En la pintura romana, especialmente en sus orígenes, Grecia va a influir decisivamente, pues en la época de los césares se arrancaban pinturas murales griegas y se llevaban a Roma. Sí, suena un poco heavy pero eso de arrancar pinturas de un lugar para llevarlo a otro era algo muy común desde los romanos, y hoy día se sigue haciendo pero con fines conservacionistas….hablaremos de eso en unidades posteriores.
Básicamente la pintura tenía una finalidad práctica, la de decorar y ennoblecer casa, villas y palacios, y los pintores eran considerados artesanos, igual que los que realizaban las demás manifestaciones artísticas como orfebres, carpinteros, etc. Hay que esperar más de mil años para que se eleve su condición social de artesano a artista en el Renacimiento.
Se conocen como frescos , del término italiano affresco, a las pinturas realizadas sobre las paredes. Así, como suena, tan simple y complejo a la vez. Estas paredes hay que prepararlas previamente, con dos capas de mortero o enlucido.
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Frescos de la Villa Farnesina, Roma |
El proceso de realización de una pintura mural se divide en 3 fases:
- Aplicación de una primera capa sobre la pared húmeda, conocida como arricio o enfoscado, compuesta por tres capas de arena y una de cal apagada, más agua. Tiene un centímetro de espesor, y su función es dejar la pared lo más lisa posible.
- La segunda capa es el intónaco o revoco, más fina que la anterior, apenas unos milímetros, siendo una mezcla de dos partes de cal y una de arena más fina que en el enlucido anterior, normalmente polvo fino de polvo de mármol, más agua. Esta segunda capa se aplica solo por jornadas, giornate en italiano, es decir, solo se aplica intónaco a la parte de la pared que va a ser pintada ese día, puesto que el intónaco debe mantenerse fresco para que la pintura se fije a la pared.
- Aplicación de la pintura, comenzando por la sinopia, que es el dibujo lineal que el artista ha realizado previamente en unos papeles o telas rígidas, los cartones, con perforaciones en el contorno. El pintor aplica un poco de carboncillo o pigmento en polvo con una muñequilla que se transferirá desde el cartón a la pared, técnica conocida como estarcido, y una vez que tiene el contorno de las formas principales sobre el intónaco, se procede a pintar de manera segura, rápida y sin arrepentimientos, pues hay que terminar esa jornada antes de que el intónaco seque. Los pigmentos van diluidos con agua, y la cal al secarse pasa de ser hidróxido cálcico a carbonato cálcico, haciendo de aglutinante, fijando los colores a la pared volviéndolos insolubles.
Los pigmentos que se pueden utilizar en la pintura al fresco son solo los de origen mineral, que no sufren alteraciones en su composición tras el proceso químico de la carbonatación de la cal. Al secar, los pigmentos aglutinados con el carbonato cálcico forman una capa lisa, cristalina y brillante. El mayor inconveniente de esta técnica es que no se pueden corregir los errores, puesto que una vez aplicada la pintura ésta es rápidamente absorbida por la pared. En ocasiones se aplica una capa posterior de pintura al temple para corregir los fallos e incluso se llega a eliminar la capa de intónaco y comenzar de nuevo. Y otro inconveniente más: los tonos de algunos pigmentos cambian al secarse como reacción con la cal, así que el pintor debe conocer de antemano el comportamiento de los colores que va a usar. No es fácil esta técnica, no crees?
Una forma de averiguar si la pintura mural es un buon fresco es tratar de distinguir las líneas entre las jornadas, visibles de cerca y con luz rasante. Estas jornadas suelen ser de pequeñas dimensiones cuando se trata de rostros y detalles, y de mayor tamaño en los fondos.