Antonio Tornero
Director del CEIP Santo Tomás.

Bueno, pues estamos en el
Colegio Santo Tomás de Jaén.
Es un colegio que está situado en el centro
de la ciudad, muy cerca de la Catedral.
Es un cole muy singular porque
en su interior tiene un torreón
que pertenecía a la
muralla antigua de la ciudad.

Bueno, pues en nuestro
caso la experiencia fue curiosa,
El año del confinamiento, en un trozo
de tierra que tiene el centro a la entrada
decidimos sembrar patatas, y entonces la
experiencia con el alumnado fue increíble.
Lo que es el estar en contacto con la
tierra, el movimiento ese plantado y tal...

¿Qué pasó? Que llegó el
confinamiento y tuvimos que dejar el cole.
Cuando se produjo el
desconfinamiento progresivo
los docentes del centro vinimos a
preparar material para nuestro alumnado
y encontramos que las
patatas habían crecido bastante
Entonces hicimos una jornada de recolecta y
les mandamos un vídeo a través de Internet.
Entonces eso les encantó.

A la vuelta, el curso siguiente
dijimos tenemos que apostar por esto.
Porque la verdad es que
les ha enganchado bastante.

Entonces, la única solución en un
centro que no tiene zona de tierra
o la única alternativa que vimos,
fue montar un huerto urbano.
Nuestra zona de huerta consiste
en zonas de bancales de madera
que el propio alumnado
construyó con sus manos.

Y además hicimos un
proyecto bastante interesante,
en el que ellos calcularon cuál era la
mejor zona donde se podía poner el huerto.
Calcularon la cantidad de
tierra que teníamos que pedir,
qué tipo de cultivos
podíamos combinar y tal.

Entonces ha sido una experiencia muy buena.
Todo el mundo nos pregunta si no
tenemos la zona de huerta delimitada
¿No rompen las
plantas? Y no, para nada.
El alumnado tiene el huerto como algo
suyo, muy propio y lo respeta al máximo.
Es la zona de recreo y nunca
ha habido ningún problema.
La verdad es que al contrario, dedican parte del recreo al cuidado de plantas,
al riego y tal.

¿Qué es lo que ha aprendido el alumnado?
Pues sobretodo el respeto
a la naturaleza, a la ecología,
a la forma de ahorro de
agua y de ahorro de energía...
El respeto por el Medio Ambiente.

Los centros deben plantearse
su margen de cambio
y deben realizar pequeñas acciones
que vayan generando ese cambio,
a través de la colaboración
con distintas asociaciones
con planes y proyectos
de la Junta de Andalucía.

Y con la colaboración de toda la Comunidad
Educativa el cambio de los centros es posible.