1. Cultura: Terencio

TERENCIO Y LA "COMEDIA BURGUESA"

La corta vida de Publius Terentius Afer transcurre entre la Segunda y la Tercera Guerra Púnica (¿185-4?/159 a.C.). Fue esclavo del senador Terencio Lucano, quien lo educó esmeradamente y le concedió la libertad. Terencio gozó de la amistad de Escipión el Joven, de quien recibió ayuda, no sólo como mecenas sino incluso, en la composición de sus obras. Esta estrecha relación con el círculo helenizante de los Escipiones queda aún más clara con el hecho de que dos de sus obras se representasen en las honras fúnebres de Lucio Emilio Paulo, padre de Escipión el Joven.

Sobre su obra conocemos detalles derivados de los prólogos de sus comedias. Sabemos los años en que fueron representadas sus seis comedias: Andria en 166 a.C., Hecyra en 165, Heautontimorumenos (El torturador de sí mismo) el 163, Eunuchus (Eunuco) y Phormio (Formión) el 161, Adelphoe (Los hermanos) el 160. Poco después emprende una gira por Grecia, posiblemente para buscar nuevas obras de Menandro; de allí ya no volvería, pues murió el 159 a.C. También sabemos que Hecyra se representó sólo tres veces debido a dos fracasos consecutivos, porque el público prefirió asistir a unos juegos circenses antes que a la comedia de tono aristocrático de Terencio.

Terencio tuvo, entre los críticos literarios, detractores que le acusaban de contaminatio y de furtum (robo). La "contaminación" era una técnica que ya habían utilizado Nevio, Plauto y Ennio, y que consistía en coger motivos argumentales y personajes de dos o más obras griegas y mezclarlos para obtener una comedia romana. Terencio lo admitió, pero sin sentirse culpable. Hay que recordar que estamos en una época en que se está forjando la literatura romana, en algunos de sus géneros (épica, teatro, historiografía, etc.) bajo la potente influencia griega y sobre el emergente espíritu nacional romano.

LOS MODELOS GRIEGOS

La influencia de Menandro, el principal autor de la comedia nueva griega, es enorme en Terencio. Menandro y los autores de la Néa (nueva comedia) presentan unas tramas sentimentales, en las que jóvenes amantes intentan superar los obstáculos que las familias y el destino ponen en su camino; resulta un espectáculo intranscendente desde el punto de vista político, pero con una voluntad de realismo que trata de reflejar las vicisitudes del hombre concreto, aunque evitando los aspectos más crudos de la vida, pues incluso los personajes más pobres guardan un cierto decoro ‘burgués’.

Estos rasgos de la Néa pasan a la comedia palliata romana (pallium es la traducción al latín de hymation, el manto helénico). Durante casi un siglo la palliata será el género dramático de mayor éxito en Roma. Una época marcada por tres nombres: Plauto, Cecilio y Terencio, de los cuales Cecilio vence en los argumentos, Terencio en los personajes y Plauto por la fuerza de su lenguaje.

LA TÉCNICA DE TRABAJO DE TERENCIO

Terencio, a veces, se limitó a traducir palabra por palabra escenas del original griego; en otras, amplificó, cambió o resumió. Pero Terencio se consideraba a sí mismo, no un mero traductor, sino un creador, y buscaba una cierta independencia de Menandro; especialmente en los finales era donde realizaba profundos cambios respecto a los originales. Terencio aspiraba a dar una nueva dimensión a la palliata y convertirla en un ‘drama burgués’. Sin embargo, este intento no tuvo éxito, pues el subgénero había llegado a su fin y no sobrevivió a Terencio, dando paso a otras formas cómicas como el mimo.

LA HUMANITAS

La obra de Terencio destila un espíritu aristocrático en su lengua, su moral y su sensibilidad. Sus personajes y sus tramas reflejan caracteres buenos y reacciones nobles: los hijos obedientes piden perdón y consejo a sus comprensivos padres por sus locuras de juventud, las prostitutas se muestran nobles y generosas, los esclavos son leales para con sus amos. Apenas hay malvados (un lenón o un soldado fanfarrón) que reciban finalmente un castigo. La obra de Terencio encarna una visión del mundo donde el éxito se obtiene por el respeto a las normas sociales.

El lenguaje de Terencio difiere notablemente del plautino: jamás encontramos en Terencio una procacidad o un detalle escabroso. Todos sus personajes se expresan en un tono decoroso y monocorde, que les confiere dignidad pero les resta vis comica ("fuerza cómica").

Por otra parte, Terencio muestra una clara voluntad pedagógica. Su obra nos ofrece muchas sentencias y reflexiones morales. Quizás la más famosa sea el célebre homo sum, humani nihil a me alienum puto (Heautontimorumenos, 77), que suele entenderse como compendio del término humanitas y que, más tarde, recibió el sentido de fraternidad humana universal en manos de Cicerón y de Séneca.

El teatro de Terencio, frente al plautino, ofrece un nuevo modelo de convivencia, un estilo de vida urbano y refinado. En este sentido, lo humanum no es tanto un concepto filosófico o ideológico, sino más bien la expresión de un modelo de vida destinado a pulir el trato entre los hombres.

 

 

EL AMBIENTE TEATRAL

Las comedias de Terencio se estrenaron en escenarios provisionales de madera junto al templo de alguna divinidad. La puesta en escena sería elemental y esquemática, seguramente sin telón ni máscaras, y sólo el color de las pelucas distinguiría, por ejemplo, a un esclavo pelirrojo de un joven enamorado rubio. Los actores eran esclavos o libertos agrupados bajo un magister gregis (jefe de la compañía teatral, literalmente "jefe del rebaño").

Prólogos

Antes del prólogo nos encontramos en las obras de Terencio una didascalia, una especie de ficha informativa de la obra, y una períoca, un breve y denso resumen del argumento, que no son de la mano del autor.

Con los prólogos comienza el texto genuino de nuestro autor. Terencio cambia los prólogos informativos de sus antecesores por una sección polémica donde se defiende de las críticas de sus detractores respecto a la contaminatio. Es la primera vez en que un autor romano se dirige a su público como individuo y el estilo apasionado de los prólogos contrasta con el decoro de sus personajes. También aprovecha los prólogos para explicar su ideal poético: naturalidad y verosimilitud en la acción, concatenación causal en la intriga y ausencia de histrionismo.

La parte informativa sobre el argumento la integra en el comienzo de la comedia, bien sea en el primer monólogo o en un diálogo inicial.

 

La acción en la comedia de Terencio

Terencio aspira a que el espectador se involucre emocionalmente en la peripecia. Para ello, evita cualquier interrupción de la ilusión escénica. Terencio pretende concentrar toda la atención en la intriga y el carácter de los personajes para provocar en el público el efecto de lo vivido.

La unidad de lugar y tiempo es prácticamente perfecta en Terencio, en cambio la unidad de acción presenta normalmente tramas dobles que se relacionan más o menos entre sí, consiguiendo la perfección en Adelphoe.

Las comedias de Terencio presentan una menor dosis de acción en favor de largos monólogos de los personajes, cuyas reflexiones provocaban una morosidad que rompe con la esencia del teatro, la exigencia de que la auténtica acción transcurra ante los ojos del espectador. No es de extrañar que semejantes tiradas de versos aburrieran soberanamente a un público acostumbrado al gag plautino.

Los personajes

La base fundamental del teatro de Terencio es el carácter de sus personajes. Una de las principales características del personaje terenciano es que jamás pierde la conciencia de su lugar en el mundo: un esclavo o una prostituta nunca intentan traspasar sus propios límites; los jóvenes se arrepienten de sus locuras; las muchachas se mantienen dentro de la pasividad de su propia condición; los padres son indulgentes y protectores con todos ellos. El tratamiento psicológico de los personajes terencianos es magistral, por su consistencia y por su capacidad de describir los cambios de estado de ánimo. No obstante, Terencio no logra crear personajes que sean seres humanos completos, pues su comportamiento responde a un patrón prediseñado. Terencio no refleja la sociedad romana de su época, pues sus personajes sólo pueden percibirse como representantes de tipos humanos muy genéricos.

 

La pervivencia de Terencio

Después de Terencio la palliata prácticamente desapareció, pero sus obras siguieron representándose póstumamente. Su posterior valoración literaria varió de un autor a otro, pero la estima por su estilo literario, refinado y aristocrático, y por la pureza de su lengua hizo que sus textos pervivieran hasta nuestros días. Se utilizó como modelo escolar y esto se refleja en autores latinos como Catulo, Horacio, Ovidio y Tito Livio. Incluso el cristianismo inicial tiene reminiscencias terencianas. Durante la Edad Media el teatro desapareció como espectáculo vivo y Terencio pasó a ser considerado un “filósofo moral”, admirado por sus sentencias. A partir del Renacimiento, volverá a ser valorado como comediógrafo, influyendo a partir de entonces en autores como Ludovico Ariosto, Molière o Lessing.

 

Molière en el papel de Julio César

 

Para saber más

Entre los personajes terencianos destacan los siguientes:

  • El senex: es uno de los más logrados en Terencio. Consciente de la realidad de su vida, sus hijos hacen lo que él mismo en su juventud, pero él es más prudente con el paso de los años y trata de sacarlos del apuro, desarrollando una función pedagógica y defendiendo los intereses de la familia. El senex terenciano está muy lejos de los carcamales de Plauto, y se convierte en un personaje cada vez más importante en las sucesivas obras de Terencio.

  • El adulescens: frente al rebelde joven plautino (casi un gamberro), este obediente muchacho terenciano es el personaje más plano. Búsqueda de independencia, falta de recursos y deseo sexual son las líneas maestras. Sólo es el desencadenante de la intriga sentimental.

  • El servus: la aparición de la figura del esclavo en la comedia nueva griega resultó ser una brillante creación. Desconfiados, mentirosos, canallescos y pelirrojos, Plauto los pinta como auténticos intrigantes, pero también responsables del éxito de las empresas amorosas de su joven amo; en cambio,Terencio los convierte en generosos, altruistas y leales servidores de su señor, despojándolos del cinismo, el descaro y la vis comica que aquel les imprimió. El esclavo terenciano ya no es el factótum que era con Plauto, la solución de los problemas ya no la tiene el servus callidus, sino la fortuna.

  • El parasitus: se trata de un ciudadano empobrecido que viva a costa de los demás. Este personaje gana importancia en Terencio a costa del esclavo. Es uno de los pocos personajes indignos en Terencio. Es cínico, mentiroso y carente de valores, dispuesto a traicionar a su protector y a recibir humillaciones por un bocado. Pero, incluso a este personaje le afecta el proceso de dignificación que Terencio aplica a los otros y, al final, halla su redención, siendo acogido por sus ricos amigos.

  • El leno (proxeneta) y el miles (soldado fanfarrón): son los únicos personajes que reciben castigo en las obras de Terencio. El primero es un personaje vil, el otro un idiota; ambos son irrecuperables.

  • La puella: una muchacha libre o esclava de la que se enamora el adulescens. Personaje anodino y oprimido por la rígida moral que la relega al gineceo. En alguna comedia, son simples nombres de personajes que nunca llegamos a ver actuar. A veces, se trata de una hetera o esclava que, al final de la obra, se descubre que es la hija de un personaje rico mediante el procedimiento de la anagnórisis, reconocimiento casual por una prenda (anillo o similar) perteneciente a la familia originaria. Con ello se resuelve toda la intriga y el joven y la muchacha pueden unirse con la bendición de las familias.

  • La matrona: este personaje es una concesión a la realidad romana; frente a las mujeres atenienses, la matrona romana maneja su propio patrimonio. En Terencio encontramos buenas madres que se preocupan por sus hijos. Por ejemplo, la Sostrata de El torturador de sí mismo desobedece a su marido para salvar a una criatura de ser expuesta.

  • La meretrix: es el menos creíble de los personajes, el más exótico, pues la presencia de una prostituta, enjoyada y desenvuelta, les parecería a los romanos de la época algo extraño en una ciudad donde la prostitución no tenía nada que ver con las heteras cultas y ricas, que se codeaban con la buena sociedad ateniense. Los cuatro personajes de este tipo que utiliza Terencio muestran una altura moral, una generosidad y una nobleza que no están reñidas con el hecho de ser mujeres con un gran sentido común. Son, quizás, las más sensatas del elenco terenciano: siempre con los pies en la tierra, nunca engañan ni son engañadas.

  • Otros personajes secundarios son:

o La nutrix: nodriza.

o El eunuchus: eunuco.

Actividad de Lectura

Los Adelphoe (Los hermanos) de Terencio plantea un tema universal y atemporal: la educación de los hijos.

Puedes leer esta comedia terenciana pulsando aquí.

  1. Lee detenidamente la comedia Adelphoe (Los hermanos) de Terencio.
  2. Cuenta el argumento detalladamente.
  3. Haz un comentario incluyendo los siguientes apartados:
    • Autor y época.
    • Análisis de los personajes.
    • Estilo literario.
    • Influencias.
  4. Crítica personal.

AV - Pregunta de Selección Múltiple

Pregunta

¿En qué epoca vivió Terencio?

Respuestas

Entre las dos guerras médicas

Entre la primera y la segunda guerra samnita

Entre la segunda y tercera guerra púnica

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Pregunta

¿A qué círculo perteneció Terencio?

Respuestas

Al círculo de Mecenas

Al círculo de los Escipiones

Al círculo de Augusto

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Pregunta

¿Cuántas obras escribió Terencio?

Respuestas

Cinco

Siete

Seis

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Pregunta

¿De qué acusaban a Terencio sus detractores?

Respuestas

De contaminatio

De ladrón

De contaminar el medio ambiente

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Pregunta

¿Quién fue el principal modelo literario de Terencio?

Respuestas

Plauto

Nevio

Menandro

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Pregunta

¿Qué era el pallium?

Respuestas

Un palio

Una manta

Un manto

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Pregunta

¿Cómo se llaman los tres principales comediógrafos latinos?

Respuestas

Plauto, Terencio y Séneca

Plauto, Cecilio y Terencio

Plauto, Terencio y Horacio

Retroalimentación

Pregunta

Terencio nos dejó sentencias tan famosas como ésta:

Respuestas

humanus sum, humani nihil a me alienum puto

homo sum, humanum nihil a me alienum puto

homo sum, humani nihil a me alienum puto

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Pregunta

La influencia de Terencio pervive en autores como...


Respuestas

Ludovico Ariosto, Molière o Lessing

Ludovico Ariosto, Lope de Vega o Lessing

Ludovico Pío, Molière o Lessing

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Pregunta

El director de una compañía de teatro romana se llamaba...

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magister bibendi

magister gregis

magister ludi

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