1.3. Las estrellas del celuloide

Tras conocer a los grandes estudios de cine y los directores mas aclamados, es el turno ahora de los rostros que estaban al otro lado de la cámara, esos actores y actrices que reinaron como nadie en el recién estrenado firmamento de las estrellas de cine, el star system del séptimo arte. Con unas vidas muchas veces inventadas, con unos nombres creados para atraer al público a las salas de cine, los galanes y las bellezas sofisticadas de los años dorados de Hollywood se convirtieron en los ídolos para varias generaciones, iconos de belleza, estilo y glamour, que apenas tuvieron competidores en unos años en que la televisión estaba naciendo, no había por supuesto internet y Europa, o lo que quedaba de ella, se estaba recomponiendo tras la II Guerra Mundial, así que nada ni nadie eclipsaba a la meca del cine. Comenzamos por ellos, por los galanes, a los que hemos agrupado en las décadas de los años treinta, cuarenta y cincuenta.

Los galanes de los años treinta

Errol Flynn y Olivia de Havilland

Errol Flynn y Olivia de Havilland

Imagen en Wikimedia de Dominio público

Bogart en Casablanca

Bogart en Casablanca

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Durante esta primera década del Hollywood clásico, muchas estrellas del cine mudo se pasan al cine sonoro, y muchos artistas europeos comienzan a venir a Estado Unidos huyendo principalmente de la amenaza nazi. Rodolfo Valentino, de origen italiano, fue el primer gran sex symbol mundial, y participó en películas de gran éxito como Los cuatro jinetes del Apocalipsis o Sangre y arena. Con una dilatada carrera, en donde además de actor fue boxeador profesional y corresponsal de guerra, Errol Flynn fue otro de los grandes galanes de Hollywood, con películas tan memorables como Robin de los Bosques o El Capitán Blood

Clark Gable fue otro de los grandes, un imprescindible de los mejores films de estos años, que trabajó con todos los directores importantes y formó parejas inolvidables en la gran pantalla, bueno, y fuera de ella también, como la que formada junto a Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó, aunque parece que en realidad no se llevaban muy bien. Y no podemos olvidarnos de Humphrey Bogart, el protagonista de Casablanca, ganador de un Óscar por su papel en La reina de África, con su eterno cigarrillo en los labios y su imagen de tipo duro. 

Los años cuarenta pertenecen a grandes actores que además de talento rezumaban clase, estilo y elegancia, como fue el caso del actor de origen británico Cary Grant, Grande entre los grandes, trabajó con prácticamente todos los directores de Hollywood y formó pareja artística con las mejores actrices. Colaboró con Hitchcock en cuatro ocasiones, y recibió el Óscar honorífico a toda su carrera. Protagonizó grandes títulos como Arsénico por compasión, Sospecha, Encadenados, Con la muerte en los talones, Charada o Apartamento para tres. Gary Cooper fue la imagen del americano perfecto durante esta década, ganador de tres Óscars y recordado por títulos como ¿Por quién doblan las campanas? o Adiós a las armas. James Stewart ganó un Óscar por Historias de Philadelphia, y en su dilatada carrera sobresalen sus interpretaciones en películas como Qué bello es vivir, La ventana indiscreta o Vértigo. Según el director John Ford, el cine era ver caminar a Henry Fonda, otro gran actor que nos ha dejado obras maestras interpretativas como Las uvas de la ira o Doce hombres sin piedad. 

Cary Grant

James Stewart

James Dean

Cary Grant

Imagen en Wikipedia de Dominio público

James Stewart

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James Dean

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La década de los cincuenta supone la confirmación de nuevas estrellas que se suman a las ya citadas, como Marlon Brando, que saltó a la fama gracias a la película Un tranvía llamado deseo, a la que siguieron Julio César, El último tango en París, Apocalypse Now y la película por la que siempre será recordado, El padrino. La dilatada y espléndida carrera de Paul Newman es difícil de resumir en unas líneas, pero si hubiera que elegir una película, esa sería La gata sobre el tejado de zinc, basada en la obra de Tenneessee Williams y protagonizada junto a Liz Taylor. El caso de James Dean es único. Verdadero ídolo de adolescentes e icono cultural de esta época dorada de Hollywood, tan solo rodó tres películas antes de morir prematuramente en un accidente de tráfico: Rebelde sin causa, Al este del Edén y Gigante. Y a medio camino entre los cincuenta y la década posterior sobresale el actor Rock Hudson, que entre otros títulos sobresalen las comedias protagonizadas junto a su pareja en la gran pantalla, Doris Day, como Pijama para dos o Su juego favorito

Conocimiento previo

Firmamento de estrellas… en el armario

Mucho se ha hablado, rumoreado y escrito acerca de la bisexualidad y homosexualidad de las estrellas de Hollywood. Que si Greta garbo y Marlene Dietrich eran bisexuales, o la Dietrich más bien lesbiana, que si tuvieron un romance secreto ellas dos, algo que parece ser que fue cierto, que si Clark Gable y Errol Flynn de vez en cuando se pasaban a la otra acera, donde se paseaba demasiado Cary Grant…. El que sí salió del armario al final de sus días fue Rock Hudson, que murió a causa del SIDA y que harto ya de la presión de los periodistas decidió confesar su condición sexual y admitir que padecía esa terrible epidemia de la que poco se sabía a comienzo de los años ochenta para así ayudar a concienciar a la sociedad, a lo que ayudaon mucho otras grandes estrellas como Elisabeth Taylor. 

Vivien Leigh

Vivien Leigh

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Y tras los actores llega el momento de las actrices, las estrellas del celuloide que brillaron como ninguna otra celebridad de su tiempo. Amadas y odiadas a partes iguales por su mal carácter, sus manías y exigencias, estos iconos de belleza siguen aún hoy deslumbrando e inspirando a las actrices de nuestra época. De la década de los años treinta hay que destacar a cuatro grandes divas, comenzando por Greta Garbo, apodada La divina, el mayor mito del cine que paradójicamente se retiró cuando cumplió los treinta y seis años. De origen sueco, la Garbo  será recordada por su semblante serio, su bisexualidad y sus soberbias interpretaciones en Ana Karenina, La reina Cristina de Suecia, la ya citada Ninotchka o La mujer de dos caras. La segunda gran diva y rival de la Garbo fue la alemana Marlene Dietrich, diva de la interpretación, cantante y diva de los mejores modistos de la alta costura. De aspecto algo andrógino, cuidada apariencia y sofisticada elegancia, Marlene Dietrich brilló en títulos como El expresso de Shangai, Pánico en la escena, Testigo de cargo o Sed de mal.

Otras grandes actrices de estos primero años del Hollywood clásico fueron Ingrid Bergman, con una dilatad y premiada carrera cinematográfica en Europa y estados Unidos, Gloria Swanson, Barbara Stanwyck, Vivien Leigh, la eterna protagonista de Lo que el viento se llevó, Maureen O’Hara, la considerada como una de las mujeres más bellas de todos los tiempos y la inventora del wifi Hedy Lamarr, y así hasta un largo etcétera.  

Objetivos

También hubo una estrella española en Hollywood: Sara Montiel. Conocida como el rostro más bello del cine español, esta diva nacida en La Mancha estuvo casada con el director Anthony Mann y rodó varias películas en la meca del cine, como Veracruz, coprotagonizada por Gary Cooper y rodada en 1954. Durante sus años en Hollywood trabó amistad con Greta Garbo, Marlene Dietrich o Marlon Brando.

En la década de los cuarenta brillaron actrices de la talla de Judy Garland, Olivia de Havilland, Veronica Lake, Lana Turner, Bette Davis y su eterna enemiga Joan Crawford, pero por encima de todas, brilló la súper estrella  Katharine Hepburn, la actriz más premiada de toda la historia con cuatro Óscars. Dotada de una fuerte personalidad, criticada por no formar parte de la farándula hollywoodiense, muchas veces enemistada con la prensa, Katharine Hepburn fue una sólida actriz que bordaba los papeles de mujer inteligente e independiente, que trabajó con todos los grandes directores y actores, que luchó activamente por defender los derechos de las mujeres y por rescindir los abusivos contratos de los estudios cinematográficos y que dejó valiosas interpretaciones en filmes como Historias de Philadelphia, La mujer del año, Adivina quién viene esta noche o La reina de África

Katharine Hepburn

Liz Taylor

Marilyn Monroe

Katharine Hepburn

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Liz Taylor

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Marilyn Monroe

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En los años cincuenta numerosas actrices alcanzan el estrellato y la fama a nivel mundial, como Liz Taylor y sus increíbles ojos violetas; Grace Kelly, la musa de Hitchcock y posterior princesa de Mónaco; Audrey Hepburn, icono del cine y símbolo eterno de elegancia, conocida tanto por sus papeles en películas como Vacaciones en Roma, Charada, Sabrina o Desayuno con diamantes, como por su labor humanitaria al ser embajadora de UNICEF; Rita Hayworth y su inmortal papel en Gilda; Grandes divas también fueron Ava Gardner, Sophia Loren, Natalie Wood, y el primer gran mito sexual del cine, Marilyn Monroe. Fue la figura que mejor encarnó el star system de Hollywood y a la vez fue su primera víctima, pues al final no pudo soportar la presión, la fama y la persecución de los medios, y murió prematuramente a causa de una sobredosis de pastillas con tan solo treinta y seis años. Además de sus interpretaciones en películas de enrome éxito como La tentación vive arriba, Los caballeros las prefieren rubias, Con faldas y a lo loco o Cómo casarse con un millonario, fue la primera actriz en posar para la revista Playboy, la mujer más sexy del siglo veinte según la revista People y su imagen convertida en mito forma ya parte de la cultura popular mundial.  

 

Actividad

Los actores y actrices fueron las estrellas indiscutibles de las décadas de los treinta, cuarenta y cincuenta, convertidos en símbolos de elegancia, belleza y glamour. De entre la larga lista de estrellas del séptimo arte, cabe destacar a los galanes Errol Flynn, Cary Grant, James Dean y Marlon Brando, y a las divas Greta Garbo, Marlene Dietrich, Katharine Hepburn, Liz Taylor, Grace Kelly, Audrey Hpeburn y el primer sex symbol de la historia, la rubia Marilyn Monroe. 

Actividad desplegable

Hay películas que siempre estarán ligadas al nombre de sus protagonistas, como es el caso de Cary y Con la muerte en los ; Humphrey y Casablanca; Marlon Brando con Un llamado deseo; Paul con La gata sobre el tejado de zinc, o James con Rebelde sin causa. En el caso de ellas, Bette con Eva al desnudo; Katharine con La reina de África; Liz Taylor con ; Grace Kelly y La indiscreta; Audrey Hepburn con en Roma y Monroe con Los caballeros las prefieren rubias

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