2.6. Atribución interna de éxitos y fracasos

Éxito y fracaso

Éxito y fracaso.
Imagen de elaboración propia

Para hablar de modelos de atribución interna del deportista es importante mencionar a Heider, que en 1958 propuso el modelo atribucional básico, donde los resultados se atribuyen internamente a la persona (fuerza personal), o externamente (fuerza ambiental). La fuerza personal está compuesta por los factores de capacidad y esfuerzo, mientras que la fuerza ambiental está compuesta por los factores atribucionales dificultad de la tarea y suerte.

Posteriormente, Weiner (1972), citado por Dosil (2004), tomó los factores descritos anteriormente por Heider y los reestructuró en dos dimensiones. Estas dimensiones se denominan estabilidad y locus de control. La estabilidad está compuesta por atributos estables e inestables, mientras que el locus de control incluye locus interno y externo.

Los deportistas que poseen control interno tienden a creer que sus conductas influyen en los resultados. Aquellos que poseen locus de control externo tienden a atribuir los resultados a fuerzas externas, como el destino, el azar y otras personas.

Más tarde, el propio Weiner incorporó los cuatro factores principales de Heider (esfuerzo, habilidad, dificultad de la tarea y suerte). La capacidad fue clasificada como interna y estable, el esfuerzo como interno e inestable, la dificultad de la tarea como externa y estable y la suerte como externa e inestable. Weiner previó que generalmente las personas atribuían sus éxitos y fracasos a uno de los cuatro factores.

Atribución interna de éxitos y fracasos

Figura 2. Atribución interna de éxitos y fracasos.
Imagen de elaboración propia

Posteriormente este mismo autor añadió a su teoría de la atribución de éxitos y fracasos una tercera dimensión, que denominó controlabilidad; esta se refiere a si un resultado se percibe como controlable o incontrolable. Para evitar confusión, Weiner cambió el nombre a la dimensión locus de control y la denominó locus de causalidad.

Los tipos de atribuciones que los deportistas hacen en respuesta al éxito o al fracaso están fuertemente relacionadas con sus sentimientos de autoestima y autoconfianza. Los individuos con baja autoestima tienen más probabilidades que los de autoestima alta de internalizar un fracaso y responder con emociones negativas. Estas personas tienden a relacionar las derrotas con sus capacidades internas, mientras que las victorias las relacionan con factores externos como la suerte o la escasa dificultad de la prueba. La atribución de todos los éxitos a causas internas se denomina estrategia de mejora del yo, mientras que atribuir todos los fracasos a causas externas se denomina estrategia protectora del yo (Cox, 2009).

Constructo psicológico que se refiere a la creencia de los individuos acerca de si son personalmente responsables de lo que les sucede