Este tipo de obras de arte, cuyas estructuras organiza un resultado sensible y gestual, son obras que transmiten gran expresividad, ya que recurren al gesto, la huella, la espontaneidad, incluso a la casualidad, como vehículo de expresión. No podemos intentar aplicar unos parámetros geométricos, o de proporción y jerarquía a estas obras, sería absurdo intentar comprender estas obras por ese camino; por ello, también es importante poder llegar a comprender las intenciones del artista a través de las estructuras que utiliza.
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Desde sus orígenes, el hombre ha producido obras de arte. Las primeras obras prehistóricas están realizadas con un gran componente gestual y sensitivo. Las obras que emplean estos recursos las encontramos cercanas a lo primitivo, a nuestros orígenes y a la naturaleza. Sus estructuras recuerdan a las que la naturaleza produce aparentemente de un modo casual, una pared rocosa, unos troncos deteriorados, o un cielo tormentoso, que no parecen estar organizado de un modo racional o pensado. Observa este relieve prehistórico. Predomina lo sensitivo frente a lo racional.
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La acumulación de objetos o materiales determina un aspecto muy peculiar en las obras artísticas realizadas de este modo. Esto se debe a que también ellos poseen una estructura que los hace identificables. Las estructuras que organizan una acumulación son muy cercanas a las gestuales y matéricas:
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