1.2. Clasificación de la resistencia

Aunque existen numerosas clasificaciones para esta variable, atendiendo a la musculatura implicada (resistencia local o resistencia general) o a la modalidad deportiva (resistencia de base o resistencia específica), quizás la más empleada sea la referente al tipo de vía energética predominante, en base a la cual se establecen varios niveles. Por un lado podríamos hablar de resistencia aeróbica, y por otro de resistencia anaeróbica, pudiendo subdividirse esta última en láctica y aláctica.

 

1.2.1. Resistencia aeróbica

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Capacidad de resistencia a la fatiga por medio del metabolismo aeróbico. Es decir, el oxígeno disponible sería suficiente para cubrir las necesidades energéticas (Zimmermann, 2006). Este tipo de resistencia depende en gran medida del consumo de oxígeno (VO2) que determina el oxígeno que obtenemos por la respiración y que somos capaces de transmitir a los músculos para el ejercicio.

Resistencia aeróbica.
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1.2.2. Resistencia anaeróbica


Vía anaeróbica aláctica:
hemos indicado que el término anaeróbico alude a que no necesita oxígeno (no hay oxígeno disponible) y aláctica, a que no origina ácido láctico. Se emplearán, por tanto, unos sustratos energéticos que hay en los músculos y que se denominan fosfágenos, que se obtienen de forma muy rápida, pero cuya duración será muy limitada. De este modo, los esfuerzos serán intensos pero de muy corta duración (aproximadamente de 10-15 s).Alude a la capacidad de resistencia a la fatiga cuando la intensidad del ejercicio es tan grande que hace que no podamos obtener todo el oxígeno que necesitamos (se produce lo que conocemos como deuda de oxígeno). De esta forma, cuando el aporte de oxígeno es menor que el requerido por los músculos durante el ejercicio, la capacidad de contracción se limita, y transcurrido un corto espacio de tiempo (aproximadamente entre 30 s y 3 min) comenzará a acumularse ácido láctico. Podemos distinguir varias fases en este tipo de resistencia:

  • Vía anaeróbica láctica: cuando agotamos las reservas de la vía aeróbica (aunque verdaderamente esta vía comienza a activarse también con anterioridad), al incrementarse la intensidad del ejercicio entra en juego el metabolismo del lactato (vía glucolítica), que hará que este elemento comience a verterse a la sangre y sea necesario eliminarlo (tanto del músculo como del torrente sanguíneo).

Resistencia anaeróbicaResistencia anaeróbica.
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Parece ser que, dependiendo de la duración e intensidad de las cargas de resistencia, se producirá un agotamiento más o menos pronunciado de las reservas energéticas. De este modo, si la duración del ejercicio disminuye, tendremos capacidad de desarrollar una mayor potencia, por lo que el contenido de glucosa en ese aporte energético será mayor. Por el contrario, si la duración del ejercicio aumenta, disminuye la potencia y conlleva un mayor aporte energético por parte de las grasas. Se podría enlazar este argumento con una última clasificación atendiendo a la duración del esfuerzo, según la cual distinguiríamos entre resistencias de corta duración (esfuerzos entre 45 s y 2 min), resistencias de media duración (esfuerzos entre 2 min y 10 min) y resistencias de larga duración (esfuerzos superiores a los 10 min, donde los autores hacen una nueva subdivisión en resistencias de tipo I, tipo II, etc., a medida que progresamos en la duración).

Aunando los sistemas energéticos con la duración y con la intensidad del ejercicio, podríamos hablar de dos nuevos conceptos: capacidad (que se entiende como el tiempo en que el deportista podría obtener energía a niveles altos pero no máximos) y potencia (que atiende a la máxima energía que el sistema podría suministrar y que el deportista es capaz de gastar con el ejercicio).

Refleja la capacidad del corazón para bombear sangre oxidada (con oxígeno) a los tejidos, y la capacidad de los tejidos para extraer ese oxígeno de la sangre.
Oxígeno utilizado durante el periodo de recuperación de un ejercicio y que es superior al consumo necesario en reposo.
Producto de la glucolisis anaeróbica, derivado de la división de la glucosa para la obtención de energía, y que se asocia a la fatiga muscular.
Sustancias que sirven como depósitos de energía en los músculos y que se usan de forma anaeróbica ante esfuerzos cortos de elevada intensidad.
Es la vía encargada de oxidar la glucosa para obtener energía.