1.1. Consecuencias de la Tetrarquía
La organización planteada por Diocleciano tenía el objetivo de facilitar la administración y el control de las fronteras del Imperio. De esa forma también el ejército sufrió una reorganización. Así se dibujaron dos tipos de ejércitos: los ejércitos limitanei (palabra derivada de limes -itis, m.: frontera), integrados por soldados que estaban destinados de forma fija para defender las fronteras y al mismo tiempo cultivaban la tierra (de esa forma la defenderían con más empeño); los ejércitos comitatenses, integrado por soldados que podían desplazarse rápidamente hacia donde se necesitase; por último, los ejércitos palatini, formado, en la práctica, por la guardia de palacio en sustitución de los pretorianos.
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John William Waterhouse: Los favoritos del emperador Horosio Imagen en Wikimedia. Dominio público |
Desde el punto de vista económico y social, Diocleciano introdujo en el 301 un edicto que regulaba los precios, pero no tuvo éxito, ya que por el contrario facilitó el mercado negro. También consolidó los cambios del siglo III, es decir, el proceso de ruralización, con el desarrollo de los grandes dominios latifundistas o "villae" donde el esclavismo fue sustituido por el colonato: los campesinos "colonos" quedaron sometidos a los señores "patrones" en una situación de servidumbre (adscritos a la tierra). El trabajo de la tierra era trasmitido de forma hereditaria de padre a hijo, marcando así los primeros pasos hacia la servidumbre de la gleba de la Alta Edad Media.
Por ello se produjo cada vez una mayor brecha entre los ricos y los pobres, regulada a nivel jurídico por la división en dos clases: los humiliores (literalmente "los más bajos") y los honestiores (literalmente "los más dignos"). Esto significó que la ley no era igual para todos ya que, en lo que respecta a los derechos y a los deberes, los ciudadanos del Imperio no eran tratados por igual.

Curiosidad
LA ÚLTIMA GRAN PERSECUCIÓN
Durante el gobierno de Diocleciano, se produjo una de las mayores persecuciones contra los cristianos de la cual tenemos constancia gracias a los testimonios de algunos autores cristianos (por ejemplo, Lactancio, autor de la obra De mortibus persecutorum).
La persecución se desencadenó porque los cristianos se oponían a la celebración de sacrificios relacionados con el culto imperial, llegando, incluso, a interrumpirlos. Como consecuencia de ello, en el 303 fue ejecutado el diacono de Antioquía Román.
La actitud de los cristianos iba en contra de la religión tradicional romana, desde siempre al servicio del poder imperial, por lo que el augusto Diocleciano propuso como medida represiva impedir que los cristianos formaran parte del cuerpo de funcionarios y del ejército. En cambio, su césar Galerio era de la idea de una persecución a ultranza. Tras consultar e interpretar el oráculo de Apolo en Dídima, se optó por la idea de Galerio.
En el mismo 303, Diocleciano promulgó un Edicto contra los cristianos, con el cual se promovía la destrucción de los lugares de culto y de las sagradas escrituras, así como el exterminio de quien profesase la fe cristiana. A este primer edicto le siguieron otros más, que tuvieron poco éxito y consiguieron reforzar el cristianismo e, incluso, la oposición de los no cristianos. En el año 311 Galerio anuló el edicto, reconociendo su derrota contara esta religión.
Fue la última persecución contra los cristianos hasta que el emperador Constantino el Grande el cristianismo fue reconocido como la religión oficial del estado.
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El palacio de Diocleciano. Split Imagen de Aangelo en Wikimedia. Dominio público |
Reconstrucción del palacio de Diocleciano Imagen en Wikimedia. Dominio público |
Los autores cristianos, la principal fuente sobre esta persecución, defienden la posición de sus correligionarios, poniendo en muy mala luz a los emperadores de la época. En concreto, Diocleciano, aunque fue considerado un emperador cruel y sanguinario, fue un buen administrador: consiguió frenar la decadencia del Imperio y la gran crisis de poder provocada por la crisis del siglo III, con lo que logró alargar la vida del Imperio más tiempo. Al poner en marcha el mecanismo sucesorio de la Tetrarquía, Diocleciano abdicó en favor de su césar Galerio y se retiró en un espléndido palacio que se había hecho construir en Split, localidad costera de la costa de Dalmacia (actual Croacia).

AV - Actividad de Espacios en Blanco
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