3. El Renacimiento: antropocentrismo y humanismo.

El cristianismo medieval puso a Dios en el centro del universo y subyugó la vida terrenal a su destino celestial. El Renacimiento supone una vuelta la pasado grecorromano y una redefinición de la posición del ser humano.

En el contexto del humanismo se subrayará el individualismo, haciéndose hincapié en el carácter único de cada ser humano y destacándose el valor creativo y la genialidad. El énfasis en la libertad humana y su protagonismo moral serán dará lugar a polémicas en torno a la capacidad humana para la salvación y el papel que en la misma juega la gracia divina.

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Importante

El Renacimiento coloca al ser humano en el centro del mundo, con lo que se produce una revalorización de su papel en el mismo y de la propia vida terrenal. La vida no sería desde esta perspectiva un mero trámite, sino una ocasión para desplegar todas las potencias humanas. En este contexto se desarrolla el humanismo, un movimiento inicialmente ligado al estudio de la cultura clásica y más tarde convertido en una corriente artística e intelectual confiado en los valores y las grandes capacidades humanas.


Actividad de lectura

Precisamente por eso hablamos de un «renacimiento» del humanismo de la Antigüedad. No obstante, el Renacimiento se caracterizaba aún más por el «individualismo» de lo que se habían caracterizado las sociedades de la Antigüedad. No sólo somos personas, también somos individuos únicos. Esta idea podía conducir a un culto al genio. El ideal llegó a ser lo que llamamos «un hombre renacentista», expresión con la que se designa a una persona que participa en todos los campos de la vida, del arte y de la ciencia. Esta nueva visión del hombre también se manifestaba en un interés por la anatomía del cuerpo humano. Se volvió a disecar a muertos, como se había hecho en la Antigüedad, con el fin de averiguar la composición del cuerpo. Esto resultó ser muy importante tanto para la medicina como para el arte. En el arte volvió a aparecer el desnudo, tras mil años de pudor los hombres se atrevieron a ser ellos mismos. Ya no tenían que avergonzarse.

... Precisamente por eso hablamos de un «renacimiento» del humanismo de la Antigüedad. No obstante, el Renacimiento se caracterizaba aún más por el «individualismo» de lo que se habían caracterizado las sociedades de la Antigüedad. No sólo somos personas, también somos individuos únicos. Esta idea podía conducir a un culto al genio. El ideal llegó a ser lo que llamamos «un hombre renacentista», expresión con la que se designa a una persona que participa en todos los campos de la vida, del arte y de la ciencia. Esta nueva visión del hombre también se manifestaba en un interés por la anatomía del cuerpo humano. Se volvió a disecar a muertos, como se había hecho en la Antigüedad, con el fin de averiguar la composición del cuerpo. Esto resultó ser muy importante tanto para la medicina como para el arte. En el arte volvió a aparecer el desnudo, tras mil años de pudor los hombres se atrevieron a ser ellos mismos. Ya no tenían que avergonzarse.