2.1. La escultura vasca

A partir de la década de los cincuenta surge en el País Vasco un movimiento escultórico de gran fuerza que sitúa a España en la cabeza de la vanguardia gracias al esfuerzo y tesón de un grupo de escultores que se enfrentaron a las rígidas y trasnochadas normas estéticas que el régimen dictatorial promulgaba. Se trata de la Escuela Vasca, a la que también se suele hacer referencia como la Escultura Expresionista Vasca.

Uno de los máximos exponentes de la Escuela Vasca de escultura y de la cultura vasca en general fue el escultor Jorge Oteiza (1908 – 2003). Durante la década de los años treinta viajó por Sudamérica para estudiar la cultura precolombina, cuyos rasgos estilísticos le influirán notablemente. A su vuelta a España, colabora en el proyecto de la basílica de Nuestra Señora de Aránzazu, junto a Chillida y el pintor Lucio Muñoz. Para la Basilia realiza el gran Friso de los Apóstoles de la fachada principal.

Oteiza, Apóstoles de la Basílica de Aránzazu

Variante ovoide de la desocupación de la esfera

Oteiza, Apóstoles de la Basílica de Aránzazu

Imagen en Wikipedia de Dominio público

Oteiza, Variante ovoide de la desocupación de la esfera

Imagen de Josean Prado en Flickr bajo Licencia CC

A comienzos de los sesenta abandona la escultura por unos años  para dedicarse al estudio de la lengua y la cultura vasca. Cuando la retoma,  realiza una serie de esculturas entre el constructivismo y el minimalismo con la fuerte presencia del vacío, las denominadas Cajas Metafísicas. Gran Premio de Escultura en la Bienal de Sao Paulo de 1957, antes de morir legó toda su producción al pueblo vasco, que hoy podemos admirar en su fundación Oteiza. De entre sus múltiples esculturas urbanísticas cabe resaltar su Variante ovoide de la desocupación de la esfera, que hoy podemos admirar frente al ayuntamiento de Bilbao. 

 La figura más destacada de esta escuela, y quien gozó de una mayor proyección y reconocimiento internacional fue Eduardo Chillida (1924-2002), una de las figuras claves de la escultura durante la segunda mitad del siglo XX. Autodidacta, en su juventud realizó varios viajes a París donde entabló amistad con el también escultor Pablo Palazuelo.

En sus inicios la obra de Chillida aún tiene rasgos figurativos e influencias de la escultura griega que admira en el museo del Louvre, pero paulatinamente su interés se centrará en los vacíos, las formas interiores, la monumentalidad  y los materiales de la sociedad agraria vasca: hierro, piedra y madera. A comienzos de la década de los cincuenta su producción ya es plenamente abstracta, y comienza a investigar las posibilidades  técnicas y expresivas del que será su material preferido: el hierro.  Ilarriak será su primera escultura abstracta, basada en las estelas funerarias prehistóricas de su tierra natal, realizada tras duras sesiones de trabajo en las fraguas de fundición de Hernani.

Chillida, Peine del viento

Detalle del Peine del Viento

Chillida, Peine del viento

Imagen de F. gabaldón en Flickr bajo Licencia CC

Detalle del Peine del Viento

Imagen de T. Meng en Flickr bajo Licencia CC

En 1952 comienza a realizar su serie de Peine del Viento, que culminará con las famosas esculturas ubicadas en la bahía de San Sebastián. Son colosales esculturas de hierro que combinan líneas rectas y curvas y en donde los fenómenos naturales forman parte intrínseca de la obra, en espacial el agua y el viento.  En 1954 realiza las puertas para la Basílica de Aránzazu.

Además del hierro, Chillida investigó las posibilidades de otros materiales como el alabastro en su serie Elogio de la luz, creando  estructuras cúbicas con estrechas aberturas que permiten pasar la luz y crear interesantes contrastes entre luces y sombras, así como con el hormigón armado para crear colosales estructuras que interactúan con el espacio circundante.

Chillida, Elogio a la Arquitectura

Proyecto para la montaña de Tindaya

Chillida, Elogio a la Arquitectura

Imagen de Haddhar en Flickr bajo Licencia CC

Proyecto para la montaña de Tindaya

Imagen de José Mesa en Flickr bajo Licencia CC

De entre sus últimos proyectos cabe resaltar el de la Montaña Sagrada de Tindaya, en Fuerteventura. No exento de polémica, Chillida pretendía horadar en el interior de la montaña un enorme cubo con diversos orificios al exterior que fuera una especie de espacio sagrado dedicado a la tolerancia entre las diferentes culturas.

Galardonado con innumerables premios, como el Príncipe de Asturias de las Artes concedido en 1987, su obra quedará eternamente ligada a su San Sebastián natal, donde ya forma parte intrínseca de su paisaje. 

Objetivos

Si pinchas en el siguiente enlace podrás acceder a una página en donde se recoge todo el proceso creativo que realizó Chillida para su Peine del Viento de San Sebastián. Todo gran proyecto requiere de una gran trabajo previo, desde bocetos a costes de instalación y montaje, y te darás cuenta de la necesidad de contar con un gran equipo de colaboradores  para poder concluir una obra de tales dimensiones y características. 

La última de las grandes figuras de la escena cultural vasca es el pintor y escultor Agustín Ibarrola, nacido en 1930. Se formó en el taller del pintor Vázquez Díaz y colaboró estrechamente con Oteiza. Durante sus años en parís formó parte del colectivo Equipo 57, que renovó profundamente las artes plásticas durante los duros años de la dictadura franquista. Políticamente muy activo, estuvo encarcelado varias veces durante la década de los sesenta por pertenecer al partido comunista, y actualmente sigue defendiendo sus ideas comprometidas con la realidad de su tierra, al fundar el movimiento ¡Basta ya! en contra de cualquier organización armada terrorista.

Ibarrola, Bosque de Oma

Ibarrola, Bosque de Oma

Imagen de Jsanchezes en Wikimedia bajo Licencia GNU

A Ibarrola se le enmarca dentro de la corriente del Land Art puesto que sus obras más significativas están realizadas en espacios naturales en estrecha relación con la naturaleza desde la década de los ochenta. Destacan sus intervenciones en entornos naturales como la realizada en el Bosque de Oma, pintando troncos de árboles con motivos inspirados en la  cultura milenaria vasca encontrados en cuevas, tótems, dólmenes y demás construcciones celtas, o la realizada en el Bosque Encantado de Salamanca. Suyos son también los cubos de hormigón pintados en el puerto de Llanes denominados Cubos de la Memoria.   

Actividad

Tras la posguerra surge un grupo de escultores vascos que renuevan la escultura española y trabajan acorde con las vanguardias de Europa y Estados Unidos. Jorge Oteiza realiza el Friso de Los Apóstoles de la Basílica de Aránzazu y trabaja usando formas geométricas en sus Cajas Metafísicas. Chillida empleó fundamentalmente el hierro en sus colosales construcciones donde el vacío ocupa un papel protagonista. Destacar su Peine de los vientos de San Sebastián y su proyecto para la Montaña Tindaya en Fuerteventura. Agustín Ibarrola se enmarca dentro de la corriente del Land Art, con interesantes intervenciones en parajes naturales, como el Bosque de Oma o los cubos del puerto de Llanes, Asturias. 

Pregunta Verdadero-Falso

Pregunta 1

Oteiza abandona la escultura durante algunos años para dedicarse al estudio de la lengua y la cultura vasca

Pregunta 2

Oteiza participó en la construcción de la Basílica de Aránzazu realizando la decoración del altar mayor

Pregunta 3

Chillida utiliza materiales duraderos de la sociedad agraria vasca

Pregunta 4

El material preferido de Chillida es el acero

Pregunta 5

Una de las obras más emblemáticas de Chillida es el Peine del Viento, en San Sebastián

Pregunta 6

Agustín Ibarrola estuvo encarcelado por pertenecer a una banda terrorista

Pregunta 7

A Ibarrola se le enmarca dentro del Land Art

Pregunta 8

Una de las obras más representativas de Ibarrola son los Cubos de la Memoria, en Gijón