1.2. Las antiguas ciudades de la antigua Península Ibérica
Las primeras ciudades de la antigua península Ibérica
Gadir fue, que sepamos, la primera ciudad fundada en la península por un pueblo extranjero, pero no fue la única. Durante el primer milenio antes de Cristo, varias civilizaciones viajaron hasta el extremo occidental del mar Mediterráneo, y allí fundaron una serie de factorías en la costa desde las que practicar el comercio con los indígenas del interior.
Tanto fenicios (procedentes el actual Líbano), como griegos, como cartagineses (ubicados donde hoy día se halla Túnez), crearon una serie de asentamientos en el litoral de los cuales actualmente se derivan un cierto número de ciudades, en particular de la costa Mediterránea peninsular y de las islas Baleares.
Así, ciudades como Málaga (antigua Malaka), Almuñécar (Sexi) o Adra (Abdera), fueron fundadas por los fenicios. Otras como Ampurias (Emporion), Rosas (Rhode) o Denia (Hemeroskopeion) por los griegos, mientras que los cartagineses fundaron Ibiza (Ebussus) o Cartagena (Qart Hadash o Ciudad Nueva).
Algunas de ellas como Emporion o la actual Cartagena, llegaron a alcanzar un tamaño considerable, pero en general se trató de pequeños puertos que servían como lugares de comercio con los pueblos íberos del interior y a los que llegaban y desde los que se exportaban las mercancías.
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Restos de la antigua ciudad griega de Ampurias en Gerona. |
Objetivos
El fenómeno urbano se desarrolla durante la época de la Hispania romana.
A partir del siglo III a. C., la presencia en la península de los romanos modificó por completo la situación existente hasta entonces. La civilización romana organizaba el territorio a partir de una amplia red de ciudades, concebidas fundamentalmente como centros de poder desde los que controlar el espacio que quedaba bajo su jurisdicción.
De esta forma, la urbe romana se convierte en algo más que un simple lugar de residencia o de intercambios comerciales. En ella se instala la autoridad que representa al poder de Roma y esto tiene importantes consecuencias para la misma.
Las ciudades romanas van a estar por lo general bien diseñadas y planificadas. En ellas destacan dos grandes arterias que la cruzan en un sentido norte-sur y este-oeste, el cardo y el decumano. Ambas vías coinciden en un punto central, el foro, en el que se ubican los principales edificios de la misma: la basílica, los templos, las termas, etc. En las zonas periféricas se disponen los edificios destinados a espectáculos públicos como el teatro, el anfiteatro, el circo, además de otras infraestructuras imprescindibles para el mantenimiento de las urbes: acueductos, cisternas, etc.
Así, es posible que se construyan ciudades que albergan un volumen de población desconocido hasta entonces. Esto llega a su apogeo en las capitales provinciales, como Tarraco, actual Tarragona, o Corduba, que corresponde a Córdoba. Se estima que en función de la extensión máxima que pudieron llegar a alcanzar, no sería sorprendente que estos casos el volumen de población que se asentó en las mismas superara los 50.000 habitantes en su momento de máximo esplendor.
Otras ciudades importantes fundadas por los romanos fueron Emérita Augusta, hoy día Mérida en la provincia de Badajoz, Itálica, junto a la actual Santiponce en Sevilla, o Cesar Augusta, a la que llamamos Zaragoza.
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Reconstrucción de la ciudad de Tarraco en la época del Imperio romano. |
Pre-conocimiento
¿Por qué "mueren" las ciudades?
A partir del siglo III de nuestra era, el Imperio romano entró en crisis, y en particular esta crisis se cebó sobre las ciudades, que poco a poco se fueron despoblando emigrando sus habitantes al campo.
Cuando en el siglo V tuvieron lugar las invasiones de los pueblos bárbaros, ese proceso de decadencia se acentuó más todavía. Tras las destrucciones que siguieron a las conquistas, la mayor parte de las ciudades fueron abandonadas y de ellas solo quedaron numerosas ruinas habitadas por los pocos pobladores que quedaron.
Con el paso del tiempo, muchas de esas ruinas se derrumbaron y debido a fenómenos naturales (desbordamiento de ríos, cubrimiento por el lodo, etc.) quedaron sepultadas por varias capas de escombros o de sedimentos que en ocasiones podían alcanzar varios metros de espesor.
Solo en determinados casos, las partes más elevadas o más resistentes de los antiguos edificios permanecieron a la vista. Pero los posteriores habitantes de estas ciudades aprovecharon los restos que aún quedaban para reutilizarlos y con ellos construir nuevos edificios acordes con los nuevos gustos y con funcionalidades diferentes.
Así hoy día, cuando se practican excavaciones en el subsuelo de las ciudades, es frecuente que bajo el pavimento actual o bajo los edificios construidos encima de los restos de edificaciones más antiguas, aparezcan infraestructuras que llevan muchos siglos enterradas bajo el suelo, pero que todavía nos hablan de la grandeza que esas mismas ciudades tuvieron en el pasado.
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Cuando se excavan los cimientos para la construcción de nuevos edificios, en ocasiones se encuentran restos de antiguas construcciones hoy bajo tierra, como en este caso en el que los arqueólogos han encontrado el antiguo foro de época romana.
Publicado por Arpingstone en Wikipedia bajo licencia CC
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AV - Pregunta Verdadero-Falso
Retroalimentación
Falso
Se cree que solo debió alcanzar una población de unos 1.500 habitantes.Retroalimentación
Falso
Los fundadores fueron los fenicios en el año 1104 antes de Cristo, según una antigua tradición.Retroalimentación
Falso
Ese es su nombre griego, el nombre en latín era el de foro.Retroalimentación
Falso
El motivo de la despoblación fue la crisis que atravesaron a partir del siglo III y sobre todo por las invasiones de los pueblos bárbaros.Los musulmanes continuaron con la tradición urbana de los romanos.
En el siglo VIII un nuevo pueblo llegó a la Península, los musulmanes. Estos habían heredado la tradición oriental (que antes habían copiado los romanos) según la cual la organización del territorio se llevaba a cabo mediante la presencia de grandes ciudades desde las que se controlaban las zonas bajo su poder.
Cuando conquistaron el reino visigodo, se encontraron con el hecho de que no existían grandes núcleos urbanos en la Península. Los visigodos tenían una concepción de la vida marcadamente rural y las ciudades hispanorromanas prácticamente solo eran un recuerdo en ruinas.
Pero los musulmanes decidieron cambiar esa situación, y comenzaron a fomentar el desarrollo urbano de las grandes urbes. En particular lo hicieron con la capital de Al Andalus, la Corduba romana a la que llamaron Qurtuba. En un momento determinado de su Historia, Qurtuba se convirtió probablemente en la mayor ciudad del mundo, como veremos más adelante.
Pero no solo fue Qurtuba, otras ciudades como Isbilya (actual Sevilla) alcanzaron un gran crecimiento durante época almohade, en el siglo XIII. También Garnata, la Granada de hoy día, llegó a su apogeo durante época nazarí en el siglo XV.
Estas fueron probablemente las más pobladas, pero el mundo islámico destacó por medinas o ciudades de gran tamaño y población, como Valencia, Almería, Zaragoza o Toledo, entre muchas otras.
La ciudad musulmana adoptó un tipo de urbanismo característico basado en un plano irregular con una gran anarquía constructiva. Este es producto de la concepción urbana de la misma que se desarrollaba a partir de la presencia de barrios un tanto desconectados entre sí y con una escasa disciplina urbanística.
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El plano de Almería en el siglo XVI, todavía demostraba claramente la herencia urbana de la presencia musulmana en la ciudad. |
Objetivos
Mientras que en el norte de la Península, las ciudades apenas si sobrevivían.
Durante la Edad Media, la península Ibérica presentó una gran diferencia entre el fenómeno urbano existente en los reinos cristianos, al norte, y el mismo hecho en los territorios islámicos de Al Andalus, al sur.
Las grandes medinas (nombre que en lengua árabe designa a una ciudad) musulmanas del sur, no tenían comparación con los pequeños núcleos del norte. Estos tenían unas dimensiones muy reducidas, y en raras ocasiones superaban los veinte mil habitantes, lo que solo ocurrió ya bastante avanzada la Edad Media.
Eran pequeños burgos o ciudades, residencias de algún importante cargo eclesiástico (obispos, arzobispos, etc.) y con escasas funciones comerciales o económicas. Se encontraban completamente rodeadas de murallas y el espacio urbano interior solía ser muy desorganizado, al igual que en el caso musulmán, con la diferencia de que al contrario que en el sur, no había edificios importantes a excepción de algunas ciudades que poseían grandiosas catedrales, pero esto sucedió en una etapa ya bien avanzada de este período.
León, Burgos, Barcelona o Toledo a partir de finales del siglo XI, fueron algunas de las ciudades más destacadas del norte de la península. Pero en general, y salvo estas excepciones y alguna más, la mayoría de los núcleos urbanos de los reinos cristianos no pasaban de ser meras villas sin importancia situadas en puntos elevados para favorecer la defensa estratégica de las mismas. El castillo se convirtió en el elemento urbano que, en muchas ocasiones, propició la aparición de una población en torno a él, ocupando las laderas de una montaña.
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| Santillana del Mar en Cantabria, un típico pueblo monumental de la España cristiana medieval. Publicado por Dagane en Wikipedia bajo licencia CC |
Pre-conocimiento
Córdoba, la mayor ciudad del mundo en el año 1000.
En el año 716, el emir musulmán Al Hurr había finalizado prácticamente la conquista del reino visigodo, y, en ese momento, decidió crear una capital para que centralizara la dominación islámica sobre la Península. Eligió la antigua Corduba romana, que había languidecido durante época visigótica. Pero a partir de ese momento, la ciudad comenzaría un espectacular crecimiento que, en menos de tres siglos, la convertiría en la mayor metrópolis del planeta.
La presencia del antiguo puente romano sobre el río Guadalquivir la convertía en un centro neurálgico del comercio desde el que dominar ambas riberas del valle. Su fértil vega y la campiña que la rodeaba permitían abastecer a un considerable número de personas. Por otra parte, la centralización del poder de emires y califas en su medina le aportaba una gran cantidad de recursos económicos en forma de impuestos y tributos.
Con todos esos ingredientes a su favor, no es de extrañar que la urbe cordobesa alcanzase un apogeo como hasta entonces no se había visto en Europa desde los tiempos de la antigua Roma o de la Constantinopla de Justiniano.
Es difícil estimar qué cantidad de población albergó en su núcleo urbano y alrededores, pero los cálculos más conservadores afirman que debió superar los cien mil habitantes. Sin duda debieron ser más. Recientemente se han publicado datos que afirman que la ciudad pudo llegar a alcanzar entre 400.000 y 500.000 personas en su momento de máximo apogeo. Hay incluso quien afirma que pudo tener un millón de habitantes, pero esa cifra, sin duda, es exagerada.
La capital del califato tuvo la fortuna de que su esplendor coincidió con la crisis de las que hasta entonces habían sido las principales ciudades del planeta (Bagdad, Damasco, Constantinopla, Chan An, etc.), eso hizo que durante la segunda mitad del siglo X y la primera década del XI fuera, sin duda, la metrópolis que más habitantes albergó en el mundo de su tiempo.
En 1009 comenzó la crisis en forma de guerra civil. Los contendientes arrasaron la ciudad y saquearon el magnífico complejo palatino de Medina Azahara en las proximidades. Córdoba no se volvería nunca a recuperar totalmente de aquella destrucción, e incluso hoy día, mil años después, su población no es probablemente superior a la que tuvo en época de los califas.
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La mezquita de Córdoba es la obra que sin duda mejor refleja el apogeo de lo que fue la mayor ciudad del mundo hace mil años. Publicada por Timor Espallargas en Wikipedia bajo licencia CC |
AV - Reflexión
Algunos cronistas de época musulmana como Al Bakri o Al Maqqari han dejado constancia de la grandeza de la Córdoba califal. Según estos autores, la capital de Al Andalus llegó a poseer nada menos que 213.077 casas para el pueblo y la clase media, 60.300 mansiones para la clase alta, 80.455 tiendas y comercios, 1.836 mezquitas, 1.600 hospederías, 900 baños públicos, 70 bibliotecas (entre las cuales sobresalió la del califa Al Hakam II con 400.000 volúmenes, la mayor del mundo de su tiempo) y 25 escuelas públicas. Se dice que el total del espacio edificado dentro de los muros era de 2.960 hectáreas, lo que supone por ejemplo, más del doble de la superficie que ocupaba el espacio intramuros de la Roma imperial en el momento de su máximo apogeo.
¿qué opinión te merecen estos datos? A título comparativo, hoy día Córdoba tiene algo más de 300.000 habitantes y por poner otro ejemplo, solo once bibliotecas públicas. ¿Crees que esas cifras pueden ser auténticas o quizás están exageradas? ¿por qué motivos llegó a ser Córdoba la mayor ciudad del mundo de su tiempo?
