2.4. ¿Quién ocupará el trono?
De hecho, esta etapa comenzó con una represión aún más dura que la de 1814, tal y como puedes comprobar en este vídeo.

Para saber más
Uno de los más grandes pintores de la Historia, Francisco de Goya, murió en el exilio francés en 1828. Además de uno de los mayores genios de la pintura de todos los tiempos, Goya fue un extraordinario cronista de la vida política y social de la España de finales del siglo XVIII y primer cuarto del XIX.
Aunque el vídeo es un poco largo, creemos que merece la pena que repases la vida y la obra de uno de los más grandes artistas de la Historia de España:
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Fusilamiento de Torrijos, cuadro de Antonio Gisbert. Archivo de wikimedia commons, Licencia CC. |
Esta relativa moderación del absolutismo de Fernando VII provocó el descontento de un sector del absolutismo, los llamados ultras o apostólicos. Este grupo, con importantes apoyos en la Iglesia y la cúpula del poder, desencadenó algunas conspiraciones contra Fernando VII y comenzó a apoyar a su hermano el infante Carlos, quien según ellos encarnaba el verdadero absolutismo. De entre estas conspiraciones destacó la llamada Guerra dels Malcontents (guerra de los agraviados), una rebelión de campesinos financiados por la nobleza y el clero que estalló en Cataluña en 1827. Fernando VII controló la situación, pero quedaba claro que los absolutistas más ultras estaban del lado del infante Carlos.
Por otro lado, la oposición liberal se encontraba dividida. Mientras los liberales moderados buscaban un pacto con los sectores más reformistas de la monarquía, los liberales exaltados buscaban un pronunciamiento que de nuevo los devolviese al poder. Ése fue el caso del general Torrijos; su intento acabó con su fusilamiento en 1831. Ese mismo año también era ajusticiada una liberal que se convertiría en símbolo de la lucha contra la tiranía: Mariana Pineda.

Curiosidad
La oposición del sector más conservador del absolutismo se convirtió en el gran quebradero de cabeza para Fernando VII en sus últimos años de reinado. Este sector estaba en contra de muchas de las medidas políticas del monarca y comenzó a apoyar cada vez con más fuerza al infante don Carlos aprovechando la gran debilidad de Fernando VII: la ausencia de hijos varones para sucederle en el trono. Un problema familiar pasaba a ser un grave conflicto de Estado que iba a marcar los siguientes años del país.
Te proponemos el siguiente vídeo para que comprendas cuál era la situación:
Sin embargo, ni el infante don Carlos ni sus partidarios (a partir de ahora conocidos como carlistas) estaban dispuestos a renunciar tan fácilmente al trono. Durante los últimos años del reinado de Fernando VII se vivirán continuas intrigas palaciegas en las que los carlistas tratarán de influir en el rey (enfermo y muy mermado físicamente) para que revoque la Pragmática Sanción y nombre heredero a su hermano.
Pero Fernando VII mantendrá a su hija como heredera. Cuando el rey muere, en 1833, los derechos dinásticos pasan a su hija Isabel, de sólo tres años; mientras alcanza la mayoría de edad la reina María Cristina asumirá la regencia. Sin embargo, los carlistas no aceptan esta decisión, iniciándose una guerra civil que durará varios años. Pero eso ya te lo contaremos en el siguiente tema.

Importante
En 1823 Fernando VII vuelve a asumir todos los poderes como rey absolutista; lo primero que hará será iniciar una dura represión contra los liberales más destacados.
Sin embargo, las circunstancias pronto le obligan a contar con ministros algo más moderados, lo que le enfrenta a los absolutistas más conservadores. Éstos comenzarán a apoyar al hermano del rey, el infante don Carlos.
Ante la ausencia de herederos varones y la posibilidad de que el trono recaiga en su hermano, Fernando VII publica la Pragmática Sanción para permitir que reine su hija Isabel.
Los partidarios del infante don Carlos, los carlistas, no acatarán esta decisión y a la muerte de Fernando VII se iniciará una guerra civil.
