3.2. El crecimiento de las ciudades en la segunda mitad del siglo XX

La "explosión" del fenómeno urbano en España entre 1950 y 1980.

A mediados de siglo, la coyuntura socioeconómica cambió en nuestro país. Los efectos de la guerra fueron desapareciendo paulatinamente y se inició una clara tendencia hacia el crecimiento económico. Las consecuencias de este crecimiento se dejaron sentir inmediatamente sobre las ciudades.

La mejora de las condiciones de vida en las mismas propició un proceso a gran escala de abandono de las zonas rurales y la emigración hacia las capitales, es lo que se denomina el Éxodo rural. En solo tres décadas, el campo fue despoblándose a la vez que las grandes ciudades experimentaron un crecimiento enorme, como nunca lo habían sufrido a lo largo de la Historia.

Su población se duplicó o incluso se triplicó en pocas décadas y este crecimiento vertiginoso implicó grandes cambios en un corto espacio de tiempo, lo que generó una problemática hasta entonces desconocida y a la que se tuvieron que enfrentar con bastantes dificultades.

Era muy difícil dar cobijo a semejante masa de población al ritmo que se desplazaba hacia las zonas urbanas. De ahí que pronto surgiera de forma grave y acusada la problemática de la vivienda. Faltaban casas para alojar a los recién llegados y para solucionar esta cuestión, comenzaron a construirse gigantescos polígonos de viviendas en los que los bloques de pisos o apartamentos escalaban verticalmente hacia el cielo como una forma más barata de construir y por lo tanto de habitar.

Surgen así enormes barriadas en la periferia sin que apenas haya una planificación de las mismas, ya que la premura por construir era tan grande, los intereses económicos tan elevados y la capacidad de los ayuntamientos por controlar ese proceso no era demasiado grande, por lo que el resultado es el desorden que todavía puede verse en numerosas ciudades españolas, en especial en las capitales de provincia.

Los problemas de la vivienda en España a mediados de siglo son abordados de forma clara en películas como "El pisito".

Publicado en You Tube por Filmotech.

Objetivos

Un crecimiento descontrolado y sus repercusiones.

Todas las grandes ciudades españolas de este momento, en especial las capitales de provincia y más concretamente Madrid y Barcelona, experimentaron un crecimiento descomunal que las llevó a expandirse considerablemente por la periferia, ocupando terrenos que hasta entonces solo habían tenido una funcionalidad rural.

De esta forma, englobaron en su interior a pequeños pueblos ubicados en zonas próximas a la misma, y así aparecieron las denominadas zonas rururbanas,es decir, aquellas que ya no eran totalmente rurales, pero que todavía no se habían convertido en plenamente urbanas.

El déficit de viviendas fue muy elevado hasta bien entrada la segunda mitad de siglo. La preocupación por encontrar una vivienda fue sin duda la mayor que tuvieron las personas que vivieron en esta época. Conseguir un piso implicaba en muchos casos tener que esperar bastantes años y duras y fatigosas gestiones para obtenerlo.

El ministerio de la vivienda franquista creó una serie de departamentos encargados de solucionar este problema. Surgieron así las Viviendas de Protección Oficial y otros muchos organismos que intentaban dar una respuesta a esta problemática. Pero muchos españoles y españolas seguían todavía habitando en infraviviendas, "refugios", chabolas o casas de autoconstrucción ante la falta de posibilidades para adquirir una vivienda con las condiciones mínimas indispensables.

La película "El verdugo" de L G. Berlanga (1963) muestra la situación extrema a la que estaban dispuestos a llegar algunas personas con tal de mantener o conseguir su vivienda.
Publicado en You Tube por DerechoyCine.

AV - Pregunta Verdadero-Falso

Di si las siguientes frases son verdaderas o falsas.

Pregunta 1

El mayor crecimiento de las ciudades españolas tuvo lugar durante la primera mitad del siglo XX

Sugerencia

Fue debido a los movimientos migratorios del campo a la ciudad

Pregunta 2

Durante el siglo XX, el crecimiento de las ciudades fue de carácter orgánico, pues estuvo planificado previamente.

Sugerencia

El gran flujo migratorio que existió tuvo mucho que ver con este hecho.

Pregunta 3

La Guerra Civil tuvo como principal repercusión la destrucción de un enorme número de ciudades en España

Sugerencia

Guernica es sin duda el ejemplo más conocido.

Pregunta 4

Uno de los grandes problemas de las familias españolas durante la época de mayor crecimiento de las ciudades fue el de encontrar en ellas una vivienda digna.

Sugerencia

Las películas que antes te hemos presentado dan buena prueba de este hecho.

Pre-conocimiento

El crecimiento inorgánico o en forma de "manchas de aceite".

El rápido incremento de la población de las ciudades, unido a la falta de una legislación que planificara adecuadamente su crecimiento, trajo como consecuencia un descontrol en el crecimiento de la trama urbana.

Las ciudades se expandieron de forma incontrolada y sin una política previa que organizara de forma adecuada dicha expansión. Surgieron barriadas en la periferia que en muchas ocasiones eran producto de la especulación urbana, ello propició que el suelo rústico fuera reconvertido rápidamente en terrenos urbanizables. La necesidad de nuevas viviendas era tal, que los ayuntamientos hacían la vista gorda ante operaciones urbanas en las que se construían miles de viviendas sin atender a muchas más consideraciones que la de dar alojamiento inmediato a una considerable masa de personas que carecían de un techo bajo el que vivir.

Esto implicó un gran desorden en el plano urbano y en la trama de la ciudad. El crecimiento dejó de seguir unos determinados parámetros para convertirse en algo inorgánico, es decir, que no obedecía al conjunto urbano en el que se insertaba, sino que surgía de forma un tanto anárquica y sin relación con el resto de la ciudad en la que debería estar integrado.

Esta forma de crecimiento ha sido denominado en "manchas de aceite", porque parece como si la ciudad creciera a partir de unos determinados puntos (que se pueden equiparar a las manchas que deja el aceite sobre la ropa o sobre el papel) y que conforme se iban extendiendo como consecuencia de su crecimiento, iban ampliándose hasta juntarse unos con otros. De esta forma, se acababan uniendo las diferentes partes de la ciudad sin que se hubieran previsto adecuadamente las conexiones entre los diferentes paquetes urbanos.

La ortoimagen de la ciudad de Zaragoza muestra un claro ejemplo de crecimiento inorgánico o en forma de "manchas de aceite".
La ortoimagen de la ciudad de Zaragoza muestra un claro ejemplo de crecimiento inorgánico o en forma de "manchas de aceite".
Extraído de Google Earth.

 

 

El fenómeno urbano en la actualidad. La terciarización de la ciudad en las últimas décadas del siglo XX y las primeras del XXI.

A partir de la década de los años ochenta del pasado siglo, el fenómeno del urbanismo cambia sustancialmente en nuestro país. El crecimiento demográfico de las aglomeraciones se detiene al desaparecer en gran medida los flujos de población que huían del campo. De esta forma, las ciudades dejan de crecer y empiezan incluso a perder población.

El motivo de esto es bien sencillo. El suelo urbano es mucho más caro en las áreas centrales de la ciudad que en la periferia o en los alrededores, de ahí que la gente prefiera marcharse al exterior dado que las vías de comunicación mejoran sustancialmente, y que los vehículos y los medios de transporte se van generalizando y son cada vez más rápidos.

A la vez que la ciudad empieza a estancarse o incluso a perder población, tiene lugar también un hecho muy importante, el cambio de funcionalidad es cada vez mayor. La industria va perdiendo importancia progresivamente, y la antigua ciudad industrial del siglo XIX deja paso a la nueva ciudad post industrial del siglo XXI.

Esta se caracteriza por la gran importancia que tiene en la misma el sector de los servicios. De ahí que los urbanistas hablen de ciudad post industrial para diferenciarla de la ciudad decimonónica o de la primera mitad del siglo XX, que crecía en función del desarrollo industrial.

Este hecho va a implicar también importantes cambios en las funciones internas de la misma. La ciudad es en la actualidad un centro comercial y financiero, en el que se prestan numerosos servicios a la población, a la vez que sirve como núcleo desde el que se organiza el territorio. Así se peatonalizan las áreas comerciales o se experimenta el denominado fenómeno de la terciarización, es decir, el hecho de que las ciudades ahora mismo son lugares en los que la actividad económica se basa en el sector terciario o de servicios, y no en la industria, como era lo característico hasta hace un siglo aproximadamente.

 El complejo de oficinas y de edificios destinados a la administración y los servicios de Azca en Madrid, es un claro exponente del proceso de terciarización que caracteriza a las ciudades españolas modernas.

El complejo de oficinas y de edificios destinados a la administración y los servicios de Azca en Madrid, es un claro exponente del proceso de terciarización que caracteriza a las ciudades españolas modernas.

Publicado por Zaqarbal en Wikipedia Bajo licencia CC

Objetivos

De la ciudad al campo.

Durante las últimas décadas del siglo XX y los primeros años del XXI, las ciudades españolas están invirtiendo la tendencia que las caracterizó durante los siglos anteriores.

La población está comenzando a abandonar los centros históricos de las mismas y se está marchando a la periferia o incluso a otros núcleos más alejados del propio municipio en el que hasta entonces habitaban. Incluso está sucediendo que en las grandes metrópolis como Madrid o Barcelona, muchos vecinos de las mismas se están instalando en provincias cercanas (como ocurre con los casos de Toledo y Guadalajara en el primero, o de Tarragona y Gerona en el segundo).

Las causas que están provocando esta inversión en la tendencia de las últimas centurias son diversas. Antes apuntábamos al encarecimiento del precio del suelo en las zonas de los centros urbanos de las grandes ciudades, y sin duda, este hecho es clave para abandonarlos y buscar una mejor calidad de vida en otros lugares más baratos.

Por otra parte, hay que tener en cuenta la mejora de los medios de transporte. Durante el último medio siglo, el uso del automóvil se ha generalizado en la mayor parte de las familias españolas. Ello ha permitido una gran libertad de movimientos y la posibilidad de utilizarlo para desplazarse al trabajo incluso desde distancias relativamente grandes.

Tampoco se puede olvidar el hecho de la mejora de las comunicaciones. Las autovías y autopistas conectan cada vez con mayor facilidad y rapidez a las zonas de la periferia con el centro de la ciudad, donde por el contrario, cada vez resultan más lentos los movimientos del tráfico.

Los servicios de transportes públicos también son importantes, en particular el metro y los trenes de cercanías, que pueden trasladar en muy poco tiempo y sin atascos a un elevado número de pasajeros. En menor medida, los servicios de autobuses también pueden colaborar en este sentido, pero se encuentran mediatizados por el colapso que habitualmente experimentan los accesos a las grandes ciudades.

Por último, no olvidemos que en las zonas alejadas de las ciudades al ser el precio del suelo bastante más bajo, se pueden adquirir viviendas de mayor superficie y mucha más calidad por un precio más reducido que el de un pequeño apartamento o un piso en zonas céntricas de cualquier gran ciudad.

Todo ello está causando ese desplazamiento, del que al principio hablábamos, de la ciudad al campo.

En la periferia urbana suelen aparecer urbanizaciones de lujo como esta de La Moraleja en Alcobendas, Madrid.
En la periferia urbana suelen aparecer urbanizaciones de lujo como esta de La Moraleja en Alcobendas, Madrid.
Imagen extraida de Google Earth.

Pre-conocimiento

Los centros urbanos se están degradando paulatinamente.

Aunque se puede decir que existe un doble proceso en este caso, es evidente que buena parte de los centros históricos o cascos antiguos de las ciudades españolas están experimentando un progresivo envejecimiento y degradación de su caserío.

El motivo es que en muchos casos subsisten en ellos edificios que fueron construidos hace muchas décadas e incluso en ocasiones puntuales, hasta siglos de antigüedad. No siempre es posible conservar este caserío adecuadamente, sobre todo en los casos en los que las ciudades cuentan con un elevado número de casas antiguas y cuando el nivel de la población que puede adquirirlos no es demasiado alto.

En estas ocasiones se produce la ruina del edificado, y salvo que en ocasiones existan planes municipales de suficiente envergadura como para restaurarlos, la consecuencia más lamentable de dicho proceso es que se van arruinando los inmuebles e incluso en ocasiones llegan a caerse con el consiguiente riesgo tanto para los vecinos que lo habitan, como para los transeúntes que ocasionalmente pasan junto a ellos.

La rehabilitación de los centros históricos es uno de los mayores problemas con los que se enfrenta el urbanismo de muchas ciudades que crecieron de forma expansiva en un pasado no excesivamente lejano.

La ruina de los antiguos edificios, en concreto los de sus centros históricos, es uno de los principales problemas con el que se enfrentan muchas ciudades hoy día.
La ruina de los antiguos edificios, en concreto los de sus centros históricos, es uno de los principales problemas con el que se enfrentan muchas ciudades hoy día.
Publicado por Estrella de Queso en Flickr bajo licencia CC

Actividad

Durante el siglo XX, las ciudades españolas experimentaron un crecimiento espectacular, en particular en el período que va desde 1950 hasta 1980, aproximadamente. Ya en la década de los años veinte tuvieron un desarrollo importante, pero este se detuvo como consecuencia de los problemas de la década de los años treinta, sobre todo por la Guerra Civil. En la de los cuarenta, los años del hambre fueron también un período de escaso crecimiento del fenómeno urbano. Pero durante los sesenta, este experimentó un gran auge gracias a la inmigración provocada por el éxodo rural. Hoy día la tendencia parece estar invirtiéndose, ya que vivir en el centro de las ciudades es mucho más caro que en la periferia, y los medios de transporte y las comunicaciones son mucho mejores.