3.2 Composición y derivación
En esta sección vamos a ver el origen latino de nuestro sufijo -dad. Lo encontramos en soledad, verdad, bondad... ¿De dónde procede?
Dentro de los temas en -t- el latín posee el sufijo -tat, que se presenta como -tas en nominativo y -tatis en genitivo. El sufijo -tat pasó al castellano como -dad por sonorización en -d de las -t intervocálicas. Por ejemplo:
- Del sustantivo civis civis (ciudadano) derivamos civitas-civitatis (ciudad)
- Del adjetivo verus -a -um (verdadero) derivamos el sustantivo veritas-veritatis (verdad)
Muchos de los sustantivos castellanos que poseen este sufijo son abstractos y femeninos como en latín.
Un sufijo muy parecido en latín es -tut, que se presenta como -tus en nominativo y -tutis en genitivo. Este sufijo pasó al castellano como -tud. Por ejemplo: senectud (senectus senectutis, vejez).

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