5. Crítica al capitalismo
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Detalle del mural 'Detroit Industry' de Diego Rivera |
Ahora vamos a entrar a ver la crítica que Marx le hace al sistema capitalista y mercantil, siempre desde un análisis dialéctico, materialista histórico y buscando transformarlo mediante la lucha de clases.
Siguiendo su materialismo histórico, Marx analiza sociedades, no en función de su religión, o de su formación política, sino de su modo de producción. Esto es, en función del conjunto de las relaciones sociales de producción, aquellas relaciones sociales dentro de las cuales se realiza el trabajo. Estos modos de producción han ido variando a lo largo de la historia y en diversas zonas, al ir cambiando las maneras de organizarse y relacionarse las personas. Así, estaba el comunismo primitivo, donde las relaciones eran comunitarias y no había división de clases, el modo de producción asiático, el esclavista, el feudal.
Marx se centrará en el modo de producción capitalista, con relaciones mercantiles entre la población proletarizada que se ve forzada a vender su fuerza de trabajo para poder sobrevivir y los capitalistas, dueños de las tierras y los instrumentos de trabajo. Investiga sus categorías y dinámicas relacionales para ver que no son ni naturales ni eternas, es un sistema histórico y por lo tanto se pueden cambiar.
Importante
Reflexión
En el prefacio de la Contribución a la Crítica de la Economía Política, Marx afirmará:
‘El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, política e intelectual en general. No es la conciencia de los hombres la que determina la realidad; por el contrario, la realidad social es la que determina su conciencia’.
De aquí se ha generado una gran polémica en la interpretación y valoración del pensamiento marxista: es general la interpretación de Marx como un determinismo económico por el cual todo cambio en lo político-jurídico o ideológico depende de lo económico. Sin embargo, otras personas apelan a las obras de Marx donde al analizar las sociedades y sus cambios aborda ambos aspectos en influencia recíproca y siempre en relación con la lucha de clases, donde se combina lo económico con la conciencia y lo político.
Siguiendo el método dialéctico, Marx analiza el sistema capitalista en su doble vertiente: como revolucionario, pues ha desarrollado las fuerzas productivas y ha propiciado repúblicas laicas frente a las monarquías religiosas; y como deshumanizador, pues está basado en la explotación y en el dinero como dios omnipotente que domina a los seres humanos y mediante el cual se relacionan.
Las fuerzas productivas de cada modo de producción son los instrumentos (sílex, martillo, imprenta, ordenador…), la organización del trabajo (si hay división del trabajo, cooperación, competitividad, especialización, etc), y lo más importante: los sujetos que trabajan (con sus habilidades, sus conocimientos...). Cuanta mayor productividad del trabajo consigan, más desarrolladas están las fuerzas productivas.
Conocimiento previo
La cantante y rapera chilena Ana Tijoux se pregunta cómo sería este mundo sin capital en ‘Todo lo sólido se desvanece en el aire’
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