturas bastante suaves durante todo el año, pues la propia masa de agua del océano se encarga de regularlas y de impedir que haga mucho frío o mucho calor. El mar Mediterráneo, sin embargo, no es un gran regulador de las temperaturas de las costas que baña. Esto se debe a que a escala mundial no es una gran masa de agua como los océanos, y además posee un carácter muy cerrado, ya que se encuentra rodeado de tierras por todas partes. Su efecto suavizador es pequeño, lo que provoca que las costas mediterráneas no tengan unas temperaturas tan constantes como las atlánticas.
    Benidorm
    El escaso poder termorregulador del Mediterráneo provoca temperatutas bastante
    cálidas en verano, lo que le otorga un gran atractivo turístico

    Imagen desteve_cx en Flickr. Licencia CC

    De todas formas, no se puede decir que la influencia del mar sea muy grande en la península. Ya hemos visto que la disposición periférica evita una gran penetración del influjo marino, a lo que tampoco ayuda que las costas españolas sean muy poco recortadas, ni el hecho de que la península ibérica tenga una dimensión bastante ancha.

    Por el contrario, las zonas del interior, carentes del influjo suavizador de los océanos, suelen tener unas temperaturas muy fuertes y extremas, existiendo en ellas una gran diferencia entre un invierno muy frío y un verano muy caluroso. Esto es lo que se denomina continentalidad, y es lo que explica por qué en el interior de la meseta castellana los inviernos son tan fríos, mientras que durante el verano se alcanzan unas temperaturas muy altas.

    De esta forma, se podría hablar entonces de la existencia de una estrecha periferia costera con tendencia a climas de influencia marina y un núcleo interior bastante ancho con climas de influencia continental.

    En los archipiélagos, como es natural, la influencia del mar es fundamental. Las Canarias, por ejemplo, están bañadas por una corriente fría que provoca que su clima sea apreciablemente más fresco que el que tendrían si no existiera esa misma corriente. Además, reciben diversas influencias atmosféricas por su especial situación geográfica tan cercana a las costas africanas, entre las que podemos destacar a la calima.

    La calima del Sahara sobre las islas Canarias
    Efecto de la calima proveniente del Sahara sobre las islas Canarias
    Imagen de Edub en Wikipedia. Licencia dominio público

Reflexión

Explica por qué las ciudades españolas en la costa atlántica tienen unas temperaturas más estables (tienen menor amplitud térmica) que las del Mediterráneo.