2.2. La técnica musivaria: el arte por los suelos

El término mosaico proviene del latín mosaicum, que significa “obra artística de las musas”, y es una técnica a medio camino entre la pintura y la azulejería, creada con pequeñas piezas de piedra o cerámica vidriada de diferentes formas y colores llamadas teselas, unidas con yeso o cal.

El arte del mosaico ya era algo universal en la época de Alejandro Magno, con el centro productor más activo situado en Alejandría. El historiador romano Plinio el Viejo ya describe a Sosos de Pérgamo como un excelente mosaísta autor de entre otros, el Mosaico de las palomas, en la Villa Adriana de Tívoli. Cada centímetro cuadrado de este complejo mosaico está formado por sesenta teselas, menudo puzzle no crees?

Batalla de Alejandro Magno, mosaico procedente de la Casa del Fauno en Pompeya.

Batalla de Alejandro Magno, mosaico procedente de la Casa del Fauno en Pompeya.
Imagen de Miguel H. Cuesta en Wikimedia Commons, Licencia CC

La técnica del mosaico proviene de un perfeccionamiento del primitivo pavimento que se hacía con guijarros, piedras de color y tamaño variado que se encuentran en las orillas de los ríos  y que aún hoy encontramos en calles y patios de muchas casas, lo que se conoce como enguijarrado.

Podemos entender el mosaico como una pintura hecha en piedra, y fue tal su popularidad en Roma que puede afirmarse que no hubo casa o villa romana que se preciara que no tuviera mosaicos decorando sus estancias. En un principio, los mosaicos iban destinados a la decoración de techos y paredes, y cuando comprobaron, con las pertinentes mejoras técnicas que eran lo suficientemente resistentes  comenzó la moda de realizar pavimentos de lujo como hoy día sería una alfombra persa. En el imperio bizantino el arte del mosaico alanza su mayor esplendor, llegando a sustituir a las pinturas murales. 

 Para la fabricación de las teselas los romanos construyeron sofisticadas fábricas. Se partía de un dibujo inicial, llamado cuadro o emblema, palabra griega que significa “algo que se incrusta en”. Una vez diseñado el cuadro, se dividía la imagen según su colorido, para después obtener una plantilla en papiro o tela y sobre dicha plantilla se iban colocando las teselas siguiendo las zonas de color. Las teselas se colocaban invertidas, con el bizcocho hacia arriba y con la cara vidriada que se vería posteriormente mirando al papiro. Una vez que estaban así colocadas las teselas, se limpiaban bien para eliminar pequeños restos, se cubrían con una malla de alambre a modo de encofrado y se vertía cal o yeso que actuaba como pegamento. Una vez seco se transportaban al lugar al que iba el mosaico, y allí el artista concluía la obra.

 Ahora tocaba preparar el suelo, la parte más laboriosa y delicada. Se allanaba para conseguir una superficie horizontal pero con una leve inclinación para guiar el agua a los sumideros, igual que se hace hoy día con las terrazas y los patios de nuestras casas. Después se le aplicaba un mortero de polvo de teja, cal apagada y agua, y sobre esta capa, colocaban las teselas.

La forma de las teselas recibe el nombre de opus. Podemos agrupar las distintas técnicas del mosaico según los distintos opus y su disposición, obteniendo de esta manera:    

  1. Opus Regulatum. Técnica creada por los romanos en la que las teselas son todas del mismo tamaño y se alinean en forma de parrilla formando líneas verticales y horizontales. 
  2. Opus Tessellatum. Formados por cubos de piedras (tessellae) de 1 cm. colocadas formando hileras horizontales, dando la sensación de un muro de ladrillos.
  3. Opus Sectile. Las teselas son trozos de mármol de diferentes colores con la forma completa de la imagen a representar. Es un trabajo parecido a la taracea. 
  4. Opus Vermiculatum. Vermis significa «gusano», y en esta técnica las teselas se colocan en forma de espiral siguiendo el contorno de las figuras, que recuerda a  la forma de los gusanos.  Esta colocación permite recrear toda clase de curvas y líneas sinuosas. 
  5. Opus Musivum. Esta técnica es la continuación del Opus Vermiculatum aplicado a toda la composición, aportando gran sensación de ritmo y movimiento al mosaico. Se introducen las teselas con incrustaciones de vidrio y esmaltes de colores. 
Mosaico Opus Tesselatum Busto de Dioniso, opus vermiculatumm Detalle del pavimento del Foro romano,Opus Sectile

Mosaico Opus Tesselatum
Imagen de Jebulon en Wikimedia Commons, Dominio público 

Busto de Dioniso, Opus Vermiculatumm
Imagen de J. P. Grandmont en Wikimedia Commons, Licencia CC

Detalle del pavimento del Foro romano,Opus Sectile
Imagen de B. Werner en Wikimedia Commons, Dominio público

Importante

El mosaico es una técnica a medio camino entre la pintura y la azulejería, creada con pequeñas piezas de piedra o cerámica vidriada de diferentes formas y colores llamadas teselas, unidas con yeso o cal. 

  Se parte de un dibujo inicial, llamado cuadro y se divide la imagen según su colorido obteniendo una plantilla del diseño original. Sobre esta plantilla se colocan las teselas invertidas, sobre estas se coloca una malla de alambre y se vierte cal o yeso. Una vez seco, se le da la vuelta a la plantilla y se pega al suelo con un conglomerado mezcla de polvo de teja molido, cal y agua.

Según la forma de las teselas y su disposición obtenemos las distintas técnicas musivarias, conocidas como opus 

Comprueba lo aprendido

Pregunta 1

La técnica del mosaico se puede considerar a medio camino entre la pintura y la azulejería

Pregunta 2

El mosaico romano proviene de la primitiva técnica del mosaico egipcio  opus sectile

Pregunta 3

En la técnica del Opus Tessellatum las teselas se colocan a modo de parrilla, dispuestas en líneas verticales y horizontales.  

Pregunta 4

El Opus Musivum es una  continuación del Opus Vermiculatum aplicado a toda la composición, aportando gran sensación de ritmo y movimiento. 

Para saber más

Con este vídeo te harás una perfecta idea de cómo se hacían los mosaicos en la antigua Roma. 

Mosaico romano.
Vïdeo de Irumi Tenjou Motomiya alojado en Youtube