3. Elementos de un razonamiento.
Imagen de Víctor Rivero en Flickr. Licencia CC
Importante
- Las premisas, expresiones que afirman o niegan algo y que constituyen el punto de partida del razonamiento.
- La conclusión, proposición final a la que se llega como consecuencia de las premisas establecidas anteriormente.
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Imagen de Víctor Rivero en Flickr. Licencia CC |
Pongamos un ejemplo de lo anterior:
►Cuando la cabina está ocupada se enciende la luz roja (premisa), pero la luz está apagada (premisa), así que la cabina está libre (conclusión). |
Siendo esto así formalmente, debe tenerse en cuenta que el esquema puede variar en función de las características del razonamiento o el empleo del lenguaje, Así podemos encontrarnos casos como:
Una conclusión sin premisas: ►Es imposible que estando muerto esté vivo. Una sola premisa y una conclusión: ► Tiene dieciséis años, por lo que es mentira que tenga dieciocho. Una argumentación que comienza con la conclusión y prosigue con las premisas: ► Me temo que nuestro perro no está en casa, ya que siempre llegamos sale a la cancela y aquí no está. |
Ocurre también con frecuencia que, al argumentar, omitimos premisas que damos por hecho, pero que forman parte esencial del propio proceso argumentativo. Se trata de un aspecto que ha de tenerse en cuenta al analizar la coherencia de un argumento. Por ejemplo:
► Su tasa de alcohol es de 0,80 (y el máximo permitido es de 0,25), por lo que le pido que abandone el vehículo y me acompañe. |
Importante
Nuestros razonamientos son múltiples en su forma, así llegamos a conclusiones basándonos en analogías, generalizamos a partir de datos singulares de la experiencia, extraemos consecuencias particulares desde principios generales, etc. A la hora de valorar dichos argumentos, los principales estándares de evaluación son los que nos ofrecen el deductivo, basado en la validez formal y el inductivo, basado en su solidez.