1. EE. UU: el ocaso del Hollywood clásico
Por la Edad de Oro de Hollywood, el Ocaso Hollywoodiense o Cine Clásico de Hollywood se entiende una forma de hacer, producir y exhibir películas que va desde la primera película sonora, El Cantante de Jazz de 1927 hasta los últimos años de la década de 1960. Hollywood se consolida como la meca del cine, y se establece un sistema de producción de películas que al igual que el sistema de producción de automóviles ideado por Henry Ford, lleva a la industrialización del cine con el fin de obtener el máximo rendimiento económico con la mínima inversión mediante la especialización del sector y el férreo control que los estudios tienen de todo el proceso: producción, distribución y exhibición.
Es la época del Studio System o Sistema de Estudios, en donde grandes compañías productoras de películas, los estudios cinematográficos, contarán con sus propios equipos de productores, guionistas, directores, cámaras y como no, actores y actrices del Star System que trabajarán en exclusiva para estos grandes estudios y serán el reclamo publicitario para que los espectadores acudan en masa a los cines. Grandes estudios como Paramount, Metro-Goldwing-Mayer y 20th Century Fox compiten con otras más modestas como Universal Estudios, United Artists o Columbia Poctures, e incluso surgen estudios independientes como los de Charles Chaplin o Walt Disney, el indiscutible rey de las películas animadas.
En esta Edad de Oro del cine se crean más de cuatrocientos títulos al año, y aunque cada película es distinta y algunos títulos se han convertido en verdaderas obras maestras del séptimo arte con una personalidad propia, es posible afirmar que todas las películas tienen unas características similares: realismo, continuidad narrativa y cronológica de la narración, armonía formal, personajes claramente definidos desde el principio y universalidad de las historias. Se trata de películas perfectamente grabadas y realizadas, con una fotografía impecable, unos decorados de ensueño y unos actores que rezuman belleza y glamour, y que se convierten en los ídolos de varias generaciones de espectadores que durante dos horas consiguen olvidarse de sus vidas rutinarias y hasta sueñan con convertirse también en estrellas.
Con el tiempo, se consolidan las técnicas y los géneros cinematográficos, y cada estudio se especializa en un género, siendo los preferidos por el público los melodramas, las comedias, los musicales, los western y el cine negro. 1939 fue el año en el que se estrenaron infinidad de obras maestras que inauguraron la industria cinematográfica de Hollywood, con títulos inmortales como Lo que el viento se llevó, El mago de Oz, La Diligencia y Ninotchka. Si bien es cierto que el studio system ayudó a perfeccionar las técnicas del cine, a profesionalizar y especializar a los distintos departamentos técnicos y a dignificar a los actores, también es cierto que supuso un detrimento de la creatividad y la experimentación. Tan solo algunos directores tuvieron el valor de enfrentarse a los estudios y hacer valer sus opiniones y criterios, como fue el caso Howard Hawks, Alfred Hitchcock y Frank Capra, pero por lo general prevalecía la opinión y visión del productor.

Objetivos
La caza de brujas y el declive del Hollywood dorado
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Joseph McCarthy Imagen de United Press en Wikipedia de Dominio público |
A finales de la década de los cuarenta comienza el lento declive del Hollywood clásico y el sistema de estudios y súper estrellas. El primer revés que sufrió la industria cinematográfica fue una decisión judicial que prohibió que los estudios siguieran monopolizando las salas de cine. Los grandes estudios ya no controlaban la exhibición de las películas, ni se embolsaban las palomitas de maíz ni los refrescos que vendían durante la proyección de la película, lo que supuso que nuevos estudios pudieran realizar y exhibir películas ajenas a la industria hollywoodiense, y los actores, directores y técnicos se vieron liberados de sus contratos exclusivos.
Otro factor clave fue la aparición en 1946 de la hermana pequeña del cine, la televisión, que poco a poco iba ganando audiencias y le arrebató la exclusividad del entretenimiento al cine. La industria respondió con súper producciones que no podían estrenarse en el formato televisivo, pero aún así estaba claro que los años dorados de exclusivo protagonismo del cine habían concluido.
Y finalmente, en plena Guerra Fría un senador llamado Joseph McCarthy acusa a una gran parte de guionistas, directores y actores de ser comunistas y amenazar a la propia estabilidad del conservador gobierno capitalista de los Estado Unidos. Comienza una atroz caza de brujas o Macarthismo en donde a causa de la presión que sufrían, los propios compañeros empiezan a acusarse los unos a los otros de ser comunistas y antipatrióticos ante la recién creada Comisión de Actividades Antiamericanas. Se creó una lista negra que supuso para algunas figuras el fin de sus carreras, o que tuvieran que trabajar bajo pseudónimos o que emigraran a Nueva York o Europa. Entre las principales personalidades atacadas se encuentran figuras de la talla del cómic Charles Chaplin, dramaturgos como Arthur Miller o directores como Elia Kazan.