3.1. Arte y Ecología

Arte ambiental, arte ecológico o environmental art son solo algunos términos de reciente aparición que se refieren a una nueva forma de hacer y difundir arte en estrecha relación con la naturaleza. Como todas las corrientes artísticas nuevas, no está muy claro a qué hacen referencia exactamente ni los artistas implicados ni su propósito ideológico, así que en este apartado intentaremos exponer de manera clara y sencilla esta nueva corriente artística.

Hacia los años sesenta surge una nueva forma de arte que se servía de los grandes espacios naturales para realizar variadas intervenciones en ellos. Se trata del Land Art, que ya conoces de la unidad anterior en el apartado del arte conceptual. El Land Art fue solo el principio de la relación entre arte y naturaleza pero en esos años aún no había una conciencia sobre la fragilidad del medioambiente y el daño que las actividades humanas estaban causando en la naturaleza, sino que ésta se usaba como un soporte artístico más.

Unas décadas más tarde comienzan las primeras acciones que tenían como finalidad el concienciar sobre la fragilidad del medio ambiente y la necesidad de cambiar nuestra forma de vida. Entre estas tempranas acciones cabe destacar la realizada por Joseph Beuys en 1982 titulada 7.000 robles, y que tenía como propósito replantar siete mil ejemplares de robles para repoblar y recuperar una zona devastada durante la Segunda Guerra Mundial.   

Hundertwasser, La casa de las cien aguas, Viena Imagen de Orzán en Pinterest bajo Licencia CC	Vista de todo el edificio Imagen de Julie Medby en Pinterest bajo Licencia CC	Otro edificio de Hundertwasser Imagen de Liz Brown en Pinterest bajo Licencia CC

Pero el primer gran artista que tuvo plena conciencia ecológica fue el austriaco Friedensreich Hundertwasser (1928-2000), un artista total y visionario, un auténtico adelantado a su tiempo y una de las voces activistas más críticas contra la sociedad de consumo occidental. Pintor, escultor, grabador, ceramista, urbanista y arquitecto, Hundertwasser arremetió contra los edificios que estaban poblando las ciudades en los sesenta, afirmando que: … la utilización ciega, cobarde y estúpida de la línea geométrica recta, ha convertido nuestras ciudades en baldíos desolados desde el punto de vista estético, espiritual y ecológico… La línea recta y sus derivados son úlceras cancerosas que envenenan, por igual, la planificación urbana y la salud física. Nuestras ciudades son la realización de los caprichos dementes de arquitectos criminales que nunca hicieron el juramento hipocrático de la arquitectura: me niego a construir casas que puedan dañar a la naturaleza y a las personas.

Y así fue, pues Hundertwasser se puso manos a la obra y comenzó a planificar barrios donde las zonas ajardinadas eran las protagonistas, y edificios orgánicos donde se integraban a la perfección la arquitectura y la naturaleza, siendo el pionero en diseñar tejados con cubiertas vegetales, así como a diseñar edificios con una gran suficiencia energética como la planta incineradora de residuos de Spittelau, en Viena. 

A partir de la peculiar obra de Hundertwasser sí podemos afirmar que surge un arte ecológico que además de usar materiales de la naturaleza o hacer intervenciones en ella, también quiere agitar conciencias y despertar en el espectador la necesidad de su conservación. Es el caso de algunas obras del artista catalán Perejaume, sencillas instalaciones en entornos naturales con el fin de promover una actitud distinta hacia la naturaleza. El venezolano Milton Becerra solo utiliza elementos naturales como cuerdas y piedras con los que crea cuadros con aire primitivo y esculturas con gran tensión entre los materiales, recordándonos la enorme tensión a la que estamos sometiendo a la naturaleza. En muchas de sus instalaciones denuncia los graves problemas medioambientales actuales, como en Una cobija para la hierba. Betsy Damon se ha especializado en la recuperación del agua, de manantiales y nacimientos de ríos seriamente dañados, y además de ser una gran activista, esta artista y arquitecto diseña preciosos jardines con el agua como protagonista, como The living water garden, en China. 

Como ya has visto al inicio de este apartado, el británico Richard Long reivindica el paseo por zonas verdes y rurales como auténtica medicina para curar los males de la sociedad actual. En esos paseos Long va recopilando materiales naturales para crear sus impactantes esculturas e instalaciones, en donde abundan las piedras, las maderas y el barro con los que crea sus obras protagonizadas por círculos y espirales. El escultor David Nash utiliza también la madera pero la madera de árboles vivos para crear esculturas cambiantes en perfecta simbiosis con el entorno.

Andy Goldsworthy es el padre de las esculturas móviles con piedras, esas frágiles estructuras que ves en playas y senderos. Goldsworthy se sirve de los más variados materiales naturales como ramas, bloques de piedras, hojas de árboles y hasta nieve para crear sus asombrosas y efímeras esculturas. Y la pareja artística formada por Tim Noble y Sue Webster son los artífices de unas esculturas en donde se mezclan la luz, los objetos de desecho y la sombra para crear sus originales esculturas. Vistas de cerca, solo parecen un montón de basura reunida, pero cuando se enciende la luz y se observa desde un determinado ángulo, la sombra que proyecta esa basura crea formas reconocibles que causan una merecida admiración.